Adobe enfrenta obstáculos regulatorios en adquisición de Figma

Introducción a la complicada situación de Adobe

Se veía venir. Adobe, aquel coloso de la tecnología con el que todos estamos familiarizados, históricamente líder en software de diseño con sus puntales Photoshop e Illustrator, se tropieza con notables barreras en su camino. Resulta que su incursión en el mundo de las compras de grandes cantidades no es un lecho de rosas. La última gran complicación emerge con el intento de adquisición de Figma, plataforma colaborativa en diseño de aplicaciones que le ha quitado el sueño a más de un artista.

• Situémonos cronológicamente en la historia. Adobe propuso la adquisición de Figma por una suma que asciende a 20.000 millones de dólares a principios de septiembre del año anterior. Una asociación que parecía prometedora sobre el papel, pero que se ha transformado en un robusto dolor de cabeza para Adobe. El amor, qué difícil puede resultar…

• El quid del problema reside en que, de acuerdo con la Competencias y Mercados de Autoridad del Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés), esta operación podría desatar un sismo importante en el campo del diseño digital. En otras palabras, no a todos nos agrada la idea de esta fusión.

• Bajo el prisma de la CMA, si Adobe llega a incorporar a Figma a su exhaustiva lista de conquistas, el mercado de diseño se volvería menos competitivo, la innovación pasaría a un segundo plano y Figma dejaría de ser un desafío para Adobe. Diseñadores de todo el mundo, afilen sus habilidades.

• Por su parte, Figma no solo asegura no rivalizar con Adobe, sino que declara no tener planes de hacerlo en el futuro próximo. Sostienen que se encuentran en un mercado altamente competitivo y con cambios a un ritmo vertiginoso. La intención de unirse a Adobe sigue firme, a pesar de los rumores y posibles contratiempos.

• Como no podía ser de otra manera, Adobe sostiene una postura contraria a la de la CMA. La futura pareja confía en que juntos podrán ofrecer un valor extra a sus clientes e instan a reconsiderar las conclusiones provisionales de la CMA.

La trama está en su clímax y, dentro de este melodrama de telenovela, se espera que Adobe no escatime y desembolse a Figma 1.000 millones de dólares si la fusión no se concreta antes de marzo de 2024 o acaba siendo rechazada. De acuerdo con el calendario, tenemos hasta el 19 de diciembre para conocer la respuesta de Adobe y Figma ante la CMA, cuyo veredicto final se sabrá antes del 25 de febrero próximo.

De modo que, amigos, deberemos ser pacientes y esperar el desenlace. ¿Lograrán Figma y Adobe superar este obstáculo juntos o estamos frente al final de una historia de amor que nunca comenzó? En cualquier caso, señores de Adobe, Figma y CMA, romper es sólo para cobardes.

Investigación de la CMA

La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), está claramente en una cruzada contra la adquisición de Figma por parte de Adobe. Es como esa molesta suegra que siempre pone obstáculos a los planes de boda. Este regulador británico ha puesto bajo su microscopio la oferta de Adobe para comprar Figma, un acuerdo valorado en nada menos que 20.000 millones de dólares que ha dejado a más de uno boquiabierto y con los ojos como platos.

• La CMA, asumiendo su papel de protector de la competencia en el terreno del diseño digital en el Reino Unido, argumenta que esta unión entre Adobe y Figma podría terminar dejando fuera de juego a otros competidores en el sector. Imaginemos, sólo por un momento, a Figma, la conocida plataforma de diseño colaborativo para aplicaciones y páginas web, dando un giro de 180 grados y uniendo sus fuerzas con Adobe. ¿El resultado? Una disminución de la competencia para los productos estrella de Adobe, Photoshop e Illustrator. Casi como darse por vencido antes de dar la cara en el ring.

• Actualmente, la CMA está en plena investigación, sacando a relucir sus dotes de detective privado en este caso digno de una novela de suspense. Entre las posibles acciones que pueden tomar se baraja hasta el completo bloqueo de la fusión. Pero calma, esto son sólo suposiciones provisionales, nada está aún firmado y sellado.

