Introducción a las Finanzas Descentralizadas
DeFi, abreviatura del término “finanzas descentralizadas”, designa a un conjunto de aplicaciones financieras basadas en redes blockchain, las cuales, en principio, no necesitan de intermediarios para funcionar y, por ende, otorgan al usuario una mayor apertura financiera.
Las aplicaciones DeFi engloban desde plataformas de préstamos, mercados predictivos, exchanges descentralizados (DEX), criptomonedas estables (stablecoins) e incluso acciones tokenizadas. El elemento común que comparten todas estas iniciativas es incorporar servicios financieros tradicionales en una blockchain, registrando así cada una de sus operaciones en el historial de la red. Asimismo, todas sus funciones se ejecutan gracias a contratos inteligentes que las automatizan.
¿Qué es DeFi?
DeFi es un concepto utilizado para denominar a un conjunto de productos financieros, que tiene características similares a los servicios tradicionales, pero que han sido creados en una blockchain. Los datos y transacciones que movilizan estas redes son registrados de forma colectiva, promoviendo así la descentralización de la información, aunque también existen blockchains de uso privado, cuyo control es considerablemente más centralizado, tal y como hemos explicado anteriormente en la Criptopedia.
El ecosistema DeFi se ha constituido como una industria capaz de expandir los casos de uso que ya tenían otras blockchains en el sector de las finanzas, convirtiendo simples transacciones de valor en productos financieros de mayor complejidad. Se tratan de protocolos de código abierto, capaces de emitir activos, procesar transacciones y cumplir acuerdos financieros.
Origen de las finanzas descentralizadas
Se podría decir que el origen de las finanzas descentralizadas se remota al 2009, cuando se minó el primer Bitcoin. La criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto es el primer dinero digital desarrollado en una blockchain, así como el caso de uso más exitoso de esta tecnología y un método de pago ampliamente extendido.
Nakamoto teorizaba por el 2010, en el famoso foro Bitcoin Talk, que el diseño de Bitcoin admitía una gran variedad de transacciones, llegando incluso a mencionar “transacciones de fidecomiso, arbitraje de terceros y firmas de múltiples partes” entre sus posibilidades.
Bitcoin trazó el camino para un sector financiero alternativo. Pero para entender el nacimiento de DeFi como concepto, tenemos que centrarnos en el lanzamiento de Ethereum y sus contratos inteligentes.
La red apareció en el mercado en el año 2015, persiguiendo el objetivo de revolucionar aún más las finanzas digitales y agregar mayores funciones de las que ofrecían para aquel entonces las redes blockchain. Ya hemos dicho que los contratos inteligentes juegan un papel medular para la creación del ecosistema DeFi, y es que, a pocos años de la aparición de Ethereum y sus contratos, se vislumbró el inicio de este nuevo término.
El primer producto que se lanzó al mercado y entró en la categoría de “DeFi” fueron las stablecoins, o criptomonedas estables.
Cómo funcionan las Finanzas Descentralizadas
DeFi, abreviatura del término “finanzas descentralizadas”, designa a un conjunto de aplicaciones financieras basadas en redes blockchain, las cuales, en principio, no necesitan de intermediarios para funcionar y, por ende, otorgan al usuario una mayor apertura financiera.
Las aplicaciones DeFi engloban desde plataformas de préstamos, mercados predictivos, exchanges descentralizados (DEX), criptomonedas estables (stablecoins) e incluso acciones tokenizadas. El elemento común que comparten todas estas iniciativas es incorporar servicios financieros tradicionales en una blockchain, registrando así cada una de sus operaciones en el historial de la red. Asimismo, todas sus funciones se ejecutan gracias a contratos inteligentes que las automatizan.
¿Cómo funcionan las Defi?
En el funcionamiento de las DeFi, los contratos inteligentes son una pieza fundamental, ya que estas aplicaciones funcionan gracias a la creación y ejecución de ellos. Los contratos inteligentes son acuerdos autoejecutables y programables que permiten transacciones de valor bajo condiciones especiales. Por ejemplo, una persona puede programar un contrato para enviar cierta cantidad de dinero cuando el bitcoin llegue a un precio específico o cuando se cumpla una fecha exacta.
