Cómo el trauma financiero afecta tu relación con el dinero
El trauma financiero puede tener un impacto significativo en nuestra relación con el dinero. Para algunas personas, las experiencias pasadas o la falta de estabilidad económica pueden generar un miedo profundo y duradero que afecta la forma en que manejan sus finanzas. Rahkim Sabree, un entrenador y consultor financiero de 33 años, sabe bien cómo esto puede afectar nuestra percepción y comportamiento hacia el dinero.
Mr. Sabree, un hombre negro que creció en viviendas subsidiadas, experimentó momentos difíciles durante su adolescencia. Recuerda haber tenido que usar cupones de alimentos para comprar alimentos básicos para su familia, y en ocasiones, haberse quedado sin electricidad y agua en casa. Incluso estuvieron al borde del desalojo en más de una ocasión, lo que le causó una gran vergüenza.
Estas experiencias traumáticas dejaron una huella profunda en la forma en que Mr. Sabree administra su dinero. Aunque ahora es propietario de una casa y tiene inversiones y ahorros, aún siente una gran ansiedad cuando tiene que gastar dinero. A menudo posterga gastos necesarios, como comprar zapatos nuevos o realizar reparaciones en su hogar, debido a esta ansiedad.
Según Mr. Sabree, el control sobre su dinero le brinda una sensación de paz y seguridad. Sin embargo, cuando ese control se desvanece, la ansiedad se apodera de él. Describe esta sensación como si estuviera siendo controlado por algo externo, en lugar de tener el control él mismo. Es como si algo le estuviera sucediendo en lugar de ser él quien toma decisiones conscientemente sobre su dinero.
Esta falta de control puede ser paralizante para muchas personas que han experimentado trauma financiero. Pueden evitar tomar decisiones financieras importantes, como invertir o ahorrar para el futuro, por temor a repetir experiencias pasadas dolorosas. También pueden sentir una gran necesidad de acumular dinero como una forma de protección contra la inseguridad económica.
Para superar este trauma financiero y mejorar nuestra relación con el dinero, es importante reconocer y abordar las emociones profundas que surgen al enfrentar situaciones financieras difíciles. El autocuidado y la autocompasión son fundamentales en este proceso. Es importante recordar que nuestras experiencias pasadas con el dinero no definen nuestro futuro financiero.
Buscar apoyo y orientación profesional también puede ser extremadamente útil. Un asesor financiero o un coach especializado en trauma financiero puede brindar herramientas y estrategias para gestionar los desafíos emocionales relacionados con el dinero y ayudarnos a construir una relación más saludable y segura con nuestras finanzas.
En última instancia, superar el trauma financiero requiere tiempo, esfuerzo y paciencia. Pero al enfrentar y abordar nuestras emociones pasadas, podemos liberarnos de la ansiedad y el miedo que nos impiden alcanzar nuestro potencial financiero pleno. Podemos tomar el control de nuestras finanzas y construir una relación sólida y saludable con el dinero.
Experiencias de infancia y su impacto en las finanzas
Las experiencias de infancia pueden tener un impacto significativo en la forma en que manejamos nuestras finanzas en la vida adulta. Rahkim Sabree, propietario de una casa en Hartford, Connecticut, e inversionista con ahorros, sabe bien esto. A pesar de tener estabilidad financiera, todavía siente ansiedad al gastar dinero. Incluso pospone la compra de artículos esenciales como zapatos nuevos o reparaciones del hogar.
En su adolescencia, Rahkim Sabree vivió con su familia en viviendas subsidiadas y utilizaba cupones de alimentos para comprar comida. En situaciones extremas, tuvieron que pasar sin electricidad y agua. Recuerda el sentimiento de vergüenza al ver una orden de desalojo en la puerta de su casa.
Estas experiencias de escasez y falta de recursos han moldeado sus hábitos financieros. Sentirse en control de su dinero le proporciona tranquilidad y paz interior. Sin embargo, cuando pierde ese control, la ansiedad se apodera de él. Según Rahkim Sabree, «siento que algo me está sucediendo, en lugar de yo hacer que algo suceda».
Esas emociones y comportamientos aprendidos durante la infancia a menudo se trasladan al ámbito financiero en la edad adulta. La falta de seguridad financiera durante la infancia puede crear un temor persistente a gastar dinero, incluso cuando las circunstancias son diferentes y más favorables.
El artículo del New York Times destaca cómo la experiencia de traumas financieros en el pasado puede influir en las actitudes y comportamientos hacia el dinero. Estos traumas pueden variar desde la falta de recursos básicos hasta el presenciar la pérdida de empleo o la crisis económica familiar.
Para muchos, la necesidad de ahorrar y acumular dinero se convierte en una prioridad absoluta, a veces incluso más allá de lo necesario. El miedo al gasto excesivo o a la posibilidad de quedarse sin nada puede llevar a una mentalidad de escasez constante, lo que dificulta disfrutar de los frutos del trabajo duro y crear una relación saludable con el dinero.
