Elon Musk y el desplome del 715% en el valor de X

Introducción

En el frenético compás de la inestabilidad y el teatro impredecible de la economía mundial, siempre emerge un protagonista dispuesto a mantenernos en vilo. No cabe duda, estamos hablando de Elon Musk, nuestro Tony Stark real, que una vez más se ubica en el epicentro de la mirada crítica mientras su última compra, a la que ha bautizado cariñosamente como X (anteriormente conocida como Twitter), protagoniza un descenso financiero digno de mito.

• Desde las veleidades bursátiles hasta los meme stocks, las redes sociales llevan un tiempo demostrando su poderío en los mercados financieros, pero, ¿Es Musk el Jugador y Arbitro al mismo tiempo en este renovado Ajedrez 2.0?

• Vayamos por partes. En julio de 2023, nuestro adorado potentado y su gran fortuna sustituyeron al pájaro azul por la misteriosa X. Han quedado atrás esos días de 2022 cuando Elon, tras comprometerse solemnemente a que su nuevo objeto de diversión no se convertiría en un «infierno sin restricciones», abría el compás a una era dorada para la antigua red social. Aunque en lugar de oro, parece que lo que ha caído del cielo ha sido kriptonita.

• Nos encontramos en un escenario bursátil donde X está yendo cuesta abajo más rápido que el Coyote cuando persigue al Correcaminos: según datos de Fidelity, desde que Musk tomó las riendas de la empresa, su valor está en declive, perdiendo un 715%. Y este no es solo un dato terrorífico digno de una película de miedo financiero, es un descenso capaz de empujar el valor de Fidelity en X a un 107% menos adicional el último mes.

• Con las cifras en picado, nos encontramos frente un desfase de más de $31.5 mil millones con respecto a lo que Musk pagó por Twitter. ¿Recordáis aquellos $44 mil millones? Pues Fidelity acaba de hacer una revisión estimada del valor de X que se aleja considerablemente de aquel panorama idílico. Estamos hablando de una cifra que ahora se sitúa en torno a los $12.5 mil millones, muy lejos de los $19 mil millones con los que Musk había valorado recientemente a su nuevo retoño.

• En medio de este cataclismo económico, es importante destacar que otras organizaciones pueden estar viendo a X con una perspectiva distinta a la de Fidelity. Como bien decía Don Quijote: «Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces».

• Sin embargo, siendo honestos, el declive de X no parece ser simplemente una cuestión económica. Desde el cambio de Twitter a X, informes apuntan a un alarmante crecimiento del discurso de odio en la red social. Esta situación no es bien vista por las marcas, por lo que gigantes como Disney, Apple, Lionsgate, Comcast/NBCUniversal o IBM, han decidido separar sus caminos de la red social. La causa es que sus anuncios aparecían junto a hashtags de supremacistas blancos.

• Además, la situación se agrava por una ley californiana que impone a las redes sociales revelar sus políticas de moderación de contenidos. X intentó bloquearla, pero sin éxito. Y parece que la partida entre Elon Musk y la ley continúa.

• En un periodo de un año y un mes, el panorama ha variado enormemente para la difícil transición de Twitter a X. Musk, el magnate que parecía blindado de adamantium, está observando cómo su imperio se resquebraja. En Ficoach, nos quedamos con la reflexión de que en los mercados financieros, como en la vida, nada es seguro, nada es permanente. Excepto tal vez, la capacidad de sorpresa de Elon Musk. Con independencia de lo que ocurra, podéis contar con nosotros para manteneros al día y ayudaros a tomar las mejores decisiones informadas sobre vuestras inversiones.

Elon Musk y su influencia en X

El periplo que inició el magnate de la tecnología Elon Musk, cuando decidió adquirir la red social antes llamada Twitter y ahora conocida como ‘X’, ha resultado ser un camino lleno de baches y curvas inesperadas. Si tuviéramos que utilizar un gráfico como metáfora del éxito o fracaso de esta aventura, se podría visualizar un descenso demoledor del 715% en el valor de la empresa. Y esta no es una cifra producto de rumores, sino que la aporta el analista de ‘X Holdings‘ perteneciente a uno de sus accionistas, Fidelity.

