Fortaleza del Dólar y su posible impacto en Bitcoin

1. Introducción

Mis buenos lectores, al igual que los días son sucedidos por las noches, la divisa estadounidense vuelve a ser el centro de atención. Exactamente, el Índice de Fortaleza del Dólar (DXY) – nuestro referente para evaluar la salud de este billete verde – alcanzó su pico más alto en casi 10 meses el pasado 22 de septiembre. ¿Qué significa esto? Simplemente que muchos inversores parece que depositan más confianza en la moneda estadounidense que en la libra británica, el euro, el yen japonés e incluso el franco suizo. Y más aún, este incremento de demanda ha resultado en el famoso patrón de cruce dorado – un fenómeno que acontece cuando el promedio móvil de 50 días supera al de 200 días. Para los analistas técnicos, es una señal indiscutible de una tendencia alcista.

• Pero ojo, debemos subrayar que invertir en dólares no necesariamente implica apoyo ciego a la FED y sus políticas monetarias. Si se planta la idea de vender bonos del Tesoro y quedarse con efectivo en mano, la situación puede virar hacia un escenario de recesión o, más extremo aún, a un pico inflacionario significativo.

• Actualmente, con una inflación alrededor del 3.7% y en aparente subida, obtener un retorno garantizado del 4.4% es tan invitador como degustar una pizza de piña. No es de extrañarse que los inversores, siempre insaciables, ahora exijan un suculento retorno anual del 4.62% en bonos del Tesoro estadounidense a cinco años desde el 19 de septiembre. El indicador más alto en 12 años. Ni en tiempos de Obama se registró tal exigencia.

• La conclusión evidente es que los inversionistas creen que la FED seguirá jugando con las tasas de interés para alcanzar rendimientos aún más altos. Sin embargo, deberíamos considerar el escenario pesimista: ¿y si la FED es incapaz de ponerle un freno a la bestia inflacionaria sin detonar una crisis económica severa? En tal caso, un DXY más robusto no necesariamente implicaría una reducción en la demanda de Bitcoin.

• Además, no podemos ignorar que las autoridades continúan incrementando el techo de la deuda. Traducido: los inversores se están enfrentado a una dilución monetaria, lo que sugiere que el encanto del rendimiento nominal se ve disminuido por la inflación en la oferta monetaria. Entonces, es cuando Bitcoin hace su entrada triunfal, mostrándose como la alternativa viable incluso ante una desaceleración económica.

• Respecto a la inflación y la recesión, los fantasmas del mercado, son estas las que pueden propiciar la inyección de más dinero, ya sea a través de la deuda pública o las compras masivas de bonos por parte de la FED. En cualquiera de los casos, mayor liquidez en los mercados usualmente beneficia a Bitcoin, puesto que nadie desea atraparse en un escenario de «estanflación», con una economía moribunda y la inflación galopante. Por lo que quizás ese indicado cruce dorado en DXY no sea tan amenazante para Bitcoin, sobre todo si analizamos desde una perspectiva a largo plazo. Al final, estimados lectores, la decisión del camino a seguir es puramente vuestra, buscar el unicornio financiero o atreverse a subir a la montaña rusa de las criptomonedas.

2. Análisis del Incremento del Índice de Fortaleza del Dólar

El panorama actual de la economía resulta cada vez más interesante con respecto a la fortaleza del dólar y su alza reciente. Si observamos el Índice de Fortaleza del Dólar (DXY), veremos que ha experimentado un aumento considerable, alcanzando su punto más alto de los últimos 10 meses. Algo realmente notable.

La subida del índice DXY se interpreta, por norma general, como una indica de solidez en la moneda estadounidense. Sin embargo, hay que ser prudentes a la hora de emitir conclusiones.

• Recesión e Inflación en el horizonte

Todo esto resulta tan intrigante como una película de suspense. El reciente patrón de cruce dorado, término que los expertos en la materia utilizan, ocurre cuando el promedio móvil de 50 días supera al promedio móvil de 200 días. Los eruditos de finanzas consideran este patrón de cruce dorado como señal de un mercado alcista. Pero, amigos míos, las cosas no son siempre lo que parecen.

Si vemos, por ejemplo, que los inversores deciden deshacerse rápidamente de los bonos del Tesoro de los EE. UU. y prefieren mantener su dinero en efectivo, esto podría sugerir que se nos avecina una recesión, o peor aún, una inflación rampante.

