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Introducción
- Tras un período de bonanza, los bancos norteamericanos se enfrentan a un vendaval financiero. La tendencia pasa por un éxodo de depósitos, promovido por la trágica unión de una rentabilidad estancada y, por si fuera poco, un incremento en las tasas de interés que la Reserva Federal parece decidida a perpetuar.
- Lo que debería ser un suave ajuste de las políticas monetarias convencionales, está esquilmando los depósitos del sistema bancario y recortando el valor de los activos a tasas fijas. ¿Consecuencia? Un desgaste en las ganancias y apuros para reponer el capital interno.
- Pero este telenovela financiera no acaba aquí, amigos míos. Abrocharos los cinturones, Moody’s prevé un posible retiro de la economía estadounidense. Pintad la escena: una generación de presión sobre los rendimientos, una recesión al acecho y un desmoronamiento de la calidad de los activos, con un cisma específico en las carteras de bienes inmuebles comerciales de ciertos bancos. Añadid a esto una Reserva Federal que mantiene altas las tasas de interés, esperando que ceda la inflación y alcance su ansiado objetivo del 2% de inflación.
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Este cuadro, coloreado con tonos de incertidumbre y proyecciones potencialmente catastróficas, suma ingredientes para un endurecimiento de las condiciones de crédito y un repunte en las pérdidas de préstamos para los bancos estadounidenses. Preparaos para un recorrido accidentado, compañeros inversores. La serie financiera sigue.
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Recorte en la Calificación de los Bancos
- Moody’s, conocida por su perspicacia, ha empuñado su navaja y cortado la calificación de 10 bancos regionales. Además, amenaza con hacer lo mismo con gigantes del sector como Bank of New York Mellon, US Bancorp, State Street, Truist Financial, entre otros.
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¿Qué ha desencadenado esta estocada de Moody’s? Podría tener sus raíces en la Reserva Federal. Los bancos estadounidenses enfrentan un riesgo notorio de desvanecimiento de depósitos y mayores tasas de interés que afectan ya su rentabilidad.
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A pesar de la moderación en el drenaje de depósitos en el último trimestre, subsiste la amenaza de que vuelvan a caer en picada. Podemos aferrarnos al taparrabos de la esperanza de que algunos bancos mantienen sus depósitos estables o con leves descensos. No obstante, la realidad es que los depósitos no remunerados disminuyeron y los bancos están pagando más por los depósitos.
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La caída en los ingresos netos por intereses ha provocado una merma en la rentabilidad y, por tanto, en la capacidad de generar capital interno. Un panorama sombrío, ¿no te parece?
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Erosión de la Rentabilidad y Aumento de Tasas de Interés
- Elabora Moody’s sobre cómo el cambio de depósitos ha contribuido en parte a esta reducción de la lucratividad. Donde antes predominaban los depósitos no rentables, estamos viendo un cambio de timón hacia los depósitos con intereses. Esto implica un mayor costo para los bancos, lo que a su vez repercute en el rendimiento. En términos simples, los clientes perciben los depósitos con interés como una póliza de seguro, lista para asistir en tiempos de necesidad.
- Consideremos la realidad del estado actual: una rentabilidad en periódico declive, un incremento sostenido de las tasas de interés, un costo más elevado de los depósitos, todos estos elementos configuran un escenario desalentador para la liquidez y el capital bancarios. En medio de tal vendaval, las entidades bancarias se ven obligadas a realizar críticos equilibrios de gestión de riesgos de activos y pasivos.
- Sumando a esta compleja mezcla, según los analistas de Moody’s, se vislumbra una potencial recesión económica en los EEUU en los meses venideros. Los riesgos significativos emplazados en las carteras de bienes raíces comerciales de algunos bancos oscurecen el horizonte hacia 2024. No es una amarga dulzura lo que se saboriza, sino algo más picante: se asemeja a la sensación de absorber wasabi por la nariz.
