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Introducción
En la constante singladura de las inversiones, emergen dos colosos tecnológicos que captan la atención en las arenas de la Inteligencia Artificial (IA): Microsoft y Alphabet. Me imagino que estos nombres no os resultan extraños, a no ser que hayáis decidido hacer una pausa en la tecnología y pasar una temporada de descanso espiritual en el Himalaya.
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La IA abandonó hace tiempo su lugar exclusivo en el ámbito de la ficción para irrumpir de lleno en las páginas de actualidad en 2022, y no porque las máquinas decidieran erigirse en dueñas del mundo, sino gracias al inusual y vigoroso surgimiento de un fenómeno bautizado como ChatGPT de OpenAI. Tal fue la conmoción en el mundo digital que los inversores se lanzaron sin dudar a conquistar este nuevo panorama colmado de ceros y unos.
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Porque no nos engañemos, la lid por conquistar el universo de la IA se ha transformado en una titánica prueba de fuerzas entre Microsoft y Alphabet. No hablamos de un enfrentamiento entre Godzilla y King Kong, sino de un pulso entre dos colosos de la tecnología. Incluso podríamos imaginar resonando la banda sonora de Rocky, dado que estos dos titanes del mundo digital se han lanzado al cuadrilátero, intercambiando golpes a través de sus innovaciones.
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La primera en tirar la piedra fue Microsoft, que en lugar de quedarse de brazos cruzados ante ChatGPT de OpenAI, decidió responder con su propia propuesta, Bard. Un gesto que nos recuerda al famoso: «Oh, ¿admiras mi sombrero? Pues aguarda a ver mi nueva adquisición«.
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Por otro lado, tenemos a Alphabet, que a pesar de haberse hecho hace tiempo con el laboratorio de investigación de IA DeepMind, aún no ha sacado a relucir su «arma secreta» en esta contienda. No sabemos si juegan al póker con una cara de poker o simplemente porque la suerte no les ha favorecido esta vez.
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En este duelo por el trofeo de la IA, los inversores se muestran como si estuvieran en plena final de la Champions, pero los fanáticos de DeFi y criptomonedas aún no han inclinado la balanza a favor de ningún bando. Irónicamente, en el último trimestre la echo de la IA se hinchó hasta tal grado que el sólido rendimiento de ambas empresas disparó ventas masivas de sus acciones… Un desenlace que bien podría pertenecer a una serie de Netflix.
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Pero que nadie cunda en pánico, este juego acaba de arrancar y en este conflicto por el trono de la tecnología, ¿quién reinará sobre el reino de hierro de la inteligencia artificial? ¿Serán los de Seattle (Microsoft) o el laurel caerá en manos de Mountain View (Alphabet)? Promete ser un espectáculo muy interesante. Estoy seguro de que no querrás perdértelo.
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Microsoft y Alphabet: Los Gigantes de la IA
Microsoft está trazando una ruta segura en el terreno de la Inteligencia Artificial, apoyada en su potente crecimiento y una estrategia manifiestamente efectiva. Las cifras de su segundo trimestre fiscal de 2024, con un notorio aumento del 18% hasta alcanzar los 62.000 millones de dólares, avalan su método. Sin embargo, resulta destacable que el crecimiento en búsqueda y publicidad haya sido más reservado, lo que señala un comienzo moderado para Bing Chat. Sorprende, viniendo de la empresa que se alió con OpenAI y propuso a Bard como alternativa a ChatGPT. Con un beneficio por acción también incrementado un 33%, Microsoft mantiene una situación financiera sólida, aunque los ingresos de Bing Chat sean aún moderados.
Es lógico el entusiasmo que muestra Microsoft. La empresa se ha adaptado a la revolución de la Inteligencia Artificial, apostando fuerte con su inversión en OpenAI y la compra de Github. Sumado a ello, su IA Copilot encuentra su lugar en diversas herramientas, un movimiento maestro que evidencia su destreza estratégica.
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Al otro lado del escenario, aparece Alphabet, matriz de Google, que parece un poco rezagada en la carrera preparatoria hacia la era de la Inteligencia Artificial. Sus cifras del cuarto trimestre fiscal de 2023, aunque aumentaron un 13% hasta los 86.3 mil millones de dólares, quedaron ligeramente por debajo de las proyecciones del mercado. Tras un desliz inesperado de un 6% en el valor de sus acciones, Alphabet inyectó un clima de incertidumbre. Y eso que hace tiempo adquirió el conocido laboratorio de investigación en IA, DeepMind. Está claro que éste es un terreno incipiente y tratamos de ‘gastos de publicidad’, pero hasta ahora, Alphabet parece no haber exprimido todo el potencial de la IA generativa en comparación con Microsoft.
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Por lo tanto, cuando termine la lucha, ¿quién se alzará con el cetro de la Inteligencia Artificial? El trofeo se decanta hacia Microsoft. A pesar del ímpetu de Alphabet, Microsoft ha conseguido destacar en esta parcela del mercado gracias a su estrategia en IA y su arsenal de aplicaciones.
De este modo, aunque Alphabet se perciba como un contrincante de peso, diría que tu próxima jugada en cuanto a inversión en Inteligencia Artificial debería ser apostar por Microsoft. Sí, es cierto que su valor en bolsa puede ser superior al de Alphabet, pero ya lo decía mi abuela «lo barato, a veces, sale caro». Las expectativas a largo plazo para Microsoft en la nueva era de la Inteligencia Artificial parecen mucho más halagüeñas. ¡Y eso vale más que un buen golpe!
