-
Introducción
- Concretamente, esta acción repercute directamente en la economía global, y más específicamente, en el mercado petrolero. A partir de ahora, todas las operaciones relacionadas con el petróleo y el gas venezolano ya pueden ser ejecutadas en dólares. Todo esto sucede en un plazo de seis meses, tiempo en el cual se anticipa que Maduro active sus compromisos con la oposición y dibuje una senda hacia las elecciones libres y democráticas en 2024.
- Resulta relevante señalar que esta decisión se produce en un contexto mundial de tensiones que han inflado los costes del petróleo. De hecho, tras el anuncio del levantamiento de las sanciones, los precios del barril Brent experimentaron una caída del 1.83% en los mercados europeos. No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer para Venezuela.
- Los expertos señalan que la recuperación del sector petrolero venezolano, que actualmente produce alrededor de 750,000 barriles de petróleo al día, no será una tarea fácil. La hiperinflación descontrolada, sumada a la retirada de inversores y empresas internacionales, ha destruido la infraestructura petrolera del país.
-
Además, es importante recordar que el petróleo venezolano es de tipo pesado, y su proceso de refinación resulta bastante costoso. Según los cálculos, para que Venezuela pueda recuperar el ritmo de producción de 3.3 millones de barriles diarios que tenía en época de Hugo Chávez, haría falta una inversión de miles de millones de dólares y el retorno de empresas internacionales como Chevron, Eni y Repsol.
-
Historia de las sanciones a Venezuela
- Así, se desató un periodo de estrangulamiento económico para Venezuela, teniendo un efecto dominó que dejó como rastro una hiperinflación, disminución de inversiones y la desbandada de empresas internacionales.
- La economía de Venezuela, ya endeble de por sí, sufrió un duro golpe y el panorama de su industria petrolera, antes tan floreciente, sufrió un derrumbe.
- Observaremos cómo influirá el levantamiento de estas sanciones tanto en Venezuela como en el resto del mundo.
- Queridos lectores, estamos presenciando un ajedrez de poder y economía global en plena ebullición. ¿Te lo perderías?
-
Levantamiento de las sanciones y su impacto inicial
- Antes de que empecéis a imaginar un verano de gasolina asequible y rutas en coche, no perdamos de vista que la recuperación de la industria petrolera venezolana será un desafío tremendo. No sólo hay que rehabilitar una infraestructura petrolera seriamente dañada, sino también tener en cuenta que el petróleo venezolano es más denso que la última entrega de George R. R. Martin, lo que significa un proceso de refinado bastante costoso.
-
Si bien es cierto que en Venezuela no escasea el petróleo, su extracción y refinado conlleva una inversión mayúscula. Para que os hagáis a la idea, se calcula que devolver la producción del país a los niveles de los años dorados del mandato de Hugo Chávez, exigiría inversiones multimillonarias, así como la reintegración de empresas internacionales como Chevron, Eni y Repsol, que en su momento abandonaron el país.
-
Además, según apunta la experta en energía del Atlantic Council, Ellen Wald, el futuro de la industria petrolera venezolana no parece un lecho de rosas. Una gran cantidad de petróleo se halla encerrado en el cinturón del Orinoco de manera poco accesible, lo que requiere una grandísima inversión y grandes expertos en la materia. Tampoco hay que olvidar la amenaza de un posible retorno de las sanciones.
-
Desafíos para la recuperación de la industria petrolera de Venezuela
-
Hiperinflación y desasosiego de inversores
Quizá recuerdes el conocido adagio que sostiene que el dinero llama al dinero. Bien, parece ser que la reciprocidad también es cierta. Observemos la golpeada economía venezolana, un ejemplo sobresaliente de cómo un torbellino de hiperinflación puede transformarse en un potente repelente para las inversiones. Sobrepasando los límites de lo absurdo, el índice de inflación en Venezuela se ha catapultado hasta el absurdo plano de las siete cifras. Si se tratase de una competición deportiva, se llevarían el oro, la plata y el bronce en aniquilación de valor monetario y desconfianza de inversores.
Como puedes imaginarte, este panorama económico dista enormemente de ser el utópico escenario que los inversores anhelan en sus historias para conciliar el sueño. Pero solo estamos dando el primer bocado a este amargo pastel de la realidad venezolana.
-
Papel de las multinacionales en la recuperación
Lo cierto es que, aunque tus bolsillos tengan suficiente liquidez para soportar el mordisco de la hiperinflación, la tarea de rescatar la industria petrolera en Venezuela es un hueso que se te atragantará de manera indigesta. De hecho, conseguir el regreso de colosos como Chevron, Eni o Repsol, será un reto mucho más arduo de lo que a simple vista parece.
La actual coyuntura internacional nos presenta una decidida inclinación hacia la energía sostenible, lo que dista mucho del sello de identidad del petróleo venezolano. A esto, se suma el hecho de que se precisa de altos niveles de refinamiento para el petróleo pesado de los yacimientos venezolanos, un requisito que, desde luego, no llama a la puerta del interés de inversores foráneos.
Concluyendo, a pesar de que la derogación de las sanciones a Venezuela es, indudablemente, un rayo de luz al final del túnel para el país, aún hay numerosos escollos económicos y estructurales por superar. Antes de que el auge petrolero resurja en las tierras venezolanas, necesitarán una nueva transformación, muy lejos de la viscosidad y pesadez del crudo que solía ser su estandarte.