La coyuntura actual no resulta nada propicia. Con una tasa de inflación del 3.7% que no para de crecer, y ofreciendo un rendimiento del 4.4%, los inversores demandan un prometedor 4.62% anual en los bonos del Tesoro a cinco años. Más que nunca, se necesita fe en las políticas económicas de la Reserva Federal para controlar la inflación sin empeorar la economía. Por lo tanto, un índice DXY fuerte no necesariamente significa un desastre para Bitcoin.

Sin embargo, con el constante incremento del techo de la deuda, los inversores podrían sufrir una dilución. Es decir, los rendimientos nominales podrían devaluarse debido al aumento en la oferta monetaria. Por ende, no resulta extraño que Bitcoin y algunas empresas de tecnología naden a contracorriente, incluso en medio de una desaceleración económica.

Quizás esta forma de análisis obvie una realidad incontrovertible. Los factores que impulsan la inflación y la recesión podrían incrementar el volumen de «money supply» mediante más emisiones de bonos del Tesoro o compras de bonos por parte de la FED a cambio de dinero en efectivo. Pero recordad que el aumento de liquidez en los mercados suele beneficiar a Bitcoin, que se convierte en un refugio para los inversores que desean evitar la estanflación, ese terrible tandem formado por estancamiento económico e inflación desbocada.

Por lo tanto, el cruce dorado del índice DXY no necesariamente tiene que ser un obstáculo para el Bitcoin, especialmente a largo plazo. Así que, amigos, mejor mantengamos la calma ante las novedades y no nos dejemos llevar por predicciones precipitadas.

3. El papel del Bitcoin y las Criptomonedas

No cabe duda de que la creciente presencia de Bitcoins en los portafolios de inversión no es pura casualidad. Los inversores, como sabemos, no tiran su dinero a perder, sino que apuestan a opciones de victoria segura. Y el Bitcoin ya ha probado su solidez en numerosas ocasiones, incluso frente a situaciones adversas.

Y la clave es que el Bitcoin y las demás criptomonedas trabajan en un mercado globalizado y sin control centralizado, lo que quiere decir que no están a merced de las pólíticas económicas de un solo país. Esto trasforma al Bitcoin en una opción de resguardo bastante atractiva en momentos de inseguridad económica, como la que se presenta con el despertar de la Reserva Federal que parece haber soltado a los demonios de los ecosistemas financieros.

• ‘El potencial atractivo del Bitcoin’
  Quizás te preguntes por qué esta pequeña porción digital de información puede seguir siendo un atractivo en este laberinto económico que parece no llevarnos a buen puerto. La respuesta es simple y radica en su esencia: Bitcoin opera al margen de cualquier sistema financiero convencional, y eso, amigo mío, es lo que lo hace magnéticamente atractivo.
• Además, frente a una creciente inflación y al temor de una posible recesión, la gente tiende a buscar alternativas para resguardar sus bienes. Ahí es donde Bitcoin lleva las de ganar: su producción está limitada a 21 millones de unidades. Al contrario del dólar, que puede ser generado de forma ilimitada por la Reserva Federal, el suministro de Bitcoin es inalterable. Así que lo tenemos como un bien escaso y eso, en periodos de estanflación, resulta sumamente tentador.

  Pero no todo es Bitcoin, hay algunas empresas tecnológicas que también están mostrando una fortaleza inusual en medio del temporal. Gracias a su adelantado espíritu de innovación, han sabido adaptarse a las circunstancias y prosperar. Y comparten un secreto con Bitcoin: no están ligados a una única economía ni obedecen a las decisiones de un solo país.

• Así que, querido lector, mientras el dólar sigue su bailoteo y las reglas económicas parecen decidirse en una montaña rusa, ten en cuenta que Bitcoin y algunas empresas de fintech podrían tirarte un salvavidas en medio de la tormenta económica que nos rodea. O por lo menos, eso es lo que los gráficos indican por el momento.

4. La amenaza de la estanflación

El espectro de la estanflación vuelve a planear sobre nosotros, una adversidad económica que a muchos de la generación actual ni siquiera les resultará familiar. Algo que para nuestros padres fue una amarga vivencia, un tiempo en el que el periódico se volvía un repertorio de pesadillas. Y ahora, en cierta medida, volvemos a sentir ese ambiente de desasosiego que genera la estanflación.

