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Introducción a la deflación en China
Permíteme ponerlo así de forma llana y directa: China está enfrentando un serio embrollo económico. No hablo de un simple estornudo en el panorama financiero, sino de un descenso gélido. Concretamente, un descenso en los precios al consumidor de un 0,5%, la caída más aguda en tres años, dando la voz de alarma ante un posible escenario de deflación en lo que es la segunda economía global más robusta del mundo.
Para aquellos a los que el término deflación les resulta ajeno, no tiene que ver con perder kilos de más. Significa la disminución en el nivel general de precios en la economía, un indicador innegable de la debilidad de la demanda interna en China. Un hecho que sorprende al superar ampliamente las expectativas que tenían los académicos más destacados del impacto económico panorama internacional.
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Los precios al productor están, por su parte, a la baja. Se encuentran en un nivel tan reducido que casi parecen estar jugando al limbo. ¿El motivo? Se debe principalmente a una caída del 3% en el coste de las materías primas durante el último año.
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Por si lo anterior fuese poco, se le suma una crisis de liquidez en el sector inmobiliario, un ritmo de crecimiento lento y una recuperación más pausada si cabe debido a los estrictos controles por la COVID-19 durante los últimos tres años. El resultado es un panorama más sombrío que el final de cualquier film de Lars Von Trier.
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La demanda del consumidor ha sido tan azotada que se asemeja a un saco de boxeo tras una pelea. Esta situación ha obligado a las autoridades a tomar medidas drásticas como recortar las tasas de préstamos clave, y emitir nuevos bonos para apuntalar el crecimiento económico. Pero, por desgracia, aún no hemos visto grandes rescates hacia los promotores inmobiliarios.
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No cabe ninguna duda que China tiene problemas y sus líderes son conscientes de ello. El propio Xi Jinping, lejos de ocultar la realidad, ha advertido que la recuperación económica del país se encuentra en una etapa crítica.
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En definitiva, nos encontramos ante una China repleta de incertidumbre económica. Aún queda por ver cómo se desarrollará la situación, pero los próximos meses serán vitales para el futuro de la economía del país. Por supuesto, no todo tiene por qué ser negativo. Después de todo, la incertidumbre también suele ofrecer oportunidades. Pero esto, mis estimados lectores, es otra historia.
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Impacto de la deflación en la economía china
Sumido en un mar de cifras en declive, el coloso asiático intenta mantener el equilibrio en el filo de una economía acosada por el fantasma de la deflación. Más atónito que nunca, su interior todavía retumba con el eco del 0,5%: un porcentaje nada trivial, puesto que marca la caída de precios al consumidor más precipitada de los últimos tres años. Pero hay más: los precios que los productores deben soportar, esos monstruos que se nutren del coste de las materias primas, han sufrido un derrumbe del 3%. Y sí, ellos también están en una competición para ver hasta dónde pueden caer.
Si retrocedemos hasta julio, hallaremos un panorama deflacionario que se manifiesta, se disipa en agosto y vuelve a surgir en octubre como una especie de juego de escondidas al revés. La cuestión es que estos movimientos económicos siguen presionando una ya sobreexigida hucha que ya cuenta con sus propios quebraderos de cabeza, desde la crisis de liquidez jugando al juego de las sillas con su versión más eficiente hasta una recuperación pospandémica que se toma su tiempo, como un apacible paseo dominical.
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La demanda del consumidor, ese habitual salvador de situaciones complicadas, también se muestra algo reticente a volver al ruedo. Mientras tanto, las autoridades chinas, directoras de este concierto, han establecido una meta de crecimiento económico de un modesto 5%, renunciando con ello a la idea de una expansión a pasos agigantados.
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El sector inmobiliario, otro actor clave en este drama económico, enfrenta un enfriamiento que se prolonga incesante. A pesar de que, desde los órganos de gobierno, se han lanzado medidas de salvaguarda como recortes en los tipos de interés clave y emisiones de nuevos bonos, no han decidido dar ni un paso hacia rescates masivos de constructores. Parece que alguien ha olvidado releer ese manual titulado «Cómo manejar crisis inmobiliarias: 101».
