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Introducción
- Según la FTC, la empresa no habría seguido el flujo natural del mercado. En su lugar, se sospecha que Amazon habría urdido un plan para maniobrar tanto sus tarifas como las de su competencia, gracias a un algoritmo interno denominado «Proyecto Nessie«. Y no, este monstruo no reside en el lago Ness, sino que habita en las entrañas de la programación que posibilita millones de compras.
Este escurridizo programa habría mantenido a raya a los competidores, fijándolos en precios elevados, al tiempo que aumentaba las tarifas en otros populares destinos de compras online. Por si fuera poco, se dice que infló artificialmente los precios dentro de la propia plataforma de Amazon.
- Resulta que según fuentes anónimas, Amazon habría ingresado «más de $ 1 mil millones» gracias al monstruo del lago Ness digital.
A finales de 2019 Nessie fue retirado del servicio, y aún no sabemos la causa exacta. ¿Decidió hacerse vegetariano y dejar de devorar tarifas? No lo sabemos, pero si hay una cosa clara es que la FTC acusa a Amazon de mantener prácticas competitivas desleales y exige mayor transparencia.
- Amazon, por supuesto, defiende a capa y espada su inocencia. «La FTC no comprende cómo funcionan los mercados al detal«, afirma su vicepresidente. De este modo, queda claro que la FTC quiere demostrar que Amazon ha «sofocado la competencia en precios«. ¿Podrá demostrarlo? Todo está por verse, pero este drama financiero promete ser un thriller de lo más interesante.
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Proyecto Nessie: El algoritmo de la discordia
- El susodicho ‘Proyecto Nessie‘ es considerado un pez gordo en el vasto mar del comercio electrónico. Se le acusa de estar ligado a prácticas de inflación de costes, no solo afectando al titán de las compras online, sino también a otros portales favoritos de los internautas.
- Hay quienes reclaman que este algoritmo provocó el bloqueo de los competidores en una franja de precios altos, desencadenando un alza de precios en diversos populares sitios web de compras. Si el contexto suena a guion de thriller financiero, es porque en ocasiones la ficción no supera a la realidad.
- Este avanzado algoritmo, digno de una trama de ciencia ficción, no solo habría servido para restrigir la competencia de precios, sino que supuestamente habría inflado de forma artificial los mismos. ¿Te causa cierta inquietud? No eres el único.
- Pero el misterio que rodea el ‘Proyecto Nessie‘ no acaba aquí. Según informaciones anónimas, este ingenio tecnológico habría permitido a Amazon generar más de 1.000 millones de dólares en ingresos. No obstante, en un giro inesperado, Nessie fue relegado al olvido en 2019. Los motivos de tal decisión siguen siendo un enigma.
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La postura de Amazon
- La acusación apunta hacia una iniciativa de Amazon conocida como ‘Proyecto Nessie‘. Este algoritmo, según la FTC, ha sido creado para alterar los precios no solo en su propia tienda online, sino también en las de sus competidores. ¿La consecuencia? Un encarecimiento general del mercado en línea. Según fuentes extraoficiales, este intrigante algoritmo ha hecho engordar las arcas de Amazon en un billón de dólares estadounidenses. Ante semejante información, uno no puede evitar imaginarse a villanos cinematográficos y gatos maullando mientras urden sus planes.
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En lo que respecta a la defensa de Amazon, su vicepresidente, David Zapolsky, sostiene que es una apreciación errónea aquella que sugiere que su política de igualar las ofertas más bajas de otros minoristas ha llevado a un incremento de los precios. Zapolsky defiende que la FTC no está comprendiendo el funcionamiento de los mercados minoristas y advierte que estas actuaciones de la FTC podrían perjudicar en lugar de fomentar la competencia y proteger al consumidor. Todo esto podría obligar a Amazon a abandonar ciertas prácticas vigentes.
