Nombre del autor:Alvaro Garrido

Cox Automotive prevé una posible estabilización en los precios de los vehículos de segunda mano, según sus análisis, que registran un incremento mínimo del 0,2% en agosto respecto a julio. Este aumento es el más bajo del año, dilucidando una tendencia a la baja en respuesta a la pandemia y la problemática cadena de suministro. A pesar de una disminución del 7,7% con respecto a agosto del año pasado, el indice de precios sigue siendo alto con respecto a los niveles históricos, lo que podría repercutir en la fluctuación de los precios al consumidor en los próximos meses. El analista principal, Chris Frey, considera que esta leve recuperación no alude a un cambio significativo en los precios, que espera que se mantengan estables debido a las expectativas de ventas y los inventarios restringidos. Cox también estima un aumento en las ventas de vehículos usados del 5% en agosto respecto a julio. A pesar de la inflación de los precios durante la pandemia por la escasez en producciones nuevas, Cox anticipa una «recuperación lenta y gradual» con retorno a los precios pre-pandémicos para el 2028.

En respuesta a un récord de demanda energética y una producción hidroeléctrica más baja, India ha aumentado su dependencia del carbón para la generación de electricidad. Debido a un monzón anual más seco de lo habitual, el consumo eléctrico fue inusualmente alto para agosto, impulsando la generación de electricidad a un récord de 162.7 billones de kilovatios hora. A su vez, debido a una disminución en la demanda de carbón, India ha podido reducir su importación de este recurso en un 24%. A pesar de depender más del carbón, el país sigue buscando expandir su capacidad de energía renovable, con planes para aumentar su producción no fósil a 500 GW para 2030. Sin embargo, para alcanzar ese objetivo, deben agregar 43 GW de capacidad renovable cada año, un ritmo triple al de los últimos dos años.

El sector inmobiliario de China, que aporta casi el 30% de la producción total del país, se encuentra bajo una intensa presión. El desplome de 53 empresas constructoras en sólo dos años se debe en gran medida a la elevada deuda de los promotores y a una demanda cada vez más lenta de nuevas propiedades. Como resultado, se ha producido una caída dramática en el valor de los bonos de estos desarrolladores, perdiendo un 87% de su valor, de 1549 mil millones a 1355 mil millones en bonos pendientes. Además, este problema está generando tensiones significativas en la economía china, afectando su crecimiento. De hecho, el PIB del segundo trimestre registró un crecimiento del 6,3%, menos de lo que los economistas esperaban. Las proyecciones para 2023 y 2024 son desalentadoras. Country Garden Holdings, el mayor desarrollador de China, corre el riesgo de ser el próximo en caer, a no ser que pueda chafar dos bonos vencidos antes de que finalice el plazo de gracia de 30 días. Aunque se espera que el gobierno chino estimule el debilitado sector, aún no ha tomado ninguna acción decisiva, situando al sector inmobiliario como un factor crucial que podría frenar el crecimiento económico del país.