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De repente, nos adentramos en la compleja maraña de préstamos y hallamos a nuestro líder chino, Xi Jinping, haciendo sonar la señal de alerta. Manda un mensaje contundente: aún nos encontramos en una «fase crítica». Las autoridades inundan el ambiente con promesas de fortalecer el apoyo fiscal y monetario, mientras que, al otro lado del mundo, Moody’s Investor Service frunce el ceño y otorga una perspectiva negativa a la calificación crediticia de la potencia asiática.
La metáfora del Titanic económico se vuelve cada vez más palpable con la bancarrota de Country Garden, una pérdida abrumadora que subraya las repercusiones de un mercado inmobiliario en crisis de identidad. En contraposición, en otras regiones donde la COVID-19 ha perdido fuerza, observamos a la inflación jugando con los precios al consumidor.
Esperemos que las ventas al menor ofrezcan un poco de color a este cuadro económico plagado de grises. Pero hasta que eso ocurra, una cosa está clara: China está atrapada en una vorágine de ajedrez con la deflación y no parece tener la partida ganada.
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Especulaciones económicas sobre China
China, ha estado flirteando con la sombra de una amenaza denominada deflación. Esta aparece encapuchada, decidida a instaurarse en los epicentros financieros del gigante continental. Pero, ¿qué está causando este deslizamiento en los precios al consumidor en China? ¿Será reflejo de su actualmente cansado ritmo económico, la temblorosa situación inmobiliaria o los recientes torbellinos financieros que ha enfrentado?
Este Noviembre, el índice de precios al consumidor en China cayó en picado un 0.5%, siendo esta la caída más severa que hemos visto en los últimos tres años. ¿Cómo debemos interpretar esto? ¿Es acaso China una víctima más de la deflación que viene erosionando otras economías globales? ¿O estará este fenómeno, más bien, fermentándose en su propia cocina, derivado de demonios internos de su economía?
- Ayuda financiera posible a regiones en crisis y problemas en el mercado inmobiliario
En tiempos más recientes, la nación del dragón rojo parece tambalearse bajo el terremoto en su sector inmobiliario. El desarrollador privado más grande del país, Country Garden, ha ondeado la bandera blanca, declarándose en quiebra junto con la empresa Zhongzhi.
Moody’s, la reconocida agencia de calificación de riesgo, decidió someter la calificación crediticia de China a una merma, volviéndola negativa. ¿Qué significa esta decisión de Moody’s sobre la calificación crediticia de China? ¿Podría estar relacionado con la caída de Zhongzhi y Country Garden?
El país sigue luchando por liberarse de las garras de las restrictivas medidas por la COVID-19 que llevan vigentes desde hace ya tres años. Todo sumado, hace que la recuperación económica de China continúe siendo un sendero escarpado.
Finalmente, durante la próxima semana serán publicados los datos de crecimiento de ventas minoristas de Noviembre. Si se mantiene la tendencia alcista que comenzó con un crecimiento del 7.6% en Octubre, la economía de China podrá respirar un poco. Si no, parece que China podría seguir siendo un territorio deflacionario.
Por lo tanto, parece que China se encuentra bailando un tango económico con una pareja de baile que no resulta ser de su agrado: la deflación. Un país que, pese a todo, sigue siendo un punto de referencia económico mundial, pero que en estos momentos navega en aguas inciertas y con un horizonte que parece más lejano debido a la bruma financiera que le rodea. ¿Cómo afectará esto a las finanzas descentralizadas y la inversión en criptomonedas?
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La lucha china por impulsar el gasto del consumidor
La coyuntura económica en la segunda potencia mundial no deja lugar a dudas: es apasionantemente inquietante. Un inusual desplome del 0,5% en los precios de consumo surca nuestras mentes. Y es que, este fenómeno deflacionario se ha abierto paso de manera sorprendente justo cuando el país se enfrenta a duros desafíos económicos, como crisis de liquidez en el sector inmobiliario, debilidades comerciales y una lenta recuperación tras el zarpazo de la COVID-19.