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Posible Contracción Económica
- Para nuestras entidades financieras, fortalezas de vidrio y acero, este presagio anuncia posibles alteraciones. Podría tratarse de una simple crispación temporal o quizá algo más serio como una fuga de depósitos; los activos resbalando de sus manos mientras su rentabilidad se erosiona y las tasas de interés siguen aumentando, como elevadores sin control de la Reserva Federal. Es como un crudo noviembre en Nueva York, con ventisca incluida.
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Veamos entonces qué pasa con los préstamos, ese rugiente motor del crecimiento económico.
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Reacción de la Reserva Federal
- En un momento donde creíamos que estábamos en una tregua, los bancos estadounidenses se ven amenazados por una tormenta perfecta: caída de la rentabilidad bancaria y el temido incremento de las tasas de interés de la Reserva Federal. Sin olvidar los amenazantes riesgos de gestión de activos e interés.
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Con el final de la política monetaria no convencional, los depósitos bancarios siguen descendiendo, mientras que los altos tipos de interés hacen desplomar el valor de los activos de tasa fija. Aunque la fuga de depósitos se moderó recientemente, el peligro de una caída sostenida sigue latente. Ante tal escenario, los bancos están pagando más por los depósitos, lo que erosiona aún más la rentabilidad y su capacidad de renovación de capital interno.
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Según los expertos de Moody’s, no podemos descartar una posible contracción económica en los Estados Unidos en los próximos meses. Adivinan ustedes que esto se traduciría en riesgo de pérdidas en préstamos. Por lo tanto, podemos anticipar que la Reserva Federal mantendrá altas las tasas de interés, al menos hasta que la inflación se acerque a su objetivo del 2% de inflación.
El universo financiero no descansa, y Moody’s, esa doblemente criticada y venerada agencia de calificación crediticia, tampoco. En su reciente poema de lamentación financiera, la antigua institución ha optado por afilar su guadaña y golpear a diez bancos regionales en el sistema bancario estadounidense, dejando en el aire la amenaza de continuar su embestida hacia gigantes como el Bank of New York Mellon y US Bancorp.
Este escenario planteado por Moody’s tiene potencial de impactar no solo al sistema financiero sino además a los inversores en criptomonedas y productos como el Bitcoin, te invitamos a consultar nuestro artículo en el que hablamos de cómo la SEC aplazó la aprobación de ETF Bitcoin y los posibles impactos en el mercado.
Estimado lector, bienvenido al vértigo bancario. Prepárate para un viaje turbulento.
En su acera del futuro, Moody’s predice que la próxima etapa será aún más complicada para la economía estadounidense. Con la amenaza de una recesión incipiente en los primeros meses de 2024, los activos de calidad podrían verse declinados desde robustos pero vulnerables niveles. Consecuentemente, la Reserva Federal deberá mantener las tasas de interés altas hasta que la inflación baje al a su meta del 2%.
Y ya sabes, «Lo que sube, tiene que bajar«, y en momentos de recesión, los préstamos suelen ser los primeros en caer. Como secuela, la morosidad en los préstamos bancarios podría incrementarse.
No olvides, en este recorrido montañés de la economía, en cualquier momento podemos ascender. Los augurios de las agencias de calificación crediticia son variables. Mantén tus ojos abiertos. Nos vemos en el próximo recorrido. Puedes leer más sobre la incidencia de las criptomonedas en la economía en nuestro artículo sobre la predicción del CEO de Galaxy Digital sobre el primer ETF de Bitcoin en EE.UU.
Hoy en nuestro blog de Ficoach vamos a hablar de los desafíos que enfrenta el sistema bancario estadounidense, debido a un análisis reciente de Moody’s, una respetada agencia de calificación crediticia.
Los bancos regionales estadounidenses se enfrentan a un probable escenario de reducción de ganancias a raíz de las inversiones en tasas de interés de la Reserva Federal. Este hecho va más allá de un simples vaivenes económicos, se asemeja a un compromiso inexorable que amenaza con erosionar las rentabilidades del sistema bancario estadounidense tal como las termitas desgastan un tronco frondoso.
