Las personas que habitan África y Latinoamérica tienen la necesidad de un dinero que los proteja de los desmanes de gobiernos que ejecutan políticas dañinas en las divisas nacionales como Bitcoin.La estabilidad política y económica de estas regiones no son precisamente la norma, sino la excepción. En determinados países de África, la pobreza, guerras civiles y férreas dictaduras dejan a su paso una impronta de desesperanza.
Otro tanto se puede decir de Latinoamérica, un subcontinente en el que muchos países experimentan un retroceso sistemático de sus instituciones y sus economías, explicado parcialmente por el giro que las naciones que las constituyen han experimentado en el sistema socialista, siendo Venezuela el caso más notorio, y Colombia el caso más reciente.
A diferencia de los países desarrollados como Estados Unidos y Europa, en donde Bitcoin es visto como una «acción tecnológica» o «inversión especulativa», tanto en África como en América Latina, la criptomoneda se ha convertido en un bien que es inmune al abuso de la impresión de dinero fiduciario desmedida por parte de sus gobernantes.
Uso creciente de Bitcoin en África y Latinoamérica
Si vives en alguna de estas regiones, entonces no te resultaría extraño por qué Bitcoin sería una alternativa a considerar. África es el continente con el mayor volumen de comercio entre pares de Bitcoin en el mundo.
De acuerdo a la data suministrada por Chainanalysis, el continente tiene la mayor proporción de su volúmen total de transacciones en transferencias minoristas que cualquier otra región del planeta con poco más del 7%, en comparación del promedio mundial del 5,5%.
Como contexto el África ha sido un territorio cuya extracción de sus recursos naturales, junto con su pasado de comercio de personas que se usaron como esclavos y enviados a las colonias de América hace poco más de 500 años, a día de hoy ha hecho daño en sus posibilidades de progreso material y humano.
Esta tendencia puede revertirse si deciden usar a Bitcoin como dinero.Uno de tantos legados negativos dejados a esta parte del mundo es el uso de una divisa fiat llamada Franco CFA, moneda introducida por Francia a sus colonias y que a la fecha aún ejerce señoreaje en algunos países.Creado en 1945, es una espada de Damocles en 15 países africanos.
Un Franco CFA equivalía a 1,70 francos franceses en 1945. 50 años después, cuando Francia se pasó de su divisa local al Euro, un Franco CFA equivalía a 0,01 francos en 2002, fiel reflejo de la devaluación de esa moneda por parte del gobierno francés. El Franco CFA perdió el 17.000% de su valor en un lapso de 52 años.
Bitcoin surgió como un bote salvavidas debido a que en determinados países de África, amén de lo inflacionaria que son sus divisas locales, se les prohíbe comerciar con el dólar estadounidense. Recientemente en Nigeria sus ciudadanos no tuvieron otra alternativa que utilizar la criptomoneda para saltarse los controles de cambio y así poder hacer sus transacciones comerciales. Si bien el gobierno de esa nación ordenó la prohibición de Bitcoin, su característica de inconfiscabilidad hizo que se vieran obligados a echar para atrás dicha restricción.
Latinoamérica no dista mucho de las características negativas inflacionarias y políticas de África. La región también dispone de diversos y abundantes recursos naturales y humanos para potenciar de forma favorable su economía.
No obstante,desde su periodo post colonial es víctima de un bucle que va desde frágiles democracias hasta dictaduras militares, y actualmente híbridos de dictaduras socialistas en las cuales la cúpula y sus allegados en un supuesto de redistribución de riquezas se apoderan de la mayor parte de ella.
En consecuencia,esta región del mundo también observa una creciente adopción en el uso de Bitcoin como medio de intercambio y almacenamiento de valor. Incluso se asume la volatilidad en el precio de Bitcoin, siendo a mediano y largo plazo positiva en comparación con las altas tasas de inflación de las divisas fiat en casi todos los países del subcontinente.