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Sin embargo, no todo es un tumulto de negatividad. O a lo mejor sí, cada cual con su perspectiva. La demanda del consumidor, ese espectro invisible pero omnipresente, ha mostrado cierta resistencia a levantarse. Recordemos un poco los acontecimientos: los precios de consumo se adentraron en territorio deflacionario en julio, mostraron cierto vigor en agosto y volvieron a tropezar en octubre. De manera paralela, las autoridades han fijado para el 2023 un objetivo de crecimiento económico del 5%, la cifra más moderada en décadas.
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¿Qué acciones están implementando para revertir esta tendencia? Bueno, no podemos olvidar que han ajustado las tasas de préstamos claves y han emitido nuevos bonos para sostener el crecimiento. Pero, podríamos aventurar que se han detenido en la antesala del rescate a gran escala de los constructores. A esto se suma que el mandamás del país, Xi Jinping, recientemente nos ha recordado que el repunte económico de China sigue en una «etapa crucial». Desde luego, no podemos estar más de acuerdo.
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Para añadir un poco de dramatismo a la escena, Moody’s decidió rebajar su perspectiva sobre el rating crediticio de China a negativo. Sin duda, el ímpetu económico del gigante asiático ha sufrido un revés; basta con observar lo sucedido con Country Garden, el mayor desarrollador privado del país, y la empresa de inversión Zhongzhi.
Puntuamos el día con el contraste agudo entre la debilidad en los precios al consumo en China y la inflación en otras economías postpandémicas. Los datos evidencian una merma en las importaciones de un 0,6% el pasado mes. Sin duda, infundir confianza y animar el gasto del consumidor en estos tiempos suena a hazaña hercúlea.
De cara a la semana próxima, se espera la publicación de los datos de crecimiento de las ventas minoristas de noviembre. Si mostramos una visión optimista, podríamos decir que en octubre aumentaron un 7,6%. Pero la cuestión es: ¿avizora esto el amanecer de un cambio auspicioso o es simplemente la calma que precede a la tempestad? Sólo el tiempo tiene la respuesta.
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Previsiones económicas: el futuro de las ventas minoristas en China
Navegando en la tormenta deflacionista hacia posibles horizontes más brillantes, nos encontramos ante el fascinante porvenir del comercio minorista en China. Un pequeño avance: augura una travesía llena de sorpresas.
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Con cada nuevo mes, los datos arrojados por el coloso del oriente dibujan un intrigante duelo de estrategia. El tablero ahora se denomina «Comercio Minorista». ¿Tendrá China las cartas ganadoras en este envite?
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Es imposible olvidar que en noviembre nos pegó un revés con la caída del 0,5% en los precios al consumidor, señal que, seamos sinceros, resulta un tanto alarmante conforme el país avanza hacia una posible deflación. Sin embargo, incluso esta deflación potenciada podría contener dentro suyo una ventaja oculta. En este vaivén económico es donde el comercio minorista tiene el potencial de ser un factor determinante.
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En octubre, el comercio minorista presentó un vibrante avance de un 7,6%, aunque es verdad que este positivo dato puede verse favorecido por un efecto reactivo en comparación con el año pasado… ¿alguien recuerda el COVID-19 y sus consecuentes confinamientos? Quizás parezca un eco del pasado vago, pero la realidad es que hace pocos meses aún eran una constante.
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Predecir la economía global puede ser un tanto parecido a intentar acertar el marcador de un partido de fútbol en medio de un espeso banco de niebla. Pero aún así, persiste un atisbo de esperanza de que los próximos datos económicos podrían confirmar un crecimiento continuado en el comercio minorista de China. Tal vez no con el ritmo desenfrenado de la samba, pero sí al menos, a un compás que motive al dragón oriental a seguir danzando.
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Pero recordemos siempre que aquellos mismos datos próximo a publicar podrían darle una estocada a este razonamiento, dejándonos boquiabiertos. Así es la economía, amigos. Un entramado complejo, un zigzag incierto, pero… ¿no es acaso por eso mismo increíblemente emocionante?
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Por lo tanto, en espera de que los datos futuros nos ofrezcan más un enérgico despliegue flamenco que un pausado vals, aguardamos con ansia la próxima divulgación del mercado minorista de China. El gigante asiático todavía tiene que efectuar su próxima jugada… y está en sus manos que sea una jugada ganadora.
