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Introducción al auge de la IA
- Ambos expertos, como nosotros, creen firmemente en el «potencial a largo plazo de la IA», siendo uno de los temas de inversión destacados de la próxima década. Pero nos alertan sobre la creciente valoración de las acciones ligadas a la IA en el presente año y nos instan a no ser ignorantes respecto a los debates tácticos sobre las altas valoraciones.
- En respuesta a quienes pueden pensar que este es el momento ideal para «invertir en IA», Stanley argumenta que no es necesario apresurarse para invertir en temas que tendrán una relevancia durante años, y si Stanley dice que hay que esperar, deberíamos tomar su consejo en serio.
- La actual efervescencia por la IA recuerda a la analogía del concurso de belleza keynesiano. En él, los participantes debían seleccionar a la mujer más hermosa, pero el premio era para quien eligiese a la más popular, no a la más bella. Esto muestra cómo los inversores pueden llegar a comprar una acción basándose en que otros también la comprarán, alimentando así el actual auge del mercado de acciones de la IA. (Leer más)
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Comparación con burbujas de mercado históricas
- La pareja defiende la IA, vaticinando que será «radicalmente transformadora en todas las industrias» y «uno de los ejes de inversión más destacados de la próxima década«.
- Sin embargo, frente al aumento bursátil de las acciones vinculadas a la IA, con Nvidia a la cabeza habiendo subido casi un 200% este año, Stanley y Ovrum se niegan a ignorar los «debates tácticos» sobre las fuertes valoraciones de IA y la duración de esta ola de entusiasmo.
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Valoraciones de la IA y sus Implicaciones
- No se puede obviar el tremendo potencial a largo plazo de la IA que, según Stanley, transformará todas las industrias y será uno de los temas predominantes de inversión en la siguiente década.
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Sin embargo, advierte acerca de no pasar por alto las altas valoraciones de IA y la volatilidad del actual ciclo bursátil.
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Tomemos el «Caso Nvidia» como ejemplo. Sus acciones han experimentado un aumento del 200% desde comienzos del año, marcando un fuerte impulso en el sector.
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Pero conviene avanzar con precaución, según Stanley, recordando burbujas precedentes como la de las empresas .com y la pos-COVID.
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Consejos para invertir en IA
- «Imaginemos la siguiente situación: participas en un concurso de belleza, pero el criterio no es convencional. No eliges a la más atractiva de 100 retratos según tu gusto, el premio se otorga al que acierte la más votada por todos.» La analogía planteada por John Maynard Keynes ilustra cómo los inversores suelen moverse en manada, en lugar de analizar la verdadera valía de sus compras, generando posiblemente burbujas financieras. Esta «competencia keynesiana de belleza» podría estar alimentando la expansión del mercado de acciones de IA.
- Es inevitable recordar la burbuja puntocom a finales de los 90 e igualmente la corriente del «todo móvil». Estos ciclos de entusiasmo añadido que terminaron estallando dan lecciones valiosas para enfrentar esta oleada de Inversiones en IA, especialmente al ver cómo las acciones vinculadas a la IA, como Nvidia, han subido de forma significativa.
- La IA representa un cambio significativo a largo plazo, y se observa una adopción impactante de modelos de IA de código abierto. No obstante, hay un entusiasmo desmesurado por este recién llegado, a la par de una ralentización en lanzamientos relevantes de productos de IA, lo que demanda un alto antes de dar el salto.
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El comportamiento de los inversores
- Esta sutil metáfora es, hoy día, muy palpable entre los inversores en IA. Con un comportamiento borreguil y alejados de un análisis fundamental, muchos optan por mover su capital hacia aquellas acciones que creen van a ser objeto de deseo por la masa inversora, temiendo quedarse fuera de la carrera.
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Hagamos memoria sobre el entusiasmo que rodeó la irrupción de Internet a finales de los 90. Aunque justificada, la euforia no fue la mejor consejera. Quienes esperaron hasta 2003 y aposentaron sus inversiones en base a un estudio pormenorizado de las posibles empresas victoriosas, se beneficiaron de más del 90% del incremento en el valor de las acciones y una considerable protección ante posibles caídas.