• Figma, por supuesto, no se ha quedado callada. Insiste en que su intención no es ser un rival para Adobe, ni ahora ni en el futuro. Sostienen que están en un mercado en constante movimiento y muy competitivo, y que su acuerdo con Adobe sólo puede aportar beneficios. Adobe, por supuesto, comparte esta visión, y parece desconcertada con la posición de la CMA, inisistiendo en las ventajas que puede suponer su asociación con Figma.

• Tal vez esta tensión tenga algo que ver con el compromiso de Adobe de desembolsar 1.000 millones de dólares a Figma si la fusión se desestima o es rechazada por los reguladores. Un número que seguro que mantiene a más de uno despierto por la noche…

• Ahora todas las miradas están puestas en el 19 de diciembre, fecha límite para que ambas empresas presenten sus argumentos a la CMA. La fecha para la decisión final se ha fijado para antes del 25 de febrero del próximo año, así que tócate esperar con los dedos cruzados hasta entonces. Mientras, Adobe sigue mirando el reloj esperando cerrar el trato, y nos preguntamos si la CMA pondrá más piedras en el camino o acabará dando su visto bueno a este enlace.

El punto de vista de Figma

Enfrentándose a las incesantes reclamaciones regulatorias de la Competition and Markets Authority (CMA) del Reino Unido, entre otros organismos internacionales, Figma responde con despreocupación y cierto aire de suficiencia. La plataforma se proclama no competencia para Adobe, y sus aspiraciones de serlo en el futuro son tan inexistentes como toparse casualmente con un billete de 500 euros tirado en la vía pública.

• Los representantes de Figma se presentan ante los reguladores con la misma naturalidad con la que uno va a comprar el pan, respaldados por la seguridad de que operan en un mercado en constante movimiento y agudamente competitivo.
• Aseguran no haber invertido un solo euro en contratar ingenieros para el desarrollo de herramientas creativas, esa presunta amenaza al trono de Adobe.

Estos colosos del diseño y desarrollo de productos no dudan en aceptar la proposición de unión de Adobe, lejos de cualquier preocupación por rumores o comentarios. Su compromiso con el trato propuesto por el gigante del software es tal, que ya se avistan primeros destellos de una alborada llena de colaboraciones y sinergias.

• Para Figma, la visión de la CMA es tan acertada como llevar calcetines con chanclas en pleno enero.
• La plataforma de diseño sostiene que su interés es genuino y no tiene ojos para el atractivo dote de Photoshop o Illustrator.

Han refutado rotundamente las conclusiones de la CMA, alegando que parece más bien que han amanecido en un episodio surrealista de ‘Black Mirror’, y toda esta situación no es más que un malentendido de proporciones cósmicas.

• En Figma mantienen sus pies en la tierra y su objetivo es nítido: colaborar con Adobe para generar un valor tangible para los clientes, pese al empecinamiento pesimista de la CMA.
• Al final del día, en esta idílica relación de negocios y pasiones, lo que importa es que ambos entiendan juntos el significado implícito de ‘hasta que la competencia nos separe’.

Respuesta y Confianza de Adobe

Empezamos con Adobe, una empresa potente en el mundo del software, en una situación de incertidumbre debido a su propuesta de adquisición de la empresa Figma, conocida por su contribución en el diseño digital. Sin embargo, esta partida no será fácil de ganar dada la existencia de un bloqueo de fusión por parte de las competencias de mercado.

• No importa lo duro que sean los golpes, el protagonista sigue adelante sin desfallecer.

• Se muestran convencidos de que la fusión con Figma brindará un valor notable a sus clientes, así como lo han hecho antes con productos como Photoshop e Illustrator.

• No obstante, esta colaboración en diseño de aplicaciones y diseño de sitios web está siendo obstaculizada por la investigación de la CMA.

«Se diría que Adobe está dispuesta a iniciar una serie de acciones bautizada como \»la operación rescate de Figma\».» No solo se enfrentan a las autoridades regulatorias del departamento de justicia de Estados Unidos y de la Unión Europea, sino también a los desafíos que conlleva incorporar una innovación en su desarrollo de productos.

• La compañía ha prometido abonar 1.000 millones de dólares a Figma si la fusion no concluye para marzo de 2024 o si se encuentra con una negativa por parte de los inflexibles guardianes regulatorios.

• Quizá motivada por los beneficios que los productos de Figma pueden aportar a sus herramientas creativas, o quizás para evitar una posible multa por incumplimiento de fusión.

