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Introducción
- Los efectos: un incremento en el precio del petróleo, repercutiendo en los costos de gasolina que los consumidores estadounidenses no veían desde hace nueve meses. Un escenario que llega precisamente cuando Estados Unidos intenta controlar a la siempre temible inflación.
- Según Robert Yawger, de Mizuho Securities, ambos países están aprovechando estos precios elevados para financiar sus presupuestos. «¿Será esta la buscada estabilidad?»
- Por su lado, la Casa Blanca se mantiene positiva y alude a que los precios han disminuido desde el año pasado y seguirán trabajando para garantizar un mercado energético que favorezca el crecimiento económico. Sin embargo, el precio promedio de la gasolina regular se ha incrementado a $3.82 por galón, evidenciando un alza de 28 centavos en el último mes.
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Iniciativas de Arabia Saudita
- Subcategoría ‘El rol de Arabia Saudita en la OPEC’
- Subcategoría ‘Repercusiones de las políticas saudíes’
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Movimientos de Rusia
- Los expertos sostienen que estos movimientos ya estaban previstos en el juego del mercado petrolero, una obra que rivaliza en longitud con ‘Don Quijote’.
- Por tanto, si bien apoya las tendencias alcistas actuales, es poco probable que por sí misma impulse un ascenso destacado.
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Impacto en los precios del consumidor
En un tablero mundial donde el petróleo es el rey, Arabia Saudita y Rusia han decidido jugar con su propio mazo. Su jugada: mantener la secuencia de recortes en la producción y suministro de petróleo, ocasionando estragos en consumidores y mercados ya debilitados por su agotamiento financiero.
Arabia Saudita, el gallo imperante en el corral de la OPEC, ha optado por mantener su corte en la producción de un millón de barriles diarios durante septiembre. Y aunque esta decisión parece ser un esfuerzo por «apoyar» la estabilidad del mercado petrolero, cada vez se torna más ilusoria su concepción de estabilidad.
Rusia no se queda atrás y también anuncia recortes de exportación de 300,000 barriles diarios para el mes de septiembre. Dos tácticas similares, dos repercusiones globales. Así es el mundo petrolero, amigos míos.
A pesar de todo, será necesario seguir atentos a este complicado ajedrez del petróleo. Todas las señales apuntan a que este juego petrolero todavía tiene muchos movimientos por hacer.
Arabia Saudita, asumiendo la batuta de la OPEC, extiende su recorte en la producción petrolera al menos un mes adicional. El propósito de esta estrategia es el fortalecimiento de los mercados de petróleo a través del mantenimiento de su equilibrio y estabilidad. Con esta medida, la probabilidad de un aumento en los costes del combustible y otras variantes energéticas se hace más latente.
Por otro lado, el gigante europeo, Rusia, ha delineado un plan de recorte de sus exportaciones petroleras de hasta 300,000 barriles diarios durante el mismo mes. Cabe mencionar que esta noticia llega en un momento en que los precios del petróleo en EE.UU escalan posiciones, causando un incremento significativo en los costes del combustible para los estadounidenses, la cuota más alta en nueve meses.
Respecto a la situación, Robert Yawger, de Mizuho Securities, apunta que hay una dependencia de numerosos países de los altos precios del petróleo para financiar sus presupuestos.
La autoridad de Arabia Saudita dentro de la OPEC es notoriamente relevante. Gracias a su gran capacidad de producción y su habilidad para calibrar la misma, influyendo directamente en los precios del petróleo, Arabia Saudita se ha constituido como un actor crucial en el escenario energético global, y la reciente extensión del recorte de producción es un fiel reflejo de su influencia.
El impacto de las políticas de Arabia Saudita en los precios de la energía a nivel mundial es indiscutible. Su reciente decisión de prolongar el recorte de producción llega justamente cuando los precios del petróleo han experimentado un notable incremento, llevando los costes del combustible en EE. UU a su punto más alto en nueve meses.
Este hecho choca con los esfuerzos del país norteamericano por contener la inflación, y hace evidente la influencia de las decisiones saudíes en el ámbito global al variar el precio regular de la gasolina en EE.UU a $3.82 por galón, un aumento de 28 centavos en el último mes.
