Amigos…¿Sabían ustedes que hay tanto, pero tanto dinero desperdigado en este mundo que los bancos comerciales no pueden gestionarlos?¿Sabían que existen instituciones financieras que van más allá de las regulaciones y demás leyes aplicables que controlan a la banca tradicional? Incluso, el mote de «banca en las sombras» se lee cuando menos, sospechoso.
No hay que confundir a este tipo de entes con los llamados «paraísos fiscales». En el caso que ocupa este artículo, me refiero a instituciones, fondos de inversión y hasta ciertos individuos que teniendo ingentes cantidades de dinero, pueden operar de forma similar que la banca pero sin las regulaciones a las cuales están sometidos éstos…Bonita cosa…¿no?
De acuerdo a las fuentes, las cuales no son muy abundantes a este respecto, la «banca en las sombras» comprende un conjunto de entidades, así como aquellas prácticas que involucran operaciones financieras que están fuera del radar de las entidades regulatorias. Estas pueden ser: fondos de inversión paralelos, fondos de mercados de capitales y vehículos de inversión estructurados.
Esencialmente, en la banca en las sombras se usan depósitos, que generalmente son a corto plazo, para financiar préstamos a largo plazo, es decir, «estiran» los vencimientos. Al no estar sujetos a las regulaciones tradicionales, de ocurrir una emergencia financiera (un rescate de banco central) no pueden tomar respaldo. Tampoco tienen depositantes tradicionales cuyos fondos tienen cobertura de seguro.
Como consecuencia de la crisis del año 2008, los bancos se vieron obligados a reducir el crédito a las empresas. De esta manera, las compañías buscan otras formas de financiarse. De allí surge el orígen y auge de la banca en las sombras (shadow banking en inglés). De acuerdo a un profesor español citado en Wikipedia:
Los mercados de capitales y la banca en la sombra —o shadow banking— se han convertido en los nuevos canales de financiación para las empresas que no pueden acceder al crédito bancario tradicional
Entre las entidades que tienen funciones de banca en las sombras estan: Las socimis en el mercado inmobiliario, los business angels, el crowdfunding, los fondos de capital riesgo, los fondos cerrados que están levantando firmas (como Renta 4 o N+1) para que las pymes accedan al capital, y los hedge funds.
Estas instituciones paralelas comenzaron a llamar la atención por el rol que cumplieron en la transformación de las hipotecas subprime en títulos valores. Esto iniciaba con la creación de una hipoteca que luego era comprada por estas entidades, se agrupaban con otras de diferentes características (se ligaban hipotecas de bajo riesgo con las de alto riesgo), y se creaba un título que era colocado entre los inversionistas. El valor del título tenía un vínculo con el valor de las hipotecas. Cada paso, desde la creación de la hipoteca hasta la venta del título se hacía fuera de la mira de los reguladores.
Los cuatro aspectos que usa la banca en la sombra para ejercer intermediación son:
- Transformación de vencimientos: Obtienen fondos a corto plazo para invertir en activos a largo plazo.
- Transformación de liquidez: Uso de pasivos similares al efectivo, o deudas, para comprar activos más difíciles de vender.
- Apalancamiento: Toma de dinero de terceros en préstamo para comprar activos, aumentando la ganancia de una inversión. De haber pérdidas, esta también aumenta en magnitud directamente proporcional a dicho apalancamiento.
- Transferencia de riesgo de crédito: Adquieren el riesgo de incumplimiento de un prestatario, transfiriendolo desde su origen hasta un tercero.
Además de las instituciones paralelas que adquieren valores con respaldo hipotecario, los fondos mutuos del mercado de dinero que concentran fondos de inversionistas para comprar pagarés de empresas, se consideran también como «banca en la sombra». También lo son las entidades financieras que venden papeles comerciales y usan el producto de la venta para otorgar créditos a particulares.
El problema con la banca en las sombras
En rigor: Si eres un inversionista que sabes dónde estás parado, es decir, comprendes lo que sucede, y en tanto esas actividades no supongan un mayor riesgo para el sistema financiero, no hay nada necesariamente «malo» en obtener fondos de inversionistas que operen bajon esta modalidad. Quizá hasta te veas en la necesidad de recurrir a uno de ellos, y no te des cuenta que estas tratando con un «banco en las sombras».
Ahora bien, durante el 2008 los inversionistas comenzaron a ponerse nerviosos sobre el valor real de los activos a largo plazo y muchos decidieron retirar sus fondos de inmediato, sobre todo cuando hubo impagos en las hipotecas. Las ventas forzosas a precios de gallina flaca redujeron el valor de los activos, obligando a los bancos en las sombras a reducir en sus libros el valor de los activos, obligando en una reacción en cadena a reducir el valor en libros de las entidades bancarias reguladas. Si un banco en la sombra estornuda, al sistema bancario tradicional le da un resfriado.
En el punto más cumbre de la crisis del 2008, fueron tanto los inversionistas que retiraron sus fondos que muchas instituciones financieras, tales como Lehman Brothers, se fueron a la quiebra o quedaron inmersas en graves dificultades. Algunos bancos en las sombras eran controlados por bancos comerciales, que para no caer, también los rescataron (Si, parte de los fondos que se usaron para rescatar a los bancos tradicionales fueron usados por estos para a su vez rescatar a sus «bancos» en la sombra). Como hay mecanismos opacos, a menudo no se sabe quien le debe qué cosa a quién.
La cantidad de dinero que manejan los bancos en las sombras no se pueden precisar con certeza. Lo que sí puedo decirles es que es mucho, muchísimo dinero. Fuentes consultadas indican que el volumen de transacciones del sistema bancario en la sombra creció desmesuradamente luego del año 2000. Para el año 2007 la banca en las sombras pasaba de los 10 billones de dólares y para el año 2011 se había incrementado hasta los 24 billones de dólares, sólo en los Estados Unidos.
Para finales del año 2011 y a nivel mundial totalizaban alrededor de 60 billones de dólares. Señores, si bien esto es data vieja, no deja de ser muchísimo dinero que mueve esta gente, de hecho, mueven más dinero que el PIB de algunos países. Se ha constatado un fuerte crecimiento de este sector en países como China, Argentina, India y Sudáfrica.
¿Debería existir la banca en las sombras?
Queda para la discusión si moralmente, la banca en las sombras deben existir si ya están los bancos para financiar a personas y empresas. Se hace muy riesgoso que la combinación de altas sumas de dinero y la nula regulación para estos entes afecte el desempeño de las economías de los países. Como había iniciado este artículo, hay mucho dinero desperdigado en el mundo y me atrevo a decir que es incuantificable, sería casi imposible que los bancos tradicionales pueden absorber esa liquidez.
Dado que la banca tradicional trabaja de la mano con la banca en las sombras, bien sea para maquillar sus cifras contables cuando existe algún activo «problemático», o ya sea si alguien decide obtener un financiamiento que los bancos no desean ofrecer, debemos usar la intuición para «oler» quien puede estar detrás. No sea que al hacer un contrato o suscribir un préstamo, no sepamos a ciencia cierta qué puede ocurrir a futuro y nos veamos perjudicados.
Lo importante aquí es que debes saber que existen instituciones cuyos manejos son opacos, y que es probable que te topes con algunos. La perspicacia del inversionista es crucial para saber qué tipo de negocios de bajo o alto riesgo se pueden hacer con este tipo de banca. A grandes rasgos puedes llevar una inversión totalmente legal con cualquier institución financiera, sea un banco en la sombra o no. El problema es que se deben sopesar las consecuencias acerca de tolerar los manejos internos de ellas y asumir las consecuencias de presentarse algún inconveniente.