De esta manera, no se necesitan intermediarios para llevar a cabo un préstamo, la emisión de una moneda o dar los resultados de una predicción de mercado. El contrato ejecuta la acción, mientras que los datos son registrados de forma permanente en la blockchain a ojos de todo público. De esta manera, se construye en teoría aplicaciones financieras más descentralizadas y transparentes.
Aunque el término “finanzas descentralizadas” ha tomado fuerza para identificar a este ecosistema, algunas personas consideran que sería más adecuado llamarlo “finanzas abiertas”. No todas las aplicaciones DeFi son propiamente descentralizadas y sin custodia, como es el caso de los oráculos en blockchain que necesitan de un tercero que registre información que se encuentra fuera de la blockchain.
No obstante, sí se puede decir que la gran mayoría de las iniciativas de este ecosistema son inclusivas y de código abierto. La primera característica la diferencia de las finanzas tradicionales, donde ciertos requisitos (como las cuentas bancarias o tener una certificación como inversionista calificado) son imprescindibles para poder iniciar una operación. En el caso de las DeFi, esto no es necesario, ya que hasta un desbancarizado puede hacer uso de estas plataformas si tiene los conocimientos necesarios y acceso a Internet.
En cuanto al código abierto, esto permite que sean aplicaciones auditables e interoperables. El código con el que se constituyó la plataforma está abierto al público para su consulta, por lo cual la gente puede verificar su funcionamiento e incluso copiarlo para crear nuevos tipos de servicios. Debido a ello, muchas de estas aplicaciones son capaces de interactuar entre sí y crear servicios aún más complejos; interconectando así a toda la red en un gran mercado financiero.
Tipos de aplicaciones financieras en DeFi
DeFi, abreviatura del término “finanzas descentralizadas”, designa a un conjunto de aplicaciones financieras basadas en redes blockchain, las cuales, en principio, no necesitan de intermediarios para funcionar y, por ende, otorgan al usuario una mayor apertura financiera.
Las aplicaciones DeFi engloban desde plataformas de préstamos, mercados predictivos, exchanges descentralizados (DEX), criptomonedas estables (stablecoins) e incluso acciones tokenizadas. El elemento común que comparten todas estas iniciativas es incorporar servicios financieros tradicionales en una blockchain, registrando así cada una de sus operaciones en el historial de la red. Asimismo, todas sus funciones se ejecutan gracias a contratos inteligentes que las automatizan.
DeFi es un concepto utilizado para denominar a un conjunto de productos financieros, que tiene características similares a los servicios tradicionales, pero que han sido creados en una blockchain. Los datos y transacciones que movilizan estas redes son registrados de forma colectiva, promoviendo así la descentralización de la información, aunque también existen blockchains de uso privado, cuyo control es considerablemente más centralizado, tal y como hemos explicado anteriormente.
En el funcionamiento de las DeFi, los contratos inteligentes son una pieza fundamental, ya que estas aplicaciones funcionan gracias a la creación y ejecución de ellos. Los contratos inteligentes son acuerdos autoejecutables y programables que permiten transacciones de valor bajo condiciones especiales. Por ejemplo, una persona puede programar un contrato para enviar cierta cantidad de dinero cuando el bitcoin llegue a un precio específico o cuando se cumpla una fecha exacta.
No se necesitan intermediarios para llevar a cabo un préstamo, la emisión de una moneda o dar los resultados de una predicción de mercado. El contrato ejecuta la acción, mientras que los datos son registrados de forma permanente en la blockchain a ojos de todo público. De esta manera, se construye en teoría aplicaciones financieras más descentralizadas y transparentes.
En cuanto al código abierto, esto permite que sean aplicaciones auditables e interoperables. El código con el que se constituyó la plataforma está abierto al público para su consulta, por lo cual la gente puede verificar su funcionamiento e incluso copiarlo para crear nuevos tipos de servicios. Debido a ello, muchas de estas aplicaciones son capaces de interactuar entre sí y crear servicios aún más complejos; interconectando así a toda la red en un gran mercado financiero.