Desafíos del uso de Bitcoin en estas regiones
Por supuesto, la adopción tiene sus matices. Por ejemplo: En Venezuela existe una «Superintendencia de Criptoactivos», que es el ente gubernamental que busca regular las actividades relacionadas, no sólo de Bitcoin, sino de las demás criptomonedas del espectro. En Bolivia y en Ecuador (la moneda de curso legal en Ecuador es el dólar estadounidense) está prohibido Bitcoin, pero se conoce de su uso en esos países, El Salvador es el primer país a nivel mundial que adoptó Bitcoin como moneda de curso legal, aunque con contratiempos a nivel político y comercial.
En el resto de los países se han dado paulatinas adopciones, con ciertas «zonas grises» en su legislación. Sin embargo, todo esto no le resta importancia a su uso por todos aquellos ciudadanos quienes valoran las características que Bitcoin ofrece (inconfiscabilidad, incensurabilidad, escasez programada, amplia distribución geográfica, fácil portabilidad), quienes lo usan sin lugar a dudas.
Su uso en Latinoamérica ha presenciado novedosos casos de uso: Desde compra de bienes muebles e inmuebles utilizando Bitcoin, incremento en la región en el número de cajeros automáticos de Bitcoin, la apertura de exchanges en varios países tales como Binance y Bybit, y cómo no, estafas y cibercrímenes.
Esto no desmerece una de las virtudes por la cual Bitcoin hace la diferencia, y es la inclusión de una gran parte de su población no bancarizada. También el envío y recepción de remesas con Bitcoin permite eliminar los trámites burocráticos propios de sistemas heredados,elimina de un plumazo controles gubernamentales, y el ahorro de un importante porcentaje de comisiones asociadas. Todo a la descarga de una wallet de distancia.
Como dato adicional, me gustaría decir que no todo es un camino color de rosas para Bitcoin en estos lugares. Por las características de inestabilidad política y social que estos espacios geográficos tienen, no sería muy sensato andar por ahí vociferando a los cuatro vientos que se tienes una cantidad significativa de Bitcoins.
Es muy difícil que te los quiten, pero no imposible. Las torturas y otros métodos nada amistosos pueden usarse en tí si de buena gana no quieres ceder el control de tus claves secretas donde almacenas tus preciados satoshis.
Tampoco tenemos a favor a entes supranacionales tales como el FMI, que, nacido en la bendición del dinero fiat, ha emitido informes en los cuales, lejos de ver a Bitcoin como una cobertura probada contra la inflación,más bien lo tildan de una herramienta apta para corruptelas y ocultamiento de la identidad. Porque…¡Cómo aman estas instituciones vincular tus operaciones económicas con tu domicilio, nombre y número telefónico!
De esta forma puedes intuir que Bitcoin constituye tanto en África como en América Latina una alternativa viable al sistema financiero imperante en esas regiones. Además, a mediano y largo plazo, de acuerdo a su historial, Bitcoin permite la preservación del valor del esfuerzo humano a través del tiempo, así como la posibilidad de comerciar a través de las fronteras sin fricciones.
Las personas son muy despiertas en el manejo de su dinero, por ello, en la medida en que se aprecie un crecimiento del uso de Bitcoin en estas regiones, inevitablemente se observarán progresos significativos en sus economías locales, regionales y a nivel global.
No es menos importante señalar que los países de América Latina y África se enfrentan a una disyuntiva importante en el plano económico la cual a mediano plazo vamos a poder observar claros ganadores y perdedores. En el plano ganador veremos a quienes tengan la visión de usar a Bitcoin como dinero sólido, almacenando valor en el tiempo y comerciando de forma fluida, usándose como medio de pago. Y en el plano perdedor veremos tanto a individuos y empresas, en caso de que no se adapten a los cambios tecnológicos que Bitcoin propone.
No obstante, también pueden escoger continuar intentando arreglar sus propias divisas, y no perder el inmenso poder que les da a los gobiernos emitirlas; elegir ser súbditos del dólar, cediendo el poder de emisión a Estados Unidos; o pueden adoptar los criptoactivos como su base monetaria.
Durante los próximos años veremos qué países de África y Latinoamérica obtienen ventajas competitivas si seleccionan a Bitcoin de acuerdo a las regulaciones, el comportamiento de los agentes económicos y cómo se mueve el entorno macro internacional. También sería sumamente importante observar tendencias e informarse activamente para recopilar datos sobre la evolución económica y política de estos países para que nos pueda reportar buenos beneficios si los sabemos interpretar.