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Microsoft vs Alphabet: ¿Dónde Invertir?
Permíteme un instante, apreciado lector, porque nos adentramos en un espacio reservado a los gigantes: Microsoft y Alphabet. Si estás entre los inversores que odia tanto perder dinero como quedarse sin opciones donde ubicarlo, este es tu combate: ¿Apostamos por el titán de Redmond o nos decantamos por el coloso de Mountain View? Veamos.
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Los recientes informes fiscales parecen dar un giro a la paradigmática fábula de la liebre y la tortuga. Por un lado, tenemos a Microsoft mostrando un crecimiento saludable con unos Ingresos Trimestrales Microsoft que se han incrementado en un respetable 18% interanual, alcanzando los 62.000 millones de dólares, superando las previsiones de esos caballeros de traje y corbata, los analistas. El ingreso operativo y el EPS también incrementaron un 33% interanual. Parece que a alguien le ha tocado la flauta esta vez, ¿no crees?
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No obstante, como en toda buena historia, emerge el pero: los ingresos por buscas y publicidad de noticias solo han crecido de forma contenida, señalando que el Bing Chat de Microsoft no ha vivido la fiesta inaugural que todos anticipábamos. Es como si al responsable de la música se le hubiera pasado el ritmo y, pese a que el baile sigue, la pista no parece tan concurrida como lo deseado.
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De forma paralela, encontramos a Alphabet recuperándose de apropiado momento en el mercado de publicidad digital, con ingresos que han crecido un considerable 13% interanual hasta alcanzar los 86,3 miles de millones. Aunque este número puede parecer provocativo, sus ingresos publicitarios no alcanzaron las estimaciones (sí, de nuestros amigos con corbata), provocando un declive del 6% en el precio de sus acciones. Y ya sabes, cuando la bolsa tose, algún inversor se constipa.
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En otras palabras, parece que Microsoft lleva por ahora el compás en esta sinfonía de la IA. Ha logrado sacarle provecho a la Inversión en Inteligencia Artificial, integrando su copiloto alimentado por IA en una gran cantidad de productos y preparándose para la revolución de la IA con adquisiciones estratégicas como Github y su alianza con OpenAI.
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Alphabet, por otro lado, parece tener menos claridad en este derrotero tecnológico. Tras años de adquirir DeepMind, todavía parece estar tratando de hallar cómo exprimir al máximo esta ola de innovación.
En resumen, apreciado lector, aunque Alphabet no se encuentra en retirada en la batalla de la IA, Microsoft aparece en este momento como el adversario a batir. Se asemeja a un púgil que supo esquivar los golpes y asestarlos en el instante apropiado. Aunque su costo por acción pueda parecer más elevado que Alphabet, las perspectivas a largo plazo de Microsoft con esta tecnología emergente bien podrían justificar desembolsar esa suma que tienes guardada bajo el colchón.
No obstante, antes de que tomes una decisión precipitada, recuerda que el mercado es un melón sin abrir: a veces resulta en una jugosa recompensa, otras veces su sabor es amargo. ¿Es una sobrevaloración o será un acierto en el largo plazo? Solo el tiempo dictará el veredicto en este enfrentamiento. ¡Adelante, hagan sus apuestas!
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Conclusión
Habiendo observado los sucesos más recientes, uno podría caer en la tentación de preguntarse, «¿Estamos elevando demasiado las expectativas con todo este asunto de la Inteligencia Artificial?». Sin embargo, desde nuestra posición, en el torbellino constante del mundo financiero, preferimos desafiar el pesimismo con datos concretos y sólidos.
Tomemos a Microsoft como punto de partida, nuestro incansable gigante de la industria que ha encontrado en el campo de batalla de la IA su misión divina. Sus acciones estratégicas y adquisiciones geniales le han permitido ascender a un nivel de poderío envidiable. A pesar de que su avance con Bing Chat podría haber sido menor de lo previsto, el notable crecimiento en ingresos operativos, EPS y el desarrollo alcanzado con Copilot nos sugieren reevaluar nuestras «expectativas».
En una ruta paralela navega Alphabet, en un viaje cuyos altibajos agudizan el sabor de la aventura. Un aumento del 13% en ingresos no es un detalle a minimizar, pero resulta sorprendente cómo un fallo en los ingresos publicitarios, algo que a ojos de muchos podría parecer un detalle, provoca un declive del 6% en las acciones. El brillo en la corona de tener a DeepMind en sus filas todavía espera su momento para resplandecer con total intensidad.
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En suma, el panorama que tenemos ante nosotros sugiere que Microsoft parece estar mejor armada para este duelo de gigantes en la escena de la IA. Sí, es cierto que su precio por acción es superior, pero nadie dijo que las entradas para asistir al teatro del futuro de la IA iban a ser económicas.
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No obstante, es prudente que recordemos que toda inversión viene con su dosis de riesgo. Por muy prometedor que pueda parecer el panorama de la IA, es aconsejable mantener el temple, proteger nuestros ojos con nuestras gafas de inversor y recordar que tanto el fracaso como el éxito son huéspedes reincidentes en la mansión de la inversión.
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Por último, aunque hoy parece que el rugido del león Microsoft resonará con más fuerza en la selva de la IA, queda por ver si Alphabet consigue emitir un rugido aún más penetrante en el rumbo a seguir. Después de todo, la incertidumbre y la emoción son ingredientes indispensables, y el mundo de la IA no es una excepción.
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Inversión en Inteligencia Artificial: ¿Microsoft o Alphabet?
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