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Introducción: ¿Qué está pasando en el S&P 500?
El siempre veterano S&P 500 nos ha dejado boquiabiertos, aunque no precisamente por un aluvión de ganancias. Es innegable que ha vivido un año intensamente activo, experimentando una merma de más del 10% desde su cumbre alcanzada en los primeros compases del año en curso. Exacto, hablamos del 10%, alcanzando así el temido concepto de «corrección de mercado». Pero, ¿cuáles son los verdaderos responsables de esta estampida alcista que ha derivado en una notoria contracción?
- A estos factores se suman los mediocres rendimientos en el tercer trimestre de algunas empresas protagonistas del índice bursátil. Las expectativas eran elevadas, pero no todas han estado a la altura del desafío. Pensemos, por ejemplo, en Alphabet, el gigante hermano del omnipresente Google, que ha presenciado una desorbitada caída del 10% en sus acciones. Un día más en la oficina, ¿no?
- Pero no solo contamos con malas noticias. Compañías como Microsoft han sabido remar contra corriente y han experimentado una discreta mejora en el valor de sus acciones. A pesar de los contratiempos, el S&P 500 continúa en pie, inflándose un 7% este año y un extra del 15% en comparación con su punto más bajo durante la crisis bursátil del año anterior.
- Tampoco debemos pasar por alto las tormentas geopolíticas, como el conflicto entre Israel y Hamas, que han alterado el pulso inversionista. En tiempos de incertidumbre, los inversores acuden a lo que consideran «seguro», lo que ha desencadenado una avalancha hacia el oro y el franco suizo. Es curioso que en situaciones tan delicadas se busque refugio en el imprevisible mundo de las finanzas.
«En definitiva, nuestros compañeros del S&P 500 están surcando un océano en estado de ebullición.» Confiamos en que el capitán y su tripulación sepan mantener el navío a salvo. Siempre con prudencia, claro está, pues las aguas del sector financiero son siempre imprevisibles y peligrosas cuando no se las respeta. ¿Nos atrevemos a apostar por su pericia para sortear la tempestad? Esperamos que, con nuestra orientación, todos consigamos salir indemnes de este naufragio económico.
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Causas de la corrección en el S&P 500
Las turbulencias que han sacudido al S&P 500 últimamente no se deben a las aguas, sino a la naturaleza financiera y geopolítica. Cuando la economía global entra en un periodo tempestuoso, este conocido índice de Wall Street tiende a sufrir algún que otro contratiempo.
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La Reserva Federal, por su lado, parece tener un fuerte vínculo con su política de altas tasas de interés, más estrecho que el de un náufrago aferrado a su balsa en medio de un mar embravecido. Todo se realiza con la noble intención de mantener controlada la inflación. No obstante, lejos de ser un salvavidas para el S&P 500, ha provocado una avalancha de miedo entre los inversores. Un salvavidas lleno de agujeros, que ha enterrado las expectativas de crecimiento del mercado y propiciado una serie de correcciones al índice.
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Sumado a la presión monetaria, aparece un obstáculo en el panorama geopolítico: el conflicto entre Israel y Hamas. Este enfrentamiento ancestral ha propiciado, si bien no precisamente bíblico, una considerable marcha de los inversores hacia valores considerados seguros. Con las tensiones brotando más que una fuente de soda en un caluroso día estival, el oro y el franco suizo han sido los protagonistas, dejando al S&P 500 un tanto apagado.
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Por si fuese poco, los resultados empresariales del tercer trimestre también han aportado a este revés. Mientras que algunas empresas se han lucido más que una estrella de Belén – un saludo para Microsoft -, otras han dejado un sabor más amargo que un amigo invisible que te regala calcetines – te vemos, Google -. En resumen, las expectativas no cumplidas y algunos descalabros corporativos se han unido a la mezcla de incertidumbres que han trasladado al S&P 500 hacia la corrección.
Por todo ello, no me canso de insistir en que navegar en las cambiantes aguas financieras requiere de una orientación precisa y un control sólido sobre los movimientos a realizar. Recopilemos conocimientos financieros, mejoremos nuestro entendimiento y aprendamos a interpretar los indicadores del mercado. Siguiendo esta línea, estaremos más cerca de cabalgar las olas del S&P 500 en lugar de quedar varados en la temible corrección. Porque, después de todo, ¿quién desearía ser un náufrago pudiendo convertirse en un marino experimentado?
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Panorama actual: ¿Cómo se está comportando el S&P 500?
Los números cuentan historias, y en este caso, las cifras del índice bursátil S&P 500 nos relatan una trama de subidas, descensos y revolcones imprevistos. Este año, el índice bursátil S&P 500 ha sufrido una corrección del mercado. Es como si hubiésemos caído desde la cima tras una escalada gratificante.
