Nombre del autor:Alvaro Garrido

Ahorrar para la jubilación es fundamental, pero calcular la cantidad precisa puede ser un reto debido a la imprevisibilidad de la longevidad y la inflación. Sin embargo, hay reglas generales que pueden ayudar: Fidelity sugiere acumular 10 veces tu salario para la jubilación, aunque algunos expertos incrementan este objetivo a 12 veces. Usar estas cifras como punto de partida y ajustarlas según tus metas personales puede ser provechoso.

Generalmente, los jubilados necesitan 70%-80% de su último sueldo. Por ejemplo, si ganabas $100,000 anuales, deberías aspirar tener acceso a $70,000 – $80,000 anuales como ingreso de jubilación, lo cual no necesariamente debería venir solo de ahorros, sino también de la Seguridad Social o pensiones.

Es importante también considerar el estilo de vida que deseas tener al jubilarte. Si planeas reducir gastos o viajar más, estos factores deben ser incluidos en tus cálculos. Aunque es difícil predecir exactamente cuánto necesitarás en la jubilación, a medida que la jubilación se acerca, esta cifra será más definida. Mientras tanto, aporta tanto como puedas a tu IRA o 401(k): no hay límite para ahorrar para la jubilación. Estar en una posición donde puedes reemplazar el 100% de tu último salario es óptimo.

Reciente investigación de la Universidad de Harvard indica que el alquiler de viviendas en EE.UU ha alcanzado niveles insostenibles para la mitad de los inquilinos. Amplificado por la pandemia, el coste de la vivienda ha llegado a representar más del 50% los ingresos de la mitad de los alquilinados. Esta lamentable realidad se ha amplificado en todos los segmentos de ingresos, no exclusivamente en los grupos de bajos ingresos. La tasa de personas sin hogar ha llegado a niveles récord debido a la falta de viviendas asequibles. Aunque la desaceleración del mercado inmobiliario parecería presentar un alivio, esto no beneficia a los más necesitados. Los alquileres a pesar de haber ralentizado su crecimiento siguen estando más altos que antes de la pandemia, convirtiendo la mayoría de las nuevas construcciones en una opción inasequible. Frente a esta situación, más personas son elegibles para subsidios federales de vivienda, pero estos no han podido seguir el ritmo de la creciente demanda.