Resulta innegable que los intereses de la OPEC y, particularmente, de Arabia Saudita, entran en conflicto con los de los consumidores cotidianos. Pero, ¿hasta cuándo debemos aguantar? ¿Hasta cuándo los bolsillos de los ciudadanos de a pie pagarán el precio de los países productores de petróleo? Robert Yawger lanza una posible señal de alerta: si el precio llega a $4 por galón. Aflójese los dientes… o las billeteras. Por ahora, nos preguntamos, ¿hasta cuándo?
Los vaivenes económicos parecen danzar al ritmo del petróleo ruso. Moscú, en un movimiento comparable a una pirueta de ballet, anunció su intención de reducir las exportaciones de petróleo en 300,000 barriles diarios a partir de septiembre. Esta decisión resonará como una sutil disminución en el concierto mundial del mercado petrolero.
La melodía que nos aguarda es todavía incierta, pero es seguro que esta reducción, en concierto con la decisión previa de Arabia Saudita, no dejará impasibles a los mercados.
Este intento de Rusia de prolongar las restricciones, alza el telón incluso cuando los precios del petróleo han venido recuperándose. Esta coreografía ha hecho que los precios en las gasolineras estadounidenses alcancen su punto álgido en nueve meses.
Rusia y Arabia Saudita, financian sus presupuestos en gran medida de los precios elevados del petróleo, tal como notas en una partitura. Esto sitúa al resto del mundo en la pista de baile, siguiendo el compás del rublo y el riyal.
Aquí es donde comienza la danza de números y barriles, donde cada paso, por muy bien ensayado, puede modificar todo el resultado. Sin embargo, como hemos explorado anteriormente en nuestro estudio del impacto de la Generación Z en la economía, la influencia de estas decisiones puede ser variada.
El desenlace seguirá dependiendo de cómo las potencias petroleras interpreten sus propias partituras y de cómo nosotros, como espectadores, optemos por interpretarlas.
Finalmente, la economía es una danza compleja y como tal, es arte para todos, como decía Mikhail Baryshnikov: «El ballet es importante y significativo, sí, pero primero es un arte, y eso significa que es para todo el mundo». De igual forma, la economía es el arte de la gestión de recursos, accesible a todos.
Arabia Saudita y Rusia han tomado decisiones recientes en cuanto a la producción de petróleo que ponen en remojo el panorama de los precios del combustible y las energías alternativas. El protagonista es Arabia Saudita, que dirige la OPEC, al prolongar su recorte en producción de petróleo por otro mes, llevando a una intensificación del impacto en los costes del combustible y otras energías.
Para entender mejor, estos dos titanes petroleros están implementando acciones que implican la disminución de suministros. En concreto, Arabia Saudita mantiene su recorte voluntario producción petróleo de un millón de barriles diarios hasta septiembre. Además, Rusia ha esbozado planes para reducir exportaciones petróleo en 300.000 barriles diarios también para septiembre. Ambas acciones se deben a la búsqueda de estabilidad mercados petroleros y podrían tener impactos serios sobre el precio del petróleo.
Este aumento precios gasolina ha generado preocupaciones en Estados Unidos donde el promedio nacional de la gasolina regular ha escalado a 3,82 dólares por galón. El incremento, con 28 cts adicionales en el último mes, es el más alto en los máximos nueve meses. Este escenario crea desafíos para los ciudadanos que ya luchan contra la inflación y el alto costo del combustible y otras energías.
La Casa Blanca ha manifestado su inquietud sobre la situación y ha comunicado sus intenciones de trabajar de la mano con productores y consumidores para mantener la estabilidad de los mercados energéticos y facilitar la disminución de precios para los consumidores. Mientras que algunos expertos, como Robert Yawger de Mizuho Securities, argumentan que estos cambios podrían impactar futuros energéticos.
A largo plazo, es difícil prever el destino de los precios de la gasolina. Sin embargo, lo que está claro es que los consumidores se encuentran en el medio de estas fluctuaciones económicas y cómo estas podrían cambiar sus presupuestos. La colaboración entre productores, gobiernos y consumidores podría ayudar a equilibrar el mercado, pero solo el tiempo dirá cuál será el resultado final. Siguiendo un famoso dicho, «Keep calm and carry on».
Para finalizar, si estás interesado en la Generación Z y cómo están enfrentando la economía actual, te recomendamos leer nuestro post Empleos ‘para chicas perezosas’: ¿Oportunidad o riesgo para la Generación Z?
Fuente de la noticia: https://www.cnn.com/2023/08/03/energy/oil-production-cut-saudi-arabia/index.html