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Conclusiones sobre la situación económica en China
El inédito desplome de los precios en China, la segunda economía más potente del globo, parece estar enviando temblores más allá de su milenaria muralla. ¿Vas a dejar que la situación del gigante asiático eclipse tus sueños inversores? Esperamos que no, y estamos aquí para guiarte, de la mano, por este laberinto económico.
En noviembre, los precios al consumidor en el país oriental descendieron un 0,5%. Podría parecer insignificante, pero es la caída más dramática en tres años y apunta hacia una deflación que, con cada segundo que pasa, se intensifica. Los dardos analíticos dirigidos a los precios del productor, en gran medida regidos por el coste de las materias primas, también decayeron un 3% y han permanecido en el inquietante territorio deflacionario durante el último año.
- Los expertos avezados (como nosotros, naturalmente) intuíamos que la deflación se acercaba y nos preparábamos para su embate. Pero ni las predicciones más catastróficas auguraban este nivel de desmoronamiento. Toma asiento y presta atención: China está bajo la espada de Damocles, y el panorama es alarmante.
- Pero no solo la deflación es el problema de China. Su economía está siendo vapuleada por un vendaval perfecto de crisis de liquidez en el ámbito inmobiliario, comercio en declive y una recuperación económica que avanza a paso de tortuga anciana. Krach, crash, bang, ¿ya empiezas a inquietarte? Te entendemos, pero recuerda: con la información apropiada a tu disposición, hasta en las crisis se puede encontrar oportunidad de inversión.
- El gobierno chino lo está intentando todo para dar un impulso al deslucido crecimiento económico. Ha rebajado las tasas clave de los préstamos e implementado nuevos bonos para respaldar el crecimiento. Parece esperanzador, ¿no es cierto? Pero todavía están lejos de lo necesario. Ni siquiera se han aproximado a realizar rescates a gran escala a los desarrolladores. Parecen estar jugando una peligrosa partida de póker con su sistema económico.
El restablecimiento económico de China, en palabras de Xi Jinping, aún está en una «fase crítica». Eso es la versión en mandarín de «todavía estamos bregando con este embrollo financiero». Por supuesto, las autoridades han asegurado que incrementarán el apoyo fiscal y monetario. Mientras tanto, Moody’s Investors Service ha bajado su perspectiva sobre la calificación crediticia de China a negativa.
Los concursos de acreedores de Country Garden y Zhongzhi han asestado un golpe a la confianza en el gigante asiático. La constante bajada de los precios al consumidor contrasta con la inflación registrada en otras economías, un espejo claro de la débil demanda de los hogares chinos, motivada por un exceso de cautela en sus gastos.
- Si tienes en mente invertir, no pierdas de vista los datos de ventas al detalle que se publicarán la semana que viene. En octubre, estas aumentaron un 7,6%, indicando una posible luz al final del camino.
- Pero no nos andemos con engaños: este es el panorama sombrío: la sombra deflacionaria se cierne sobre la economía china. Y, como bien sabes en Ficoach, en las sombras también se encuentran claras oportunidades de oro. Mantén la serenidad, observa y busca el consejo adecuado… y no olvides nunca, siempre habrá un pez más grande.
La situación del mercado inmobiliario también ha sido crítica este 2022, y empresas como Evergrande ya están sufriendo las consecuencias. Recuerda que en Ficoach, profundizamos sobre estos tipos de sucesos para que estés un paso adelante en tus decisiones de inversión.
Si estas buscando diversificar tus inversiones, podría ser el momento de considerar las criptomonedas. Hemos publicado amplios análisis sobre el impacto de las decisiones de la Reserva Federal en el precio del Bitcoin.
La caída de los precios puede ser una oportunidad de negocios para nuestras finanzas descentralizadas. Considere esta
herramienta como una opción a considerar cuando se toman decisiones de inversión.
Caída sin precedentes de los precios al consumidor en China: riesgo de deflación
La información que te facilita Ficoach.pro debes usarla bajo tu propia responsabilidad. No somos asesores financieros ni damos consejo de inversión, únicamente transmitimos información valiosa para ti que debes usar bajo tu propia responsabilidad.
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