Se podría decir que el origen de las finanzas descentralizadas se remonta al 2009, cuando se minó el primer Bitcoin. Nakamoto teorizaba por el 2010, en el famoso foro Bitcoin Talk, que el diseño de Bitcoin admitía una gran variedad de transacciones, llegando incluso a mencionar “transacciones de fidecomiso, arbitraje de terceros y firmas de múltiples partes” entre sus posibilidades.
Bitcoin trazó el camino para un sector financiero alternativo. Pero para entender el nacimiento de DeFi como concepto, tenemos que centrarnos en el lanzamiento de Ethereum y sus contratos inteligentes. El primer producto que se lanzó al mercado y entró en la categoría de “DeFi” fueron las stablecoins, o criptomonedas estables.
Oportunidades y desafíos en DeFi
Las finanzas descentralizadas (DeFi) son un conjunto de productos financieros basados en blockchain que promueven la descentralización de la información, permitiendo a los usuarios realizar transacciones financieras sin necesidad de intermediarios. Incluyen desde plataformas de préstamos, mercados predictivos, exchanges descentralizados (DEX), criptomonedas estables (stablecoins) e incluso acciones tokenizadas.
El principal beneficio que ofrecen las DeFi son aplicaciones financieras más descentralizadas y transparentes gracias a la utilización de contratos inteligentes que eliminan la necesidad de intermediarios. Además, el código abierto permite la creación de aplicaciones auditables e interoperables, lo que se traduce en la capacidad de interactuar entre sí y crear servicios aún más complejos.
En cuanto a los desafíos, aunque se ha constituido como una industria en expansión, aún enfrenta barreras como la escalabilidad, la interoperabilidad y la seguridad. Además, no todas las aplicaciones DeFi son completamente descentralizadas y sin custodia.
El origen de las finanzas descentralizadas se remonta a la aparición de Bitcoin en 2009 y la posterior creación de Ethereum en 2015, que revolucionó aún más las finanzas digitales al agregar mayores funciones a las redes blockchain. Las stablecoins fueron el primer producto lanzado al mercado que entró en la categoría DeFi.
En conclusión, las DeFi presentan una alternativa a las finanzas tradicionales con mayores oportunidades de inclusión financiera y transparencia. A pesar de los desafíos, se trata de un ecosistema en constante expansión y desarrollo.
Conclusión
En conclusión, las finanzas descentralizadas (DeFi) son un conjunto de aplicaciones financieras basadas en las redes blockchain, las cuales no requieren intermediarios para funcionar, proporcionando así mayores oportunidades financieras a los usuarios. Su objetivo es descentralizar la información financiera y ofrecer servicios financieros tradicionales utilizando contratos inteligentes en la blockchain. El ecosistema DeFi tiene la capacidad de expandir los casos de uso que ya existen en el sector financiero, convirtiendo simples transacciones de valor en productos financieros más complejos.
Las DeFi funcionan con contratos inteligentes que permiten transacciones de valor bajo condiciones especiales, como enviar cierta cantidad de dinero cuando se cumple una fecha exacta, sin necesidad de intermediarios. Aunque no todas las aplicaciones DeFi son descentralizadas y sin custodia, la mayoría son inclusivas y de código abierto. Esto permite que se creen servicios más complejos e interconectando a toda la red en un gran mercado financiero.
El origen de las finanzas descentralizadas se remonta al lanzamiento de Bitcoin en 2009 como el primer dinero digital en una blockchain, seguido por Ethereum en 2015 y sus contratos inteligentes que permitieron el inicio del término DeFi. Si bien las criptomonedas estables fueron los primeros productos en entrar en la categoría de DeFi, ahora engloban desde plataformas de préstamos, mercados predictivos, criptomonedas estables e incluso acciones tokenizadas. Con el rápido crecimiento de DeFi, se espera que el ecosistema continúe expandiéndose y ofreciendo más oportunidades financieras a los usuarios.
Fuente de la noticia: ¿Qué Son Las Finanzas Descentralizadas (DeFi)?