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En otras palabras, es simple dejarse llevar por las tendencias, pero ¿se ha parado a considerar si su inversión es un reflejo del verdadero valor de la empresa, o está sencillamente siguiendo la corriente del pensamiento colectivo?
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El reciente ascenso de Nvidia y otras grandes empresas del sector tecnológico en EE.UU, impulsado por la IA, ha superado todas las expectativas. Parece que la atención no recae sobre la excelencia del modelo propuesto, más bien sobre quién se intuye que será el siguiente gran descubrimiento en IA. La prudencia debe prevalecer en este contexto.
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La IA, pese a sus potenciales beneficios transformativos, puede ser una danza en la que es preferible participar desde una posición de observador antes de lanzarse a la pista. Evitemos que la burbuja de mercado o hype nos impida ver con claridad y recordemos que a veces la Historia repite sus lecciones a aquellos que optan por no escuchar. Así pues, en la frenética búsqueda del oro tecnológico, recordemos: la paciencia se cotiza en el alza.
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Adopción de los modelos de IA de código abierto
- Es un hecho, la adopción de sistemas de IA de código abierto ha sido espectacular. No obstante, los inversores deben mantener la paciencia y prudencia.
- «La paciencia es la virtud de los triunfadores». No se trata de quién corra más rápido, sino de quien avanza de manera segura y constante.
- En conclusión, en materia financiera no se trata de ir tras la novedad más brillante solo porque todos lo hacen, o comprar las acciones más caras esperando que su valor solo crezca.
- El uso cauto de la IA de código abierto puede ser más rentable y seguro en el largo plazo. Recuerda, el equilibrio es vital y la prudencia nunca está de más.
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Visión a largo plazo
- En este peculiar desfile financiero, apostamos por accionistas de la IA no por su sólida promesa, sino por el pronóstico de que otros inversores los premiarán. Es decir, invertimos en lo que presumimos que la mayoría percibirá como más atractivo, no en lo que personalmente encontramos valioso. Estamos, señores, en un juego de reflejos, no en una inversión sólidamente fundamentada.
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Sin embargo, al margen de estos cortoplacistas efectos de espejo y la reciente merma en el despliegue de importantes avances en IA, no se puede negar el indiscutible atractivo de la IA como inversión para futuros años. Rescatando de la experiencia previa, existen quienes creen que este actual entusiasmo por la IA es efímero y que, luego de sobrevivir este exceso de fervor, la inversión retornará a alinearse con el verdadero valor de los negocios, ofreciendo aún un 90% de rentabilidad por explorar.
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La IA, parecida a la «belleza» fotográfica que acapara todas las miradas en un certamen, tiene la capacidad transformadora para todas las industrias. Dejando a un lado la histeria colectiva y concentrándonos en el auténtico encanto innovador que puede aportar la IA, seremos capaces de percibir su atractivo a largo plazo como transfiguración radical de nuestras vidas y economías, sin importar los vaivenes comerciales del corto plazo y la eventual «burbuja de euforia».
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Por consiguiente, tal vez no debamos temer ciegamente a esta presunta burbuja de IA. Más bien, antes de tomar decisiones apresuradas, observemos más allá del efecto espejo inicial, podríamos encontrarnos con que la Inteligencia Artificial no es puramente la mujer más celebrada del certamen, sino también una belleza por derecho propio. Inclusive, con el uso de tecnologías como los robots de Telegram, las posibilidades de crecimiento y rentabilidad en la inversión en IA se vuelven aún más atractivas.
Actualmente, estamos atravesando un período dorado para la Inteligencia Artificial (IA), donde los avances se suceden a ritmo vertiginoso. Desde que el chatbot ChatGPT de OpenAI viese la luz, las startups de IA generativa han estado recolectando importantes sumas de capital, y las acciones de esta nueva tecnología se disparan.
Sin embargo, Edward Stanley de Morgan Stanley advierte que no debemos dejarnos llevar por la euforia burbujeante antes de invertir en acciones de IA. Stanley y su compañero Matias Ovrus han analizado las dinámicas de burbujas del mercado en el último siglo y nos invitan a encarar las inversiones en IA de forma reflexiva.
