Desde la prehistoria, el hombre ha tenido la necesidad de establecerse en un lugar propio en el cual tener abrigo, tanto para sí mismo como para otros seres humanos quienes conviven con él. El término «cavernícola» presupone que los primeros bienes raíces fueron cavernas que, dada la escasez de las mismas, no estaban a disposición de todos. Más de uno tuvo que vivir en la intemperie, y más de uno se puso a inventar a invadir otras cavernas aún a riesgo de ser sacado a golpes por sus ocupantes.
En el devenir por el cual nuestros ancestros pasaron de ser nómadas a sedentarios, los primeros asentamientos humanos se hicieron a orillas de los ríos, siendo los sumerios en Mesopotamia la primera civilización que se conoce.
Gracias al desarrollo en la agricultura, el crecimiento de la población fue posible, originando la expansión y búsqueda de lugares en dónde establecer sus moradas. En estas primeras civilizaciones se empezó a regularizar la posesión de las tierras. Porque el rey de Sumeria no iba a desperdiciar la oportunidad de aprovechar la necesidad de lotes de terrenos por parte de la gente y ejercer control y poder en ellos.
La tenencia de Bienes Raíces en el Antiguo Egipto
En el Antiguo Egipto, sí, donde están las pirámides, la mayor parte de las tierras eran propiedad del Faraón, quien se las otorgaba a sus amiguitos, funcionarios, nobles y demás jalamecates, lo cual a su vez estos podían darla en herencia a sus hijos, pero no podían venderla debido a que en cualquier momento, el gran Faraón se las podía quitar.
Para colmo, el Faraón era el dueño con carácter de exclusividad de todas las piedras (hasta la que tuvieras en el zapato) que se usaban para la construcción de pirámides, templos y palacios, las cuales solo él pues, podía venderlas o regalarlas. De esta manera , este monarca tenía un control casi total de los bienes raíces de su reino, esto con la finalidad de que posibles rivales no acumularan poder para hacerle frente. No obstante , con el paso del tiempo, algunos faraones aflojaron sus piedras, perdiendo así su poder.
El sistema que prevaleció en Egipto fue usado con mínimas variaciones en otras culturas, tales como en Persia, China y en la India. Pero en lo que hoy se conoce como Europa, surgió un esquema distinto. Los griegos, por ejemplo, tuvieron la malísima suerte de establecerse en una accidentada y pequeña península que limitó su expansión territorial, dificultando el surgimiento de reyes que se agarran las piedras.
Griegos y Romanos hacen su aporte
Los griegos se establecieron en las llamadas polis, lo que hoy conocemos como ciudad, cuya extensión territorial era de unos pocos kilómetros cuadrados limitados por sus murallas. Lo interesante de esta configuración en el espacio fue el origen del sistema democrático, ya que, sin importar el poder económico desigual entre sus habitantes, gozaban todos de los mismos derechos.
Claro, existía la esclavitud, pero eso era parte del sistema económico de la época que consistía en esclavizar a los habitantes de las tierras conquistadas en guerras.Y no, no eran negritos.
Como en Grecia no había un rey que agarrara la tierra para sí, esta pasó a ser de propiedad privada. El Estado sólo agarró algunos terrenos para la construcción de sus edificios públicos. En esos tiempos la tierra era tuya si tenías dinero para comprarla.
Tener un terrenito en Grecia era motivo de orgullo para sus ciudadanos, ya que les creaba un fuerte sentido de pertenencia y una cohesión social fuerte, cosa que no ocurría en Egipto o en China.
Al tener propiedad plena de su tierra, los griegos se sentían libres y en caso de alguna invasión estaban dispuestos a pelear hasta morir por defenderla. Con ese sólido sentido de pertenencia, lograron derrotar al Imperio Persa cuando este tuvo la osadía de venderles alfombras persas baratas (La verdad no fue esa, la razón verdadera fue cuando los persas pretendieron conquistarlos).
En el caso de los romanos, quienes no pueden faltar en esta historia, la cuestión va un poco más avanzada. Surgida como un pequeño pueblito en la región de Lazio (Si, donde está el equipo de fútbol), sus influencias con las ciudades griegas del sur de Italia (la Magna Grecia) y con las ciudades etruscas que tenía a su alrededor, les permitió copiar y magnificar el sistema griego.
En sus orígenes, Roma fue gobernada por reyes, pero con el tiempo una rebelión popular depuso al séptimo rey, Lucio Tarquino el Soberbio, por soberbio, y se institucionalizó La República, en la cual aunque en principio fue un gobierno aristocrático (definitivamente, sin dinero no se puede aspirar a gobernar),la verdad es que estuvo basado en la propiedad privada de la tierra.
Este fundamento se convirtió en la raíz del poder ciudadano. Incluso, el peor castigo impartido a un ciudadano romano, en caso de traición, era la confiscación de sus bienes para ser rematados en subasta pública. Con ello, en Roma aparecen los primeros agentes inmobiliarios, quienes se encargaban de la compra y venta de bienes raíces a los ciudadanos ricos de Roma.
Es importante señalar que, en Roma, el poder económico y social se demostraba por medio de la propiedad en la cual vivías. No era lo mismo tener una propiedad en el Monte Palatino, que en el populoso Trans Tiberis. Una excelente ubicación lo era todo en esos tiempos.
Los Bienes Raíces en el Feudalismo
Posteriormente, con la caída del Imperio Romano,el entorno en Europa cambió. Ciudades enteras fueron abandonadas, dando paso a los grandes latifundios feudales. Buscando seguridad, el señor feudal disponía de tropas a su servicio quienes custodiaban sus castillos y proveían de protección a los aldeanos que vivían en los alrededores.