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Dicha defensa de Amazon sigue la misma línea habitual: ellos no son el malvado de la película, sino el héroe malinterpretado.u No cabe duda, la interpretación de Amazon del ‘Proyecto Nessie‘ difiere diametralmente de la visión que expone la FTC.
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Sin embargo, esto no se va a resolver con palabras. Al final del día, será la FTC la que tenga que demostrar su afirmación de que Amazon ha «asfixiado la competencia en precios«. Y así, en esta trama interminable llena de conjeturas, tácticas encubiertas y contenciosos legales, Amazon mantiene su postura: ellos son los buenos del relato. Aunque parece que el desenlace de esta historia aún está por escribirse.
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Impacto en el cliente y el mercado
- Visualicemos aquella colcha de lana 100% sintética que Juan adquirió convencido de que se trataba del precio más razonable. Sin embargo, tras dos semanas, descubre que ha pagado por ella un pellizco avispero. Este regusto desagradable y amargo, peor que una taza de café hirviendo, comenzará a desgastar su confianza en las compras online. Juan comenzará a desconfiar y a cuestionarse si es víctima de una estafa generalizada en las compras en línea.
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Lo cierto es que la presunta manipulación de precios por parte de Amazon no sólo hiere el bolsillo del consumidor medio como Juan, también oprime a pequñas y medianas empresas que luchar por mantenerse a flote en un mar lleno de tiburones como Amazon.
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Curiosamente, Amazon persiste en la idea de que, a través de su metódica estrategia de precios, está fomentado la competencia. Una idea que roza la ironía cuando la FTC les acusa de obstaculizar precisamente esa competencia en un mercado ya de por sí alicaído. Al final, la selva de Amazon se transforma en un crudo ‘reality’ de supervivencia del más fuerte, donde el consumidor se convierte, paradójicamente, en el más perjudicado.
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Conclusiones e implicaciones futuras
- Por otro lado, no podemos ignorar el sólido argumento del caballero de Amazon, David Zapolsky. Una reglamentación excesiva podría acabar siendo el talón de Aquiles de las grandes tecnológicas y, a fin de cuentas, del consumidor. No obstante, nos vemos obligados a plantearnos: ¿Cuál es el alcance real de este «daño«? ¿Estaríamos dispuestos a asumir un precio más elevado a cambio de una política comercial transparente?
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Nos aguarda un sendero repleto de curvas cerradas, con monstruos potenciales al acecho en cada recodo. Para Amazon, para la FTC, y para nosotros, los meros consumidores. Mientras, Nessie sigue disfrutando de su baño, posiblemente riéndose a nuestra costa.
¿Has sentido alguna vez que tus productos preferidos en Amazon suben de precio sin explicación aparente? Al parecer, no serías el primero en experimentar tal fenómeno. Según la Comisión Federal de Comercio (FTC) de los Estados Unidos, Amazon, ese coloso de las compras digitales, se encontraría en la picota, acusado de monopolio ilegal y manipulación de precios. Parece que la red de redes nunca deja de asombrarnos.
Hablar de Amazon supone inevitablemente adentrarse en el mundo de las cifras desorbitadas, del dominio indiscutible del mercado y, por supuesto, de la controversia. Sin embargo, si pensabas que habías conocido todas sus facetas, prepárate para una más. Ahora toca entrar en las profundidades de algo denominado ‘Proyecto Nessie‘, un nombre encriptado que esconde un algoritmo digno de novela de espionaje. Este software es sospechoso de participar en la manipulación de precios en Amazon y, también, en la de las plataformas de su competencia.
A pesar de la envergadura del golpe que supone esta revelación para la imagen de Amazon, la compañía no se queda de brazos cruzados. Acusa a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) de malinterpretar completamente el funcionamiento de los mercados minoristas. Según su Vicepresidente de Políticas Públicas, es absurdo pensar que igualar los precios bajos de otros minoristas pueda desembocar en precios más altos. En un intento de contraataque, advierten que las acciones de la FTC podrían dañar la competencia y la protección al consumidor.
