-
Introducción
Esta semana, Meta, el titán de las redes sociales, se encuentra en el ojo del huracán, aunque lamentablemente no por ninguna actualización novedosa en sus normativas de privacidad. El foco recae sobre ellos a raíz de un serio tropiezo en temas de confidencialidad, y los que sufren las consecuencias son los más jóvenes, los menores de 13 años.
-
Un total de 33 estados de Estados Unidos han presentado una demanda contra Meta, imputándole la grave acusación de…¿corromper a los niños? Al parecer, este comportamiento forma parte de sus costumbres desde hace tiempo, contando, lógicamente, con el respaldo de su fiel compañero de batallas, Instagram.
-
Más aún, como si fuera sacado de un cuento de malvados, cuando descubrimos que hay cuentas de niños que han burlado sus controles de edad, Meta parece hacer oídos sordos, sin intentar clausurar tales perfiles, y continúa recopilando sus datos de usuarios sin ningún tipo de pudor.
-
Esta demanda, que vio la luz este miércoles, recoge algunos argumentos ciertamente perturbadores que varias fiscalías expusieron ya el pasado mes. Según estas acusaciones, la presencia de menores en las plataformas de Meta es «un secreto a voces».
-
A pesar de que la normativa obliga a tener al menos 13 años para abrir un perfil en Facebook e Instagram, los niños pueden falsear su fecha de nacimiento. Y a Meta le resulta beneficioso hacer la vista gorda en esta cuestión.
-
El informe de acusación no se queda corto cuando ofrece algunos datos realmente alarmantes. Se señala que entre 2019 y 2023, Meta se ha encontrado con más de «11 millones de reportes de usuarios menores de 13 años» en Instagram.
¿El remedio del gigante tecnológico? Suprimir «una ínfima parte de esas cuentas» y seguir sin alterarse mientras recopilan datos de menores sin autorización paternal.
-
Pero ahí no acaba la cosa. Meta también enfrenta la acusación de ignorar la Ley de Protección de la Privacidad en Línea de los Niños (COPPA), al recopilar datos de los niños y buscarlos activamente sin consentimiento parental.
-
Pero aún hay más, la demanda alega que las plataformas de Meta coaccionan a los jóvenes usuarios para que pasen un tiempo desmedido navegando, alimentan insatisfacción corporal y los exponen a contenido dañino.
Ante todo este alboroto, Meta respondió a través de un portavoz, mostrándose «decepcionada» -nuestro desencanto es, desde luego, mayor- y asegura que ellos «comparten el compromiso de garantizar experiencias seguras y positivas a los adolescentes en la red».
-
Meta incluso propone la promulgación de una ley que permita a los padres tener mayor control sobre las descargas de aplicaciones por parte de sus hijos menores de 16 años.
-
Como una hábil maniobra de distracción, Antigone Davis, jefa global de seguridad de Meta, sugiere que los padres deberían tener potestad para autorizar dichas descargas.
En este contexto, resulta irónica la pretensión de Facebook de querer legislar para proteger a los menores cuando se le acusa de vulnerar sus derechos. Una ironía tan desmesurada que apenas cabe en el ciberespacio.
-
-
Acusaciones a Meta
La marea sube entre polémicas y Meta se encuentra en el ojo del huracán. La problemática surge por la demanda puesta por 33 insignias federales norteamericanas que subraya que la titánica empresa de las redes sociales no solo ‘encanta’ a los usuarios menores de 13 años, sino que también lleva tiempo ‘acechándolos’ y ‘deseándolos’. Este fenómeno es especialmente visible en Instagram, esa plataforma donde la vida parece de color de rosa.
-
SUBSECTION: «Recolección de información de menores»
Sería posible que el semblante impasible de Mark Zuckerberg se tornase ceniciento ante las acusaciones del informe. El cual enfatiza la postura de Meta: en lugar de inhabilitar las cuentas de los jóvenes descubiertos en la red, la empresa prefiere seguir acumulando sus datos de usuarios cual hambriento buscador de información. De acuerdo con el documento, la existencia de estos pequeños internautas en las plataformas de Meta es un ‘secreto a voces’. Un secreto que, de hecho, no debería existir, pues estas redes estipulan una edad mínima de 13 años para registrarse. Pero claro, ¿quién puede resistirse a las tentadoras mentiras de la red?
El informe añade combustible al fuego y sugiere que Meta ha jugado sucio, recibiendo «más de 11 millones de denuncias de usuarios menores de 13 años en Instagram» entre 2019 y 2023 y deshabilitando únicamente «una fracción de esas cuentas». Básicamente, como quien ve un elefante en la sala y elige hacerse el desentendido.
-
SUBSECTION: «Estímulo del uso exacerbado y problemas consiguientes»
Las denuncias no cesan aquí. El informe también culpa a Meta de incitar a los más jóvenes a aumentar sus horas de pantalla hasta cifras no saludables, apoyar la dismorfia corporal y exponer a los menores a contenidos potencialmente dañinos. Todo esto sin el consentimiento paterno. Sin duda, la guinda que faltaba en este pastel de controversia.
La Ley de Protección de la Privacidad en Línea de los Niños (COPPA) cobra protagonismo cuando cae sobre Meta. El pleito acusa a esta gigante de infringir sistemáticamente la COPPA, adquiriendo datos de menores y dirigiéndose a ellos sin el aval paterno.
En contestación a todo esto, Meta expresa su preocupación por la dirección tomada, reafirmando su promesa de otorgar un entorno seguro y positivo para los adolescentes en la red. ¿Un episodio más del serial? Meta plantea en su blog una modificación en la ley que transferiría más responsabilidad a los padres en materia de descargas de aplicaciones por parte de sus hijos. Un cambio de guion que, quede a nuestro gusto o no, requiere de un análisis minucioso. Por algo somos los expertos.
-
-
Respuesta de Meta
En respuesta a la avalancha de críticas, Meta no ha decidido resignarse de manera apática. En un esfuerzo por restituir su reputación, ha contrarrestado las acusaciones con inesperada fortaleza. Según un representante de Meta, la empresa se encontraba «desilusionada» por el camino elegido por los fiscales generales, declarando además que comparten el mismo objetivo que los demandantes: ofrecer un entorno seguro y positivo para los jóvenes cibernautas. Porque, ¿quién no desearía proporcionar eso, cierto?
-
Meta ha replicado en algo parecido a: «Sí, tenemos en nuestro poder la sartén, pero pretendemos proceder correctamente». Han sacado a la luz su blog, donde en su más reciente entrada instan a implementar una legislación más severa que otorgue a los padres cierta responsabilidad en torno a las aplicaciones que sus hijos descargan. Un cambio legal que podría interpretarse incluso como un clamor por auxilio en pleno mar digital: «