• SUBSECCIÓN: ‘Fidelity y su papel en la adquisición de Twitter’

  Si abrimos el baúl de los recuerdos, encontramos que Fidelity, un gigante en el mundo de las inversiones, alentó la visión de Musk con una inyección de más de 300 millones de dólares en la compra de Twitter. Sin embargo, los cálculos de Fidelity sobre ‘X’ han sufrido una volátil montaña rusa, marcando un descenso del 107% solo en el último mes. Dicha depreciación se dio tras la polémica bienvenida de Musk a los anunciantes en la cumbre DealBook de The New York Times.

  A poco más de un año de invertir 44 mil millones de dólares para adquirir Twitter, Fidelity estima que ‘X’ se desvanece hasta los 12.5 mil millones. Este cálculo contrasta enormemente con las cuentas de Musk, quien proclamaba con orgullo un valor de 19 mil millones para su adquisición el mes pasado. Es importante destacar que otros accionistas pueden tener una visión diferente a la de Fidelity.

  Los propósitos de Musk con ‘X’ han sido ensombrecidos por diversas controversias. Cuando se hizo con Twitter en octubre de 2022, garantizó a los anunciantes que la plataforma no sería un «paraíso descontrolado». Pero, pese a estas aseveraciones, el discurso de odio ha ido en aumento desde entonces.

  Por si fuera poco, un conjunto importante de empresas como Disney, Apple, Lionsgate, Comcast/NBCUniversal e IBM han decidido romper toda relación con ‘X’ después de sorprenderse al ver sus anuncios vinculados a hashtags de grupos extremistamente racistas. Sin olvidar el fracaso de ‘X’ en su intento de frenar una ley californiana que obliga a las redes sociales a desvelar sus políticas de moderación.

  En conclusión, podemos decir que el viaje de Musk en la adquisición de Twitter dista de ser tan glorioso como se anticipaba. La depreciación en su valor parece indicar que la gestión y la visión de Musk no ha sido bien recibida por el mercado, los anunciantes y quizás, el público en general. Lo único que nos queda es observar qué nuevos giros ofrecerá esta historia.

Controversias y conflictos

La incursión de Elon Musk en el terreno de las redes sociales sabe más amarga que la propia cerveza que el magnate parece disfrutar en cada una de sus instantáneas en X. Conversión de Twitter a X, su compañía experimenta un descenso financiero que reduce su valor de $44 mil millones a unos meros $12.5 mil millones. No es de extrañar que Fidelity, uno de los accionistas, esté que trina, tras sufrir una devaluación del 107% en el valor de sus acciones de X y haber invertido más de $300 millones en la adquisición de Twitter por parte de Musk.

• Nos transportamos a los tiempos tumultuosos a la luz del controvertido liderazgo de Musk en X, reminiscente de la década de 1400. Viajamos al futuro, a octubre de 2022, cuando Musk aseguró a los anunciantes que Twitter no se convertiría en un «infierno sin límites». Ahora, parece que Dante comparte café con nosotros cada mañana al leer los últimos hashtags de supremacistas blancos propagándose en la plataforma. Como resultado de esta trama shakespeariana, grandes nombres como Disney, Apple, Lionsgate, Comcast/NBCUniversal e IBM han decidido no sucumbir a este sombrío paisaje y han roto lazos con X.

• El fiasco legal de X en California

• Musk y X también están sorteando obstáculos para seguir el marco legal de California. Un reciente intento de evadir su ley que exige a las redes sociales revelar sus políticas de moderación de contenidos ha sido denegado. De esta manera, añade un nuevo capítulo a la saga del drama de las redes sociales de Musk. El juez William Shubb, nuestro fiel guía en esta trama, determinó que X debe respetar la Primera Enmienda. Aunque una responsabilidad laboriosa, no parece ser ni injusta ni excesivamente onerosa.

En suma, la transformación de Twitter a X, liderada por Musk, es una montaña rusa con pendientes descendientes más pronunciadas que sus ascensos. Pero, ¿quién sabe? Quizás la próxima noticia que llegue sea que Musk está planificando convertir X en un nuevo planeta de nuestro sistema solar. Al menos, allí podrá reinar libremente sin controversias que empañen su imagen. Hasta entonces, disfrutaremos del gusto agridulce que nos deja la era X.