Mientras, la FTC continua con su firme propósito de desvelar que Amazon ha «sofocado la competencia en precios». Solo el futuro dirá cuántos misterios más guarda el monstruo digital del ‘Proyecto Nessie‘. Pues, todo monstruo tiene un lago en el que habita y, en este caso, parece ser Amazon.
La novela en curso que envuelve al titán del comercio digital, Amazon, y su peculiar modus operandi, sigue sumando episodios dignos de melodrama al apasionante mundo del comercio minorista. En este capítulo, la mirada crítica se ha centrado en el gigante de las ventas online; no, no nos referimos a su anhelada conquista lunar (debo conceder que, su fundador, Jeff Bezos, no se conforma con nada menos que lo interplanetario). El elemento que está encendiendo la hoguera esta vez es una acusación por parte de la organismo regulador estadounidense, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), sobre hipotéticas manipulaciones de precios.
El ‘Proyecto Nessie‘, en lo que parece ser un capítulo extraído de algún relato de Julio Verne, emerge de las simas más profundas de Amazon y amenaza con causar un auténtico cataclismo en el paisaje financiero mundial. ¿Quiénes pueden verse afectados? Posiblemente tú, yo, y nuestro vecino que siempre tiene un paquete de Amazon esperándole.
Según los sabios mediadores de la FTC, Amazon, ese kraken de la economía digital, ha desplegado sus tentáculos hasta controlar los precios del mercado, empujando a sus competidores a incrementar sus tarifas. ¿Método? Un algoritmo tan enigmático y celosamente guardado al que se conoce como ‘Proyecto Nessie‘. Pero, ¿qué supone esto para nuestro vecino Juan, que fielmente tiene una cita pendiente con Amazon cada vez que ha de conseguir el regalo de cumpleaños de sus hijos? Probablemente, que los bolsillos de Juan están más vacíos y los de Amazon un poco más llenos.
Mi reflexión al respecto es la siguiente: Nos hallamos de nuevo frente al sempiterno dilema sobre la influencia de los gigantes tecnológicos y digitales en nuestra economía y en nuestras vidas; un dilema que se ve agravado con episodios turbios como el ‘Proyecto Nessie’. Aunque la opción de hacer clic y recibir lo que deseas en tu puerta no cabe duda que es cómoda, es crucial que nosotros, como consumidores, estemos bien informados y tomemos decisiones responsables y meditada sobre dónde invertimos nuestro dinero. Porque, al final del día, aunque sea un algoritmo el que calcule el precio, somos nosotros los que aligeramos nuestros bolsillos.
Estabas en modo jocoso, ¿cierto? Inicialmente, uno podría figurarse que esto simboliza la aparición del oscuro Ness de los algoritmos. Casi puedes visualizar a Nessie, emergiendo desde lo más hondo de su lago digital plagado de datos, arrojando precios sobredimensionados a los compradores desprevenidos.
No obstante, dejemos de lado la poesía de las Highlands. En términos concretos, la gravedad de este caso reside en el precedente que puede fijar. Si la Comisión Federal de Comercio (FTC) se alza con la victoria en su demanda, Amazon podría verse forzado a descorrer el velo sobre sus algoritmos de establecimiento de precios, detalles que los titanes de la tecnología suelen guardar bajo siete llaves. Esto podría propiciar una mayor transparencia, o bien atraer una lupa de mayor tamaño sobre los demás actores en el escenario del comercio electrónico.
Así que, por ahora, mantén un ojo avizor sobre tu cesta de la compra en Amazon – y quizás otro sobre el lago. Nunca se sabe cuándo Nessie decidirá volver a hacer acto de presencia.
Fuente de la noticia: https://arstechnica.com/tech-policy/2023/10/report-amazon-made-1b-with-secret-algorithm-for-spiking-prices-internet-wide/