Es importante reconocer que nuestras experiencias pasadas pueden influir en nuestro comportamiento financiero actual, pero también podemos trabajar en cambiar esos patrones negativos. La educación financiera y la toma de conciencia pueden ayudarnos a comprender y manejar mejor nuestras emociones en relación con el dinero.
Emprender un proceso de sanación financiera implica identificar y abordar los traumas y miedos arraigados en nuestras experiencias de infancia. La terapia o el asesoramiento financiero pueden ser herramientas útiles para desarrollar nuevas estrategias y hábitos saludables en torno al dinero.
Rahkim Sabree, por ejemplo, utiliza su propia experiencia y conocimientos financieros para ayudar a otros como entrenador y consultor financiero. Su historia es un testimonio de cómo es posible superar los traumas financieros y construir una relación más positiva con el dinero.
En resumen, nuestras experiencias de infancia pueden tener un impacto duradero en nuestra relación con el dinero. Los traumas financieros pasados pueden generar ansiedad, miedo al gasto y una mentalidad de escasez constante. Sin embargo, es posible sanar y construir una relación más saludable con el dinero a través de la educación financiera, la conciencia y el apoyo profesional.
El desafío de superar la ansiedad al gastar dinero
Rahkim Sabree, un joven de 33 años y asesor financiero, ha logrado comprar una casa en Hartford, Connecticut, invertir y tener dinero ahorrado. Sin embargo, eso no siempre es suficiente para que se sienta seguro. Gastos imprevistos, sin importar el costo, le generan incomodidad.
«Me pongo muy ansioso cuando tengo que gastar dinero», señala Mr. Sabree. Esto a veces lo lleva a posponer el pago de necesidades básicas como zapatos nuevos o reparaciones en el hogar.
Durante su adolescencia, Mr. Sabree, quien es afroamericano, vivió con su familia en viviendas subsidiadas y compraban alimentos con cupones de comida. «Cuando las cosas se ponían realmente mal, nos quedábamos sin electricidad y agua», recuerda. Más de una vez, estuvieron cerca de ser desalojados. Ver un aviso de desalojo en la puerta era embarazoso para Mr. Sabree.
Esas experiencias han moldeado su forma de gastar y ahorrar. Sentirse en control de su dinero le brinda paz, señala Mr. Sabree. Pero cuando pierde ese control, la ansiedad se apodera de él. «Se siente como si algo me estuviera sucediendo, en lugar de yo hacer que algo suceda», explica.
La ansiedad al gastar dinero es una reacción común en quienes han experimentado traumas financieros. Estos traumas pueden ser el resultado de experiencias pasadas de pobreza, escasez o inestabilidad económica. Estas experiencias pueden causar una relación disfuncional con el dinero e impactar negativamente la forma en que se gasta y se ahorra.
Según los expertos en finanzas y salud mental, la ansiedad al gastar dinero puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas personas pueden desarrollar un comportamiento de ahorro obsesivo, acumulando grandes cantidades de dinero por miedo a quedarse sin nada. Otros pueden tener una aversión extrema al gasto, evitando gastar dinero incluso en las necesidades más básicas.
Esta ansiedad puede ser especialmente desafiante de superar, ya que implica enfrentar y sobrepasar los traumas financieros pasados. Requiere un trabajo emocional profundo y un cambio de actitud hacia el dinero. Además, es importante reconocer que cada persona enfrenta su propia lucha con la ansiedad al gastar dinero y que el proceso de recuperación puede llevar tiempo.
Una forma efectiva de enfrentar esta ansiedad es buscar la ayuda de un profesional, como un asesor financiero o un terapeuta especializado en traumas financieros. Estos expertos pueden brindar apoyo emocional, orientación práctica y herramientas para construir una relación más saludable y equilibrada con el dinero.
Es esencial también establecer metas financieras realistas y desarrollar un plan de acción para alcanzarlas. Esto ayuda a recuperar el sentido de control y empoderamiento sobre las finanzas personales. Además, es importante practicar la autorreflexión y el autocuidado, poniendo límites claros en el gasto y recordando que el valor y la autoestima no están determinados por la cantidad de dinero en el banco.
Superar la ansiedad al gastar dinero puede ser un desafío, pero es posible. Requiere un compromiso personal y la disposición para confrontar los traumas financieros del pasado. Con el apoyo adecuado y las herramientas adecuadas, cada individuo puede desarrollar una relación más saludable y equilibrada con el dinero, logrando así una mayor tranquilidad y bienestar financiero.
La importancia del control financiero
El control financiero es una habilidad fundamental que afecta directamente nuestra relación con el dinero. Como cuenta Rahkim Sabree, un coach financiero y consultor, tener dinero y un hogar propio no siempre es suficiente para sentirnos seguros. Incluso las pequeñas e inesperadas decisiones financieras, sin importar su costo, pueden generar ansiedad y malestar.
En el caso de Sabree, su infancia viviendo en viviendas subsidiadas y dependiendo de cupones de alimentos para comprar comida dejó una marca profunda en su forma de administrar su dinero. Experimentar la falta de electricidad y agua, así como enfrentar el riesgo constante de ser desalojado, generó una sensación de vergüenza y vulnerabilidad. Estas experiencias moldearon su perspectiva y lo llevaron a valorar enormemente el control financiero como una fuente de tranquilidad.