-
Conclusión
- La recuperación de la industria petrolífera supone un desafío de gran magnitud, cuyos obstáculos son la necesaria inversión y la revitalización de los lazos con las empresas petroleras internacionales. Seamos realistas, esto es similar a cuando te permiten regresar al grupo de amigos del que te expulsaron… aunque te reserven un sitio, la atmósfera no es la misma. Y aunque el petróleo venezolano pueda ser atractivo por su volumen, la calidad representa un desafío añadido por su costosa refinación. Se trata de un crudo pesado y pegajoso, como bien señala Ellen Wald, que no facilitará su integración en el mercado global.
-
Esta maniobra de Washington surge en un instante de tensión mundial y de elevación de los precios del petróleo, y pese a que hemos presenciado un pequeño alivio en estos tras el anuncio, la incorporación de Venezuela al suministro global aún no es perceptible. La reactivación de la producción del petróleo venezolano es una carrera de fondo, no una prueba de velocidad, y serán necesarios meses, incluso años, para que la otrora potencia petrolera se alce nuevamente.
-
Desde nuestro rincón aguardamos ansiosos los sucesivos movimientos en este ajedrez mundial del petróleo. Y en el caso de Venezuela, ¿lograrán sacar beneficio finalmente del levantamiento de estas sanciones? ¿Podrán recuperar el estatus que antaño ostentaron en la producción de petróleo? Aquello, queridos amigos, es una narración aún en proceso. Después de todo, como afirmamos en la vieja España, «la prueba del algodón está en el andar».
En un suceso catalogado como sin precedentes, las sanciones petroleras que venía soportando Venezuela por parte de los Estados Unidos desde 2017, han sido levantadas. Esta medida supone un respiro considerable para el peso económico de la nación sudamericana que venía asfixiada desde que Nicolás Maduro tomara plenos poderes tras la disolución del parlamento y la instauración de la Asamblea Constituyente.
«Al hilo de estas cuestiones, Ellen Wald, especialista en energía en Atlantic Council, advierte que a pesar de que Venezuela posee la mayor reserva de petróleo del planeta, la mayoría de este es crudo pesado y denso, localizado principalmente en el cinturón del Orinoco. Según Wald, la necesidad de enormes inversiones y la posibilidad de nuevas sanciones complican bastante que se encuentre una solución rápida y beneficiosa para el sector petrolero venezolano.»
Para valorar la trascendencia del levantamiento de sanciones de Estados Unidos a Venezuela, tenemos que retroceder en el tiempo y recorrer la larga senda que nos llevó a la imposición de medidas tan restrictivas. Recordemos aquel atrevido año 2017, cuando Nicolás Maduro, en un gesto de osadía política, disolvió el parlamento y asumió la totalidad de los poderes, alterando de manera radical las reglas del juego. Las repercusiones económicas no se hicieron esperar en aquel ambiente de tensión política.
Estados Unidos, la superpotencia económica global, asistió con desazón a la situación y decidió actuar. De esta manera, se aplicaron severas sanciones petroleras que mermaron considerablemente la capacidad de Venezuela para llevar a cabo transacciones en dólares con su preciado activo: el crudo y gas venezolano.
Venezuela, una nación con una producción de 3.3 millones de barriles diarios de petróleo en la era de Hugo Chávez, experimentó un vertiginoso descenso hasta unos escasos 750,000 barriles al día.
Esta dura realidad es el resultado de una hiperinflación y de un bloqueo económico que han dejado la infraestructura petrolera en un nivel mínimo. Tal es, amigos míos, el ciclo trágico de la economía venezolana.
Sería insensato pasar por alto que la solicitud de EE.UU. que se llevasen a cabo elecciones libres y garantizadas puede haber influido en el levantamiento de sanciones. ¿Coincidencia? Pudiera ser. ¿Estrategia calculada? Es probable.
Lo cierto es que las piezas comienzan a moverse en el tablero y el impacto global de este giro de los acontecimientos puede desencadenar un terremoto económico.
Muy bien, agárrense que nos sumergimos en el mundo fascinante de la economía global. ¿Recordáis aquella bajada en el precio del Brent tras el anuncio de EEUU de poner fin a las sanciones a Venezuela? Sí, aquel descenso fue resultado de la idea de que, alucinante, habrá más petróleo en el mercado, y como bien sabéis, en la economía, un aumento en la oferta conduce generalmente a una caída de los precios.
Por lo tanto, si bien el fin de las sanciones puede cambiar algunas reglas del juego en la industria petrolera, los efectos inmediatos son inciertos. Estaremos pendientes de la evolución de esta historia al igual que seguimos el último episodio de nuestra serie favorita. Manténganse en sintonía.
Posiblemente albergues la errónea ilusión de que, tras el reciente levantamiento de las sanciones petroleras estadounidenses, Venezuela tiene el camino despejado para retornar a la época dorada del petróleo venezolano al más puro estilo texano. Me temo que debo romperte el espejismo, porque, así sucede frecuentemente, la realidad es mucho más intrincada y desalentadora.
En definitiva, la revocación de las sanciones impuestas a Venezuela por parte de Estados Unidos representa un viraje inopinado en la esfera del petróleo a nivel mundial. Aún así, erraríamos si pensásemos que este asunto solo acaba con un «y fueron felices y comieron perdices». A pesar de que se alumbra un rayo de esperanza al final del camino para la industria petrolera venezolana, atravesar ese sendero todavía supone sortear una bruma densa de dudas.
Fuente de la noticia: https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/12497732/10/23/puede-venezuela-tumbar-el-petroleo-eeuu-levanta-las-sanciones-al-crudo-y-gas-contra-maduro.html