A cambio de esta protección, los aldeanos pagaban tributos en dinero y especies y nuestro amigo el noble feudal se convierte en amo y señor de grandes extensiones de tierras, con lo cual obtiene poder. La Iglesia también copia el modelo feudal ( y pensar que Jesucristo empezó el negocio sólo montado en un burrito y sin capital), siendo así el clero y los nobles, dueños de la mayor parte de las fincas urbanas, dejando muy mermado el mercado inmobiliario. En este caso también la ubicación era un elemento importante.
El poder ejercido por los nobles feudales y la Iglesia se mantuvo por un tiempo pero en el siglo XV, los burgos (ciudades) decidieron aliarse con el rey de Inglaterra para arrebatar el poder feudal, instaurándose una nueva clase: Los Burgueses.
En los siglos siguientes grandes propiedades declinaron en protagonismo a favor de los pequeños propietarios, factor que se aceleró con la llegada de la Revolución Francesa, y más tarde con el Liberalismo en el siglo XIX, dado que el acaparamiento de las tierras por parte de los nobles y la Iglesia representaba un atraso al desarrollo económico.
Bienes Raíces en la América Prehispánica
Del otro lado del charco, en Mesoamérica, la situación de las tierras era similar a lo que se vivió en Egipto. En lo que hoy es México, por ejemplo, el Huey Tlatoani la distribuía en tres grupos: las que se asignaba para él solo y algunas que tenía para premiar a sus sirvientes (porque ser chupamedias no es gratis, de ninguna manera),parientes y guerreros, las tierras asignadas a los templos y áreas públicas, y finalmente, las asignadas al resto de la población para que fueran cultivadas.
Por supuesto, la propiedad privada era cosa de la élite gobernante y, tal como ocurría en otras latitudes, en los centros urbanos de delineaba el status social de acuerdo a los predios, en este caso, cercanos a los templos, los cuales eran los más exclusivos.
En el sur del continente americano la cuestión era más o menos parecida, aunque con una variante: En el Imperio Inca, las tierras no eran comunales, sino que a cada padre de familia se le asignaba cada extensión de tierra de acuerdo al número de hijos que tuviera para el cultivo (excelente incentivo para procrear, imagínate ser estéril en esos tiempos, mal negocio porque no podías tener un terreno).
A la llegada de los conquistadores, durante el dominio español grandes extensiones de tierra fueron acaparadas para los grandes hacendados quienes poseían siembras de diversa índole y tal como en Europa, eran dueños de muchas fincas urbanas.
De las guerras de independencia hasta la actualidad
Los procesos de guerras de independencia durante el siglo XIX contribuyeron a dejar en el pasado el acaparamiento de tierras por parte de pequeños grupos, quitando tierras a la Iglesia y a los grandes terratenientes, y cediéndole a los soldados como premio a sus servicios. Con esto queda sentado que la posesión de la tierra y la libertad individual guardan una estrecha relación.
Las figuras jerárquicas de Faraón, Rey o Emperador fueron sustituidas por los Estados Nacionales. En principio todas las tierras son territorios de la nación, diferenciándose de otras «naciones» por medio de fronteras. Sin embargo, ello no impide adquirir un lote de tierra y ser de propiedad privada.
Analizada la historia, puede decirse que el mercado inmobiliario de la actualidad nace en Grecia y evoluciona radicalmente en Roma.Y adquiere su forma moderna en forma de agentes especializados en la materia a finales del siglo XVIII y a principios del siglo XIX.
Actualmente el mercado inmobiliario es uno de los principales impulsores de las economías de los países, dado que dinamiza la creación de empleo a la vez que satisface esa necesidad humana de poseer un hogar. Ya sea la compra/venta, el alquiler de inmuebles o la construcción en sí misma está claro que los bienes raíces son un motor de la economía que no se limita sólo a la vivienda, dado que también abarca la construcción de oficinas, lugares de esparcimiento, centros de comercio, espacios públicos, etc.
De igual forma, las tierras de vocación agropecuaria siguen siendo una excelente forma de propiedad. El ramo inmobiliario también impulsa la economía de negocios conexos tales como ferreterías y la venta de materiales de construcción, el empleo de electricistas, albañiles, carpinteros, así como de los promotores de bienes inmuebles, notarios y abogados.
Hoy, como en el pasado, sigue siendo distinto comprar un apartamento en el Alto Manhattan en Nueva York que una vivienda social en el Bronx. El poder y el status se sigue demostrando con la elección y accesibilidad del lugar donde se vive, trabaja o incluso se disfruta de unas merecidas vacaciones.
Epílogo
El denominador común de los bienes raíces es esencialmente que puedes conseguirlos en todas partes (hasta en los polos, porque los iglús también son bienes raíces). De acuerdo a lo narrado en este artículo, aunque la propiedad de cualquier bien inmueble está sujeta a las veleidades de los gobiernos…¿Se acuerdan del Faraón acaparador de piedras?
En la mayoría de los países los bienes raíces son de propiedad privada. Recordemos que el entorno es cambiante y cambiantes son las condiciones que hacen más o menos rentable adquirir un bien inmueble. Sin embargo, los bienes raíces están considerados como una excelente reserva de valor en la cual se puede invertir. Incluso en naciones inestables (haga su investigación previa, informate de los aspectos económicos, políticos y legales, claro) si las propiedades disminuyen de precio se convierten en excelentes oportunidades de compra.
Por supuesto, si las condiciones de un país cambian de forma favorable es probable que veas una revalorización de tu propiedad. En todo caso hay que ser valiente y armarse de algunos conocimientos para empezar a incursionar en este excelente mundo, el cual estaremos dando asesoría en próximos posts.
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