Dentro de este marco, Moody’s especula que la Reserva Federal mantendrá las tasas elevadas hasta que la inflación se aproxime al objetivo del 2% de inflación proyectado, una cifra que se muestra tan esquiva como un quokka en una heladería. Por lo tanto, ante semejante pronóstico, pérdidas considerables en préstamos y condiciones de crédito más rigurosas podrían estar a la vuelta de la esquina.
Y recordemos…
Amigos lectores, si os encontráis con un banquero de gesto apesadumbrado, invitadlo a una cerveza. Parece que la necesitarán. Si la adversidad realmente fortaleciera, los bancos de Estados Unidos serían el Hulk del sistema financiero. Tan irónicas son las vueltas de la vida. Y si queréis entender mejor el panorama financiero actual, os recomendamos seguir atentos a nuestros artículos y también echar un vistazo a nuestra entrada sobre cómo Paypal lanza PYUSD, su nueva criptomoneda vinculada al dólar.
Moody’s, el oráculo financiero siempre visionario en prever desastres, ha emitido un nuevo aviso. En voz baja, ha pronosticado para Wall Street que nuestra tranquila pausa podría estar llegando a su fin. El vaticinio presagia un probable escenario de contracción económica, que podría llevar a problemas en la gestión de préstamos bancarios.
Analizando el impacto en los préstamos de la prevista contracción económica, nos hallamos ante una dimensión preocupante. En una economía alicaída, los préstamos bancarios podrían fracturarse, abriendo un bache que desemboca en pérdidas. Los bancos enfrentan un dilema: deben gestionar los riesgos de tasas de interés y activos y pasivos, mientras los altos intereses erosionan sus activos fijos. Un dilema digno de una novela rusa.
Lo que realmente aterra de este escenario es que Moody’s pronostica que la Reserva Federal mantendrá altas las tasas de interés hasta que la inflación se estabilice, un objetivo del 2% de inflación. Pronostican, además, una recesión moderada para comienzos de 2024. Si esto sucede, los bancos podrían enfrentarse a una crisis de crédito y un incremento en las pérdidas por préstamos. Los préstamos comerciales y de bienes raíces podrían ser los más golpeados, lo que sin duda dará que pensar a nuestros lectores inversores de bienes inmuebles.
No obstante, es solo una advertencia, quizás debamos simplemente estar preparados para enfrentar el aguacero venidero, o tal vez no sea más que otro día en la volátil esfera financiera. Solo el tiempo nos dará la respuesta.
Nos gustaría cambiar el compás, pero no podemos obviar la advertencia que ha emitido Moody’s, el bastión de las agencias de calificación crediticia. Dicha advertencia tiene al sistema bancario estadounidense al borde de los nervios. Resulta que Moody’s ha recortado las calificaciones bancarias de diez bancos regionales y, sin dejar espacio para la tranquilidad, contempla hacer lo mismo con gigantes financieros como Bank of New York Mellon, US Bancorp, State Street, Truist Financial, Cullen/Frost Bankers y Northern Trust. En definitiva, el panorama no es precisamente alentador.
Y como si no tuviéramos suficiente, se prevé que una leve recesión en 2024 provoque un endurecimiento de las condiciones de crédito y un aumento de las pérdidas de préstamos para los bancos norteamericanos. Es un buen momento para preguntarse, ¿qué hará la Reserva Federal ante dicho vaticinio?
Recordando casos donde finanzas descentralizadas y criptomonedas han jugado un papel en el rescate financiero, podemos mencionar el caso de «Alchemix y Curve que recuperan $61M robados gracias a recompensa», lo que refuerza la relevancia del tema en la situación económica actual.
Fuente de la noticia: https://dailyhodl.com/2023/08/11/us-banks-facing-significant-risk-of-deposit-flight-as-profit-margins-narrow-warns-top-ratings-agency/