• Estamos, queridos lectores, ante un escenario poco favorecedor en el que la inflación y la recesión económica parecen ponerse de acuerdo a la manera del Pacto Molotov-Ribbentrop, brindando juntas mientras el mundo se consume en la inflación desatada y la paralización económica. Una combinación explosiva que azuza las llamas del descontento y hace ascender el coste de vida. Así es la estanflación, una bestia de dos cabezas que trae lo peor de dos mundos.

• Ante tal panorama, ¿cuál es nuestro cometido? ¿Qué acciones podemos tomar mientras que la Reserva Federal de los Estados Unidos persiste en su intento de manejar las tasas de interés como si fueran marionetas? ¿Permanecemos a la expectativa mientras que el ya precario rendimiento se disuelve por la devalución de la deuda del Tesoro de los EE.UU debido a la desbocada impresión de billetes?

• Aunque pueda parecer paradójicode, en esta desolada estampa financiera, existe un baluarte: Bitcoin. Sí, el bad boy del mundo digital que cumple lo que asegura. En tiempos de creciente liquidez, cuando el dinero parece convertirse en ese papel moneda con que el Gobierno soluciona sus contrastes, los inversores se resguardan en activos digitales.

• Bitcoin junto con sus compañeros criptográficos, son capaces de ofrecer un refugio ante la estanflación. Distinto a las monedas tradicionales, Bitcoin no sufre dilución, porque nadie puede crear más Bitcoin del que ya existe. Entonces, ¿por qué no considerarlo como un salvavidas, o al menos, como un resguardo ante este aguacero de estanflación que se vislumbra en el horizonte?

• La estanflación, no es, desde luego, un fenómeno al que queramos abrazar con los brazos abiertos. Preferiríamos dejarlo en el olvido, en esa lista de «cosas que es mejor no recordar», junto a la moda de las hombreras o la ropa neón. Pero si, contra todo pronóstico, se presenta a nuestra puerta, tal vez Bitcoin se convierta en esa ayuda inesperada, ese vecino que nunca recuerda devolver su taza de azúcar pero en el último minuto te presta su herramienta de jardinería. En fin, ¡bienvenida al siglo XXI, estanflación! Nosotros tenemos criptomonedas.

5. Conclusión

En definitiva, nos adentramos en un enmarañado mar económico de perspectivas cambiantes que podrían provocar un gran impacto en Bitcoin y el universo criptomonedas. Tiene que notarse que el Índice de Fortaleza del Dólar, DXY, ha cobrado empuje, tocando niveles que no se habían visto desde hace una década.

¿Adivinanza apocalíptica para BTC? Pues no necesariamente.

• Es cierto que un dólar robusto puede sugerir, en teoría, un Bitcoin menos sólido. Sin embargo, tenemos que recordar que en el mundo de la economía no siempre 2 y 2 son 4. ¿Suena paradójico? Absolutamente, pero esa es la mágica complejidad del universo de las finanzas descentralizadas.
• Nos encontramos ante dos panoramas. Por un lado, se avista la amenaza de una posible recesión o una inflación creciente impulsada por políticas económicas de la Reserva Federal que a veces generan más temores que certezas. Ahí es donde se cuece la paradoja. A pesar de la solidez del dólar, los inversores no se desprenden de ciertas dudas, creando un ambiente idóneo para el posible crecimiento de Bitcoin.
• Por la otra parte, lidiando con un gobierno obsesionado por subir el límite de la deuda. ¿Las consecuencias? Una amenazante dilución y una pérdida de valor de los rendimientos nominales que acentúan la atracción de Bitcoin como activo limitado.

Además, no perdamos de vista que en un contexto de estanflación, con un crecimiento económico estancado y una inflación desbocada, los mercados fluidos podrían beneficiar a Bitcoin. Los inversores optarán por refugiarse en activos alternativos ante un escenario económico tan nublado.

Por tanto, y aunque parezca contradictorio amparándonos en el sarcasmo que parece teñir el panorama económico actual, un dólar fuerte no tiene por qué ser un mal presagio para Bitcoin. Este cruce dorado de DXY puede ser la luz guía que ilumine el sendero de crecimiento de la criptomoneda. Porque, seamos honestos, en un mundo donde la economía raya el teatro del absurdo, Bitcoin tiene todas las papeletas para ser la figura principal del espectáculo.

Fuente de la noticia: https://cointelegraph.com/news/bitcoin-price-danger-us-dollar-index-golden-cross