La importancia del control financiero radica en la sensación de dominio sobre nuestras decisiones económicas. Cuando nos sentimos en control de nuestro dinero, percibimos que somos nosotros quienes guiamos nuestras finanzas, en lugar de sentirnos impotentes ante las circunstancias. Esta sensación de agencia nos empodera y nos hace sentir capaces de hacer realidad nuestros objetivos y sueños.
Por el contrario, cuando perdemos el control financiero, aparece la ansiedad y el malestar. Sentimos que las finanzas nos dominan en lugar de ser nosotros quienes las dirigimos. Esta falta de control nos hace sentir incapaces de tomar decisiones acertadas, lo que a su vez puede generar una sensación de impotencia y una frágil relación con el dinero.
Es fundamental entender que el control financiero no se trata solo de tener dinero, sino de administrarlo adecuadamente. Incluso las personas con una buena situación económica pueden experimentar una sensación de inseguridad si no se sienten en control de sus decisiones financieras. Esto significa tomar decisiones informadas, establecer un presupuesto realista, ahorrar para el futuro y evitar deudas innecesarias.
El control financiero también está estrechamente vinculado con nuestra capacidad para manejar imprevistos. Cuando nos sentimos en control, tenemos la tranquilidad de saber que podemos afrontar gastos inesperados sin que esto represente una amenaza para nuestra estabilidad económica. Por el contrario, cuando perdemos el control financiero, cualquier gasto imprevisto se convierte en una fuente de estrés y angustia.
En conclusión, el control financiero es un factor clave para establecer una relación saludable y equilibrada con el dinero. Sentirnos en control nos empodera, nos brinda paz y nos permite tener una mayor confianza en nuestras decisiones económicas. Por el contrario, la falta de control genera ansiedad, malestar e inseguridad. Por eso, es fundamental desarrollar habilidades de control financiero que nos permitan tomar decisiones acertadas y estar preparados para enfrentar los desafíos económicos de la vida.
Conclusiones
Las experiencias financieras traumáticas pueden tener un impacto duradero en nuestra relación con el dinero. Rahkim Sabree, un entrenador financiero y consultor de 33 años, sabe esto muy bien. Aunque posee una casa, invierte y tiene dinero ahorrado, todavía siente ansiedad al tener que gastar dinero. Incluso posterga la compra de artículos de primera necesidad, como zapatos nuevos o reparaciones en el hogar. Este sentimiento de inseguridad financiera se remonta a los años de adolescencia de Sabree, cuando vivía con su familia en viviendas subsidiadas y dependía de estampillas de alimentos para comprar alimentos. En ocasiones, llegaron a quedarse sin electricidad y agua, y estuvieron al borde del desalojo. Según Sabree, esta experiencia vergonzosa dejó una marca profunda en su forma de gastar y ahorrar dinero. Siente paz cuando tiene el control de sus finanzas, pero cuando ese control se desvanece, la ansiedad se apodera de él. «Siento que algo me está sucediendo en lugar de ser yo quien logra algo», explicó.
Esta historia personal ilustra cómo el trauma financiero puede afectar nuestra relación con el dinero. No se trata solo de las dificultades económicas que enfrentamos en el pasado, sino también de la forma en que esas experiencias moldearon nuestras creencias y comportamientos. Las emociones desencadenadas por el trauma pueden llevarnos a tomar decisiones irracionales o a evitar cualquier riesgo financiero. La sensación de inseguridad nos empuja a aferrarnos desesperadamente a nuestro dinero, incluso cuando eso puede limitarnos en otros aspectos de la vida.
Es importante reconocer que el trauma financiero no es exclusivo de las personas de escasos recursos. Incluso aquellos que han logrado cierto nivel de estabilidad económica pueden verse afectados. La sensación de vulnerabilidad y falta de control puede surgir en cualquier momento, especialmente cuando se enfrentan gastos inesperados o crisis económicas. Todos tenemos nuestras propias historias y experiencias que dan forma a nuestra relación con el dinero, y es crucial abordar y sanar cualquier trauma que pueda estar influyendo en nuestras decisiones financieras.
Como entrenador financiero, Sabree utiliza su experiencia personal para ayudar a otros a superar su trauma financiero. Reconoce que sanar estas heridas emocionales requiere un enfoque holístico, que va más allá de establecer un presupuesto o aprender sobre inversiones. Es importante abordar las creencias limitantes y los miedos arraigados que pueden estar frenando nuestro crecimiento financiero.
En última instancia, el camino hacia una relación saludable con el dinero comienza con la conciencia y la voluntad de enfrentar y superar nuestro propio trauma financiero. Puede ser útil buscar la guía de un profesional o participar en terapia para trabajar a través de nuestras emociones y pensamientos negativos sobre el dinero. Como nos muestra la historia de Rahkim Sabree, es posible sanar y encontrar la paz y la seguridad en nuestras finanzas.
Fuente de la noticia: How Financial Trauma Affects Your Relationship With Money – The New York Times