Lo que sugiero es que, antes de desembolsar tu dinero en acciones de empresas de IA, consideres los análisis de estos expertos de Morgan Stanley. En el mundo de las inversiones, es preferible ser prudente y estratégico que apresurado, pues son aquellos quienes ríen al final los que verdaderamente se ríen mejor.
La excitación desmedida que rodea a la Inteligencia Artificial (IA) de hoy es palpable. El huracán de entusiasmo que sobrevino con el lanzamiento del chatbot ChatGPT de OpenAI en noviembre no ha disminuido; al contrario, empresas emergentes de IA generativa no han parado de recaudar fondos de capital de riesgo y las acciones relacionadas con esta nueva tecnología van en ascenso.
No obstante, expertos como Edward Stanley, jefe de investigación temática en Europa de Morgan Stanley, invitan a la paciencia, pidiendo a los inversores que rebajen la euforia. «Comparando la actual situación de la IA con 70 burbujas de mercado del pasado siglo, Stanley y su colega Matías Ovrum pretenden esbozar un camino de actuación para los inversores.»
Stanley advierte que, hincando el diente en burbujas de mercado anteriores como la .com o la post-COVID, se debe mostrar prudencia al adquirir acciones vinculadas a la IA en plena alza este año. «La Historia de inversiones nos muestra que en este tipo de tendencias de inversión, no hay prisa«, comenta Stanley.
En el corto plazo, la euforia por la IA es poco más que un concurso de belleza keynesiano. Aunque el potencial a largo plazo de la IA es incuestionable, Stanley aconseja a los inversores a actuar con cautela en la inversión basándose en la historia del mercado de valores, afirmando que el corto plazo podría no ser tan prometedor como parece.
Para explicar la reciente obsesión por la IA, los analistas de Morgan Stanley recurren al concurso de belleza de Keynes. Este comportamiento de los inversores, tal como Keynes lo describía, es un frecuente causante de burbujas en los mercados, cuando los inversores adquieren acciones basándose meramente en su creencia de que otros inversores harán lo mismo, desechando cualquier análisis fundamental.
En resumen, si bien el futuro de la IA parece prometedor, un análisis prudente de las burbujas de mercado históricas nos recomienda actuar con cautela y evitar la precipitación al invertir en este campo. ¡Y recuerda, no caigas solo por una cara bonita!
Mientras tanto, otros fenómenos financieros, como el auge de las criptomonedas, también están captando la atención de los inversores. Al igual que la IA, las criptomonedas están transformando diversas industrias, como muestra el reciente lanzamiento de PYUSD por PayPal. Puedes leer más sobre esto en nuestro reciente artículo: PayPal lanza PYUSD, su nueva criptomoneda vinculada al dólar.
La pasión exuberante en torno a la Inteligencia Artificial (IA) es sorprendentemente innovadora. Desde el emergente chatbot ChatGPT de OpenAI hasta el torrente de inversión incesante en nuevas empresas, parece que hemos adentrado en una nueva época de esplendor de la IA. Sin embargo, Edward Stanley, director de investigación temática de Morgan Stanley, nos recuerda que moderemos nuestras expectativas, dada la posibilidad de una «burbuja de exuberancia«.
A corto plazo, la fascinación por la IA recuerda a la metáfora de «concurso de belleza keynesiano» propuesta por el economista John Maynard Keynes. A pesar del claro potencial a largo plazo, la IA podría no brillar de la misma manera en esta etapa inicial. Tal como ocurrió con la burbuja de los años 90, los inversores podrían beneficiarse de una visión más precisa de los probables ganadores si esperan y se muestran pacientes.
Por último, pero no menos importante, os recomendaría siempre tener cautela y estrategia. No perdamos de vista que, aunque la IA es un área de inversión de futuro muy prometedora, «las fluctuaciones de interés colectivo pueden causar estragos». Teniendo en cuenta el auge de las criptomonedas, como las nuevas propuestas de Paypal, es esencial mantener una posición equilibrada en nuestro portafolio de inversión.
