Caída en Precios de Viviendas Nuevas y su Impacto en la Economía China

Introducción al declive en el sector inmobiliario chino

En la época dorada de la economía global, las metrópolis chinas parecen haber bebido demasiado rápido un refresco de burbujas que, de repente, se asemeja a un globo desinflándose apresuradamente. Esta caída vertiginosa está dejando un sabor amargo en el mercado inmobiliario chino: el coste de las casas nuevas disminuye por cuarto mes consecutivo, una serie imparable que no se veía desde que la impacto COVID-19 mercado inmobiliario.

• Se libra una lucha de cifras: la reducción del 0,3% en octubre hace eco a la baja del 0,2% de septiembre. ¿Se trata de una guerra por tocar fondo o solo de una inmersión en rojo lo suficientemente profunda como para alertar?
• Los cimientos se vuelven más inestables con cada jornada, y el temor del endeudamiento, esa zozobra que provoca la falta de dinero, crece sin cesar.
• Los proyectos inmobiliarios dan una pausa, que parece extenderse más de lo planeado, mientras la deuda corporativa y las nuevas regulaciones inmobiliarias China frenan el desarrollo de la construcción.

Las medidas adoptadas por las autoridades para respaldar el sector no han logrado cambiar el rumbo. Ni la desregulación para la adquisición de viviendas ni recortes en los costos de créditos inmobiliarios, que hubieran desatado una euforia compradora en otros tiempos, parecen relevantes hoy. Los posibles compradores, como princesas atrapadas por un dragón de la desconfianza, temen no recibir sus ansiadas propiedades a tiempo.

• Sin embargo, aun con el castillo de naipes inmobiliario apunto de desplomarse, otros sectores, como producción industrial y las ventas al detalle, superan las expectativas en octubre.
• Aunque, eso sí, la inversión se ralentiza y las apuestas sobre vivienda disminuyen considerablemente.

Con una mano se da, y con la otra se…bueno, el Banco Central China financiamiento, planea inyectar al menos 137 mil millones de dólares en financiamiento de bajo coste para respaldar el desarrollo de programas renovación aldeas urbanas China y la construcción de viviendas asequibles China. No obstante, el panorama económico del gigante asiático cada vez luce menos estético, manchado con los tonos oscuros de una próxima crisis inmobiliaria China, especialmente en sus mayores ciudades.

• El cuadro económico de China es inmenso y complejo, con una área inmobiliaria que baila al borde del precipicio. Pero recordemos que, al final, es el espectador quien interpreta lo que ve y percibe.
• Quizá sea hora de usar una lente de aumento y analizar más de cerca las repercusiones que estas fluctuaciones pueden tener en nuestro querido mundo globalizado, más interrelacionado que nunca.

Abróchate el cinturón, porque en esta montaña rusa económica, el viaje apenas comienza.

Retos y regulaciones en la industria inmobiliaria

Desde el 2020, el mercado inmobiliario China ha tenido que afrontar un naufragio de considerables proporciones debido a las regulaciones inmobiliarias China introducidas con la intención de suprimir comportamientos especulativos y controlar la expansión de la burbuja de endeudamiento. Este embate, lejos de ser un bálsamo, ha desembocado en una tormenta donde la solvencia se desvanece y los riesgos de impagos se agigantan.

• ‘Sobresaltos de liquidez y peligros para los promotores’

• El estrecho cerco que el gobierno chino ha impuesto sobre el territorio inmobiliario ha alcanzado, de lleno, a sus principales protagonistas: los promotores inmobiliarios. La liquidez, que antes era un temor latente, ahora se enmarca como una afilada guadaña que amenaza su supervivencia. La acumulación de deuda de antaño regresa, como un péndulo inclemente, para poner en entredicho la estabilidad de multitud de promotores que se ven incapaces de afrontarlo.

• Este fenómeno es exacerbado por la amenaza de impagos, que se ha agudizado ante la cautela de los compradores, dada la atmósfera de incertidumbre. Esta espiral infernal en la que la falta de compras impide a los promotores saldar sus compromisos financieros, engendra más miedo y desconfianza entre los ciudadanos, lo que desemboca en un descenso en las ventas.

• ‘Primeros auxilios gubernamentales y su impacto’

• Para incursionar en la normalización y hacer frente al debilitamiento del sector inmobiliario, las autoridades chinas han trazado distintas rutas. Entre ellas, palabras mayores como la relajación de las restricciones para la compra de viviendas y menguar los costos de los préstamos. Sin embargo, al margen de su posible atractivo, el eco de estas maniobras ha sido tenue.

• Diversas y complejas son las causas, pero se encuentran principalmente en la incertidumbre viviendas pre-vendidas que envuelve al sector inmobiliario. Fallos en plazos de entrega, temor al quiebre de las inmobiliarias o desconfianza en la valoración precisa de los bienes raíces, son sólo algunos de los aspectos que desalientan a los compradores potenciales.

• Lo innegable es que la industria inmobiliaria china está en una disyuntiva. Las estrategias seguidas hasta ahora no han logrado infundir la confianza necesaria para reactivar su pulso. Esto supone que los resortes públicos han de pasarse por la quilla y plantear soluciones de más calado, en especial para los pobladores de las grandes urbes, donde el fuego es más intenso.