Así es como pasan sus días bajo la mediana sombra del rechazo de fusión, esperando pacientemente a que llegue la aprobación regulatoria que les permita finalizar el trato con Adobe. Pero mientras esperan, no pierden la esperanza.

«Como en las mejores tramas de misterio, nos mantendrán con la duda hasta el final.»

Próximos pasos y plazos

En un paradigma imprevisible, con una agenda jalonada por el azar, Adobe y Figma parecen ser objetos del destino ante los juicios de la CMA. Como en un anticipado belén navideño, el primer órgano de supervisión del Reino Unido ha instado a estas grandes empresas digitales a presentar sus propuestas y defensas. Y ojo, tienen plazo hasta el u>19 de diciembre, justo en el meollo de la trepidante temporada de compras navideñas

• Sin duda los equipos de Adobe y Figma estarán trabajando incansablemente para ajustarse a este límite. Por si esta tensión no bastara, todos los participantes -incluyendo a nosotros como observadores de excepción- debemos mantener la calma hasta el frío 25 de febrero del próximo año para conocer el destino de la alianza entre Adobe y Figma.

• Pues sí, ¿no resulta excitante en pleno Febrero, en pleno invierno, recibir una noticia de tal calibre en el ámbito tecnológico? Mientras tanto, Adobe sostiene una mirada resuelta hacia el futuro, confiando que, a pesar de los vaivenes regulatorios, conseguirá emprender su travesía con Figma de compañero de viaje. El compromiso perdura intacto desde el inicio, con la promesa a Figma de nada más y nada menos que de 1.000 millones de dólares en caso de que, cual Romeo y Julieta, la adquisición sea estorbo antes de Marzo de 2024 o sea denegada por los reguladores.

• No obstante, pese al inminente sonido de las campanadas que resuena en la distancia, aún nadie posee la esfera vidente que revele el desenlace final de este embrollo. La CMA sigue en pleno proceso de investigación con la perspectiva de plantear posibles soluciones que quizás incluyan incluso el drástico bloqueo de la adquisición. Mientras tanto, aquí estaremos nosotros, espectantes por desvelar las sorpresas que nos depare este turbulento escenario. ¿Será una danza victoriosa o una elegía de despedida? Sólo el transcurrir del tiempo otorgará la respuesta.

Conclusión

En el complicado mundo de las adquisiciones empresariales, Adobe y Figma parecen encontrarse en una especie de «juego de tronos» tecnológico. Adobe, ambiciosa, percibe esta oportunidad y anhela incorporar a Figma a su territorio ampliando así su hegemonía. Sin embargo, los reguladores parecen haber plantado una barrera ineludible en su camino. Un obstáculo que suena a desafío.

• La sinfonía de disensiones entre la CMA y las dos compañías tecnológicas alcanza su clímax. Personalmente, no querría estar en el medio de esa encrucijada. Los despachos de los directivos deben ser un auténtico polvorín.

• Figma, con una «actitud loablemente imperturbable», mantiene la distancia, como un pretendiente rechazado, insistiendo en que su papel no es rivalizar con Adobe. No puedo evitar percibir una cierta altivez en sus declaraciones, jugando sus cartas con firmeza. Después de todo, en el sector diseño y desarrollo de productos, ¿qué sentido tendría entrar en un ring de boxeo cuando podrían estar girando en un salón de baile?

• Pero Adobe no se queda corto, alzando sus propias protestas y alimentando las llamas de su convición. Siguen esperanzados en que la unión con Figma aportaría un valor incalculable para sus clientes. Sin embargo, me pregunto, ¿también los llevaría a la pista de baile?

• Mientras tanto, el tiempo continúa su danza, es una lucha contra corriente entre el tiempo que se agota y el desafío a superar. La fecha límite del 19 de diciembre se cierne sobre ellos como un abril de lluvia para un picnic al aire libre. Y ese fatídico día de febrero, ¿será un San Valentín amargo para Adobe y Figma?

• Pero una cosa está clara. No importa cómo se desenvuelva este drama, cuál sea la respuesta de la CMA y cuál sea el resultado final, esto es mucho más que una mera trama de adquisiciones. Sirve de recordatorio de cómo el volátil mundo del diseño digital está en perpetua transformación, demostrando que incluso gigantes como Adobe deben tomar la iniciativa para mantenerse al día.