Haz una pausa, respira, reflexiona y quizá después, inviertas. No sucumbas ante el encanto arrollador de la Inteligencia Artificial (IA). A pesar de que la IA ha realizado progresos asombrosos con aplicaciones como el chatbot ChatGPT de OpenAI, los especialistas de Morgan Stanley, encabezados por Edward Stanley, jefe de investigación temática en Europa, recomiendan cautela.
Edward Stanley recomienda cautela en la inversión. «La experiencia nos demuestra que en asuntos de largo alcance, no hay apuro», afirma. Parecería sensato esperar, evaluar la evolución del mercado, identificar los probables vencedores y luego actuar de forma consciente.
La paciencia no solo puede dar la misma exposición, sino ayudar a evitar burbujas de inversión. Por tanto, tengamos serenidad. El pico de la Inteligencia Artificial sigue formándose y no hay necesidad de apresurar el ascenso.
Al igual que la caución recomendada por Morgan Stanley, han habido casos en los que la prudencia ha resultado ser muy beneficiosa. Un ejemplo de esto es el caso reciente de Alchemix y Curve que lograron recuperar $61M robados gracias a un sistema de recompensas bien implementado.
El panorama presente de la Inteligencia Artificial (IA) parece reflejar una curiosa analogía: el concurso de belleza keynesiano. Este planteamiento, originado en 1936 por el economista británico John Maynard Keynes, consiste en seleccionar la mujer más atractiva, con un giro inesperado: los votantes no deben elegir en base a sus preferencias personales, sino en función de quién creen que será la preferida por el grueso de los participantes.
Para aprender más sobre inversiones y seguridad en finanzas descentralizadas, puedes leer nuestro artículo titulado «Alchemix y Curve recuperan $61M robados gracias a recompensa».
La irrupción de sistemas de Inteligencia Artificial (IA) de código abierto se asemeja a un rítmico redoble de batería en medio de un concierto de rock: ferviente, resonante y con una audiencia expectante.
Desde la presencia ruidosa de OpenAI con su Chatbot GPT, las empresas emergentes de IA generativas parecen atraer capital de riesgo a un ritmo sin precedentes, mientras las acciones ligadas a esta tecnología surgen exponencialmente. Pero aún en medio de este frenesí, se recomienda manejar con prudencia. Incluso con las gafas más densas es evidente el potencial a largo plazo de la IA, su capacidad para moldear industrias y convertirse en una de las inversiones más relevantes de los próximos años. Sin embargo, es posible que aún sea pronto para saltar de lleno en la piscina financiera.
Estamos expuestos a esta advertencia a través de las visiones de Edward Stanley, jefe de investigación temática en Europa de Morgan Stanley, quien nos insta a manejar con precaución debido a la volatilidad de estas acciones. Existe una tendencia a seguir la corriente, buscando que la opción más popular sea la más beneficiosa. Pero, ¿es realmente sabio ir siempre con la masa? ¿Y qué hay del análisis fundamental? La multitud puede a veces llevarnos hacia un despeñadero.
Una mirada retrospectiva muestra que, pese a la promesa a largo plazo de la tecnología subyacente, puede no ser tan dorada en el corto plazo. ¿Recordamos la burbuja de las .com y el reciente estallido «todo burbuja» post-covid?
Es como huir de un apocalipsis zombi solo para descubrir que los zombies eran bastante más lentos de lo anticipado.
Por ejemplo, en el caso de las criptomonedas, también es preciso un análisis cuidadoso y considerado antes de realizar cualquier inversión.
Inversiones en Inteligencia Artificial: Oportunidad o Burbuja?
En el corto plazo, podríamos estar ante una edición ocasional del «certamen de belleza Keynesiano«: esta tendencia del inversor de comprar corrientes mayoritarias, sin meditar en profundidad el auténtico valor de la inversión. Este fenómeno, aplicado al actual mercado de la Inteligencia Artificial (IA), se asemeja a una sala de espejos, donde solo vemos reflejos y copias de nuestras apreciaciones personales, ciertamente riesgoso.
Fuente de la noticia: https://fortune.com/2023/08/10/artificial-intelligence-bubble-stock-market-investor-advice-morgan-stanley/