Pero, ¿no son las montañas rusas emocionantes? El viaje del S&P 500 ha sido así. Quizás el descenso resonó con más fuerza porque nos alcanzó en plena celebración. Durante los primeros siete meses del año, el índice bailaba al ritmo de un crecimiento del mercado de valores de EE. UU. No todo era malo, ¿cierto? El auge de la inteligencia artificial y el mercado de valores y los rumores de que la tasas de interés de la Reserva Federal podría frenar su serie de aumentos de tasas de interés nos tenían en una nube. Luego vino el descenso. Y sí, dolió.
- Si crees que el S&P 500 parece un guión de película hollywoodense, no te equivocas. Los villanos de esta historia son las altas tasas de interés de la Reserva Federal que, se presume, la Reserva Federal no soltará pronto. A este paso, el S&P 500 parece encaminarse de manera decidida hacia su tercer mes de caídas consecutivas. ¿Recordáis cuándo fue la última vez? Claro, cuando el coronavirus empezó a presentarse.
- Pero en todo buen thriller siempre hay sospechosos ocultos. La influencia de la guerra entre Israel y Hamas en el mercado bursátil relegó la inversión. Los activos seguros, como el oro y el franco suizo, se revelan como el refugio en estos tiempos convulsos.
- No podemos dejar de mencionar el resultados del tercer trimestre decepcionante de grandes empresas estadounidenses en cuanto a beneficios. Entre ellas, Alphabet y Google, la gigantesca matriz de Google, sufrió una caída del 10% al no alcanzar las previsiones de ingresos. Aun así, Microsoft logró superar expectativas con unas ganancias modestas.
No obstante, si los gráficos en rojo te desaniman, te diré que, a pesar de este agitado recorrido, el crecimiento del mercado de valores de EE. UU. todavía mantiene un repunte del 7% en lo que va de año. Comparado con su punto más bajo durante el descenso del año pasado, «todavía está un impresionante 15% más alto». Así que sí, hemos caído, pero no nos hemos derrumbado.
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Conclusión: ¿Qué podemos esperar a continuación?
Después de un desdeñable periplo en la bolsa, con toros robustos que recorren
Wall Street y osos intimidantes que desafían al mercado, anticipar el final de este
espectáculo es una tarea ardua. Pero no temamos, en el ámbito financiero, un poco de adrenalina
nunca está de más, ¿verdad?-
Primero, no te pierdas en los detalles. Si eres perspicaz y sabes descifrar el
mensaje escondido, percibirás que el índice bursátil S&P 500 se resiste a claudicar,
como un gladiador que legala en la arena del teatro romano. Sí, admitámoslo, ha padecido
derrotas. ¿Ha decrecido un 10%? Así es, pero este tropiezo no necesariamente
augura su fin. Quizá pueda ser un toque de atención o incluso, una oportunidad en ciernes.
A pesar de este bache, no olvidemos que el índice aún exhibe un alza del 7% en cuanto
va del año. Nada mal, ¿no crees? -
En este juego de ajedrez financiero, las piezas no dejan de moverse. La
Reserva Federal, asemejándose al rey en este escenario, persiste en elevadas
tasas de interés para mantener a raya la inflación. Este hecho, sumado a la
incógnita de quienes animan el juego, podría seguir modelando el comportamiento
del mercado a corto plazo. -
Mientras tanto, la orquesta de resultados del tercer trimestre no cesa.
Algunas grandes firmas han desafinado, es cierto, pero también ha habido casos que
han entonado perfectamente. Sea Alphabet o Microsoft,
cada nota de esta sinfonía modifica la danza del índice. -
Pero ni todo es fatalidad en el teatro de la bolsa. Los choques geopolíticos,
como el conflicto entre Israel y Hamas, también desempeñan un papel en este drama,
incentivando el refugio financiero en activos estables como el oro o el
franco suizo.
Entre sumas y restas, nos encontramos en un baile financiero que se mueve al ritmo de
intereses, retornos e incertidumbres geopolíticas. El S&P 500 danza a la melodía
que le marcan, no sin mostrar su fortaleza frente al futuro. Mientras exista la posibilidad
de rendimiento e innovación, el espectáculo debe continuar.Dicho esto, esta ópera financiera está en pleno apogeo y el telón está lejos de caer.
Prepárate para el siguiente acto, reserva las palomitas y mantén los ojos bien abiertos
para la próxima jugada del S&P 500. Te invito a que te acomodes, el espectáculo
apenas comienza. -
Primero, no te pierdas en los detalles. Si eres perspicaz y sabes descifrar el
Fuente de la noticia: https://www.ft.com/content/839d42e1-53ce-4f24-8b22-342ab761c0e4