• Se alza la demanda de una regulación más afinada y efectiva que procure un equilibrio entre las necesidades de las partes implicadas y proteja el edificio económico del país de un severo desplome. Sin duda, el desafío es mayúsculo y el mundo observa con avidez cómo el titán asiático gobernará este complicado vuelo.

Repercusiones económicas y vistas a futuro

Mercado inmobiliario China: la reciente disminución en el valor de los inmuebles nuevos en la nación asiática viene a enturbiar el panorama de un mercado de la construcción que, durante largo tiempo, se erigió como bastión del crecimiento económico chino. Este es el cuarto mes consecutivo en el que los precios resbalan cuesta abajo, una tendencia que se ha dejado sentir en multitud de ciudades, un registro jamás visto desde el apogeo de la crisis del COVID-19 el pasado año.

El escepticismo de los potenciales compradores es uno de los factores que ha dado el golpe de gracia al mercado inmobiliario. Por lo visto, los interesados se muestran reacios a adquirir propiedades a la espera de su construcción, presos del recelo ante la posibilidad de que los plazos prometidos por las constructoras no se cumplan en término. Para contrarrestar este revés, las autoridades chinas han puesto sobre la mesa medidas como la liberalización de las restricciones a la compra de viviendas y la reducción de los costos de financiamiento. No obstante, mientras los compradores sigan atormentados por la idea de que las casas no estarán listas para las fechas comprometidas, la demanda seguirá flaqueando.

• Tendencia mercado de la vivienda China: Este declive en los valores de la vivienda camina de la mano con avances en otros sectores de la economía de China, como la producción industrial y las ventas al por menor, que superaron todas las previsiones en el mes de octubre. A pesar de ello, la inversión global se mantiene a un ritmo moderado, mientras que las ventas e inversiones inmobiliarias muestran claras señales de desgaste.

• Los vaivenes de este mercado también han desencadenado inestabilidad en el Banco Central de China. A pesar de haber proyectado un desembolso que supera los 137.000 millones de dólares en financiamiento de bajo costo para los programas de renovación de asentamientos urbanos y viviendas económicas, queda patente que las directivas inmobiliarias en las principales ciudades del país necesitan un fortalecimiento urgente.

Así las cosas, la predicción económica de China está sumida en la niebla, evidenciándose las fisuras en su recuperación económica debido al terremoto del sector inmobiliario. Con todo en contra, el Banco Central de China hace gala de una insistencia a prueba de fuego en su apuesta por un financiamiento asequible, con la esperanza de espolear la recuperación por la vía de la inversión en la renovación urbana y la construcción de viviendas de bajo coste. Y ahora solo nos queda esperar y mirar al horizonte para ver si esta táctica consigue enderezar el mercado inmobiliario del gigante asiático y estabilizar su desafiante economía.

Conclusión sobre el estado de la economía china

Mercado inmobiliario China parecía mantener una relación simbiótica entre su sector inmobiliario y la economía. Atrás quedaron los días en que el terreno urbanizado era el monarca incontestable. Se desmorona, hoy, cual castillo de naipes al viento. ¿Estamos ante un riesgo, tal vez, de un juego de alto voltaje por parte del gigante oriental? Tras varios meses con la economía en tela de juicio, los inversores ponen el ojo -y con recelo- a la mano que podría batir la mesa de las finanzas globales.

Antaño, la economía china y su inmobiliaria eran dos caras de una moneda. Un cuarto del PIB de la nación se sustentaba en la fortaleza de sus inmuebles. Ahora, sin embargo, la estabilidad parece evaporarse, tal castillo construido sobre cimientos de arena.

• Rigidez en la liquidez,
• aumento del riesgo de impagos,
• marcos regulatorios cambiantes y
• retrasos en proyectos;

Todos ellos son los protagonistas que suben a escena en este espectáculo de sombras.

Al margen, las medidas del Gobierno chino, que en otros tiempos habrían aparecido como el superpegamento que mantenía en pie los edificios, han perdido su eficacia. Asistimos a esos instantes de desazón donde tu superpoder falla y las estructuras comienzan a derrumbarse.

Pese al auge de la producción industrial China y ventas minoristas China, el escenario se oscurece cuando asistimos al tambaleo de las inversiones y ventas de inmuebles, los pilares centrales de la economía. ¿Estamos ante una mera ilusión o es el preludio de un nuevo ciclo económico?

China ostenta aún una habilidad casi sobrenatural: su influencia y la propagación de sus crisis económicas más allá de sus fronteras. Esta incertidumbre inmobiliaria no queda circunscrita dentro de sus linderos. Se asemejaría más a una ruleta rusa de giros impredecibles.

Nos encontramos, al final del día, frente a la duda. A los problemas ya existentes se suma otra pregunta: ¿Serán los 137 mil millones de dólares que el Banco Central China pretende inyectar suficientes para contrarrestar la crisis? ¿Podrán las zonas urbanas y los alojamientos asequibles aplazar la llegada del invierno financiero? Y, por otro lado, ¿Está China realmente preparada para enfrentar las repercusiones de un severo ajuste en el área inmobiliaria?

La incertidumbre reina y las certezas escasean. Estamos en un instante crucial, donde el análisis, el aprendizaje y la preparación es más esencial que nunca. ¿Estás preparado para encarar estos cambios?