El riesgo de sufrir una enfermedad grave, el riesgo a perder en la lotería, en el deporte y hasta en el amor. Si, esa palabrita odiosa…”riesgo”, tan particular, ligada a una emoción básica de los seres humanos que es el miedo, particularmente el miedo a perder algo.
Con esta introducción sombría quiero llamar tu atención en el sentido de que el riesgo es un elemento inherente a la vida misma. A veces las probabilidades de éxito en cualquier cosa que escogemos hacer en la vida, están a favor o en contra de nosotros, el hecho de tener un buen sentido de la oportunidad juega a nuestro favor. Por otra parte, en ocasiones aún estando armados de todo el conocimiento de algo y con certezas, la meta se nos escapa…realidades de la vida que todos hemos vivido y seguiremos viviendo.
En las inversiones no es distinto. Cuando involucramos factores económicos, objetivos y dinero, es necesario tomar en cuenta el factor riesgo…Conviene definir qué es el riesgo para estar todos en sintonía.
El riesgo, según fuentes, es la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas.
En principio, ninguna inversión está exenta de riesgo. Inviertas en lo que inviertas, siempre habrá un componente externo que no podemos controlar que haga que disminuya o se pierda una inversión. Pero no todas son malas noticias. Afortunadamente el riesgo se puede manejar. Es como me dice un querido amigo: “Ajá,¿No te vas a bañar porque te vas a ensuciar luego?”
Podemos conversar de concentrar las inversiones, pero hagamos eso en otro espacio. Voy a centrarme en que conozcamos la importancia de la diversificación de tu portafolio de inversiones, tomando como punto de inicio el riesgo asociado en ellas.
El primer factor a considerar antes de realizar cualquier tipo de inversión es revisar la legislación en el país donde vas a hacerla. La razón radica en que, si bien algunas leyes entre países son muy similares, existen matices.También el entorno económico, social y geopolítico de los países varían.
No es lo mismo, por ejemplo, invertir en oro físico en Inglaterra que en Nigeria. Por otra parte, los países más avanzados disponen de normas, leyes y procedimientos mucho más rígidos que en los países mal llamados del Tercer Mundo. Otro ejemplo sería que no es lo mismo invertir en bienes raíces en Estados Unidos, que hacerlo en Ucrania en estos momentos, aunque quizá los países con conflictos políticos pudieran ofrecer oportunidades inmejorables de bienes raíces, incluso en conflictos bélicos, aunque usted no lo crea.
Relación entre el riesgo y las inversiones
Diversificar las inversiones se trata, en esencia, de reducir el riesgo generalizado. Por supuesto, no se trata sólo de mezclar acciones, bonos, metales preciosos o bienes raíces en tu portafolio solamente, sino de entender y estudiar cómo interactúan entre sí las diversas inversiones que se hagan.
El dicho de “no poner todos los huevos en una canasta” aplica en el sentido de que el riesgo puede ser más alto si te concentras en un rubro en vez de realizar diversas inversiones en varios instrumentos. Sin embargo, cuando la diversificación viene acompañada de estudiar los sectores en los que inviertes y conocer los potenciales beneficios y posibles resultados no deseados, entonces el factor riesgo disminuye considerablemente.
Una estrategia inteligente para diversificar consiste en ser graduales. Es decir, ir conociendo las industrias, mercados e instrumentos en los cuales deseamos hacer nuestras inversiones paso a paso.
Una vez que obtengas la comodidad que da el conocimiento y sopeses las ventajas y desventajas de invertir en, por ejemplo, en commodities, efectúas la inversión correspondiente. Luego, repites el procedimiento en otro ramo, y así sucesivamente. No está de más aconsejar lo siguiente: No inviertas en base a la emocionalidad. De la mano de tu asesor financiero, esmérate en conocer en dónde inviertes tu dinero.
Es de suma importancia que antes de realizar cualquier tipo de inversión debas hacer un análisis interno, personal, de tu propia tolerancia al riesgo. Invertir a veces requiere tener estómago de hierro para tolerar pérdidas que involucran sumas de dinero. A lo cual yo lo reflexiono de esta manera: quédate con la lección aprendida, cuyo costo es la cantidad perdida.
Por ejemplo: En mi caso particular soy un apasionado de Bitcoin. Conozco su propuesta de valor y sus fundamentos, pero con el pasar del tiempo he soportado caídas espectaculares en su precio, siempre quedándome con la lección, lo cual me ha permitido tolerar pérdidas posteriores. El conocimiento adquirido me ha servido para conocer la volatilidad en esa inversión en carne propia, y saber qué hacer para manejar de forma óptima ese riesgo asociado.
Antes de diversificarte, debes conocer las diferentes modalidades para elegir la que mejor se adapte a tus requerimientos. Primero tenemos la diversificación empresarial, la cual busca invertir en diferentes empresas con la finalidad de obtener la mayor cantidad de dividendos posibles.
El objetivo de esta estrategia es protegerte ante una disminución en el precio de las acciones o el riesgo de algún problema financiero que tenga alguna empresa. De esta manera, invertir en varias compañías es una sabia estrategia, siempre con un previo análisis.
Por otro lado, está la diversificación sectorial, que tiene como objetivo invertir en distintos sectores de la economía. Es mucho mejor para ti tener varias acciones en sectores como el petróleo, oro y tecnología que tener todo tu patrimonio en una sola área, cubriéndote ante las posibles crisis que afectan a determinados sectores.
También puedes optar a la diversificación de activos, que consiste en poner tus recursos en sectores como los bienes raíces e instrumentos de renta fija. Esta modalidad te protege de los declives de los ciclos económicos.
Otra recomendación para diversificar tus inversiones se corresponde a hacerlo entre inversiones correlacionadas.
La correlación es un término usado en estadística que trata sobre cómo se comportan dos activos distintos ante una situación o situaciones dadas. Si el comportamiento es parecido, se dice que la correlación es positiva y cuando es distinto, es negativa.
Por ejemplo: Existe una correlación positiva entre las bolsas europeas, su tendencia histórica y dado que sus economías usan una divisa común (el Euro),es seguir una misma dirección. Otra correlación positiva sería la que se da entre Bitcoin y el oro, ambos calificados de cobertura contra la inflación. Como correlación negativa pudiéramos incluir como ejemplo a la debilidad de una divisa (el dólar estadounidense) y el precio de Bitcoin.
Otro aspecto, no menos importante para que hagas una correcta diversificación de inversiones sería tomar en cuenta el riesgo-divisa. El hacer inversiones no solo en diversos sectores, sino en distintos ámbitos geográficos, hace que se ponga atención a esta variable.
El riesgo-divisa, o riesgo en el tipo de cambio, es que surge del cambio de una divisa con otra. Inversores que tienen operaciones comerciales más allá de su país de orígen están inexorablemente expuestos a esto. Este riesgo se puede incrementar si en el país donde se invierte existen controles de cambio, lo que dificulta la repatriación de las ganancias. Existen instrumentos que permiten indexar los costos asociados a este riesgo, particularmente en los instrumentos de renta fija.
Conclusiones
La diversificación per se no es la panacea. Puede resultar decepcionante cuando algunos retornos no se maximizan durante los ciclos alcistas del mercado. No obstante, de lo que se trata es que a través de ella cuentes con un mecanismo de protección durante las recesiones. Es mejor prepararse para las posibles caídas en lugar de angustiarse en cómo evitarlas.
El horizonte temporal en el cual inviertas es importante al elegir las inversiones para considerar eventos potencialmente adversos que puedan presentarse y el impacto de dichos eventos en tu portafolio. Una óptima estrategia de inversión consiste en llevar periódicamente algún test de resistencia que te prepare para una variedad de eventos favorables o desfavorables en el mercado, tales como el comportamiento de tus inversiones en tiempos de alta inflación, variación de los precios y el contexto geopolítico que puedan afectarlas.
Por otra parte, si algo tiene la vida en sí, es riesgos. Si tienes en cuenta este factor, entiendes que la vida es de todo, menos monótona. En la medida que participes de forma activa en el comportamiento de tus inversiones y las conozcas con el paso del tiempo, tu percepción del riesgo cambia, inclusive pudieras hasta tolerarlos, siempre y cuando busques hacer una asignación correcta adaptadas a tus necesidades, capacidad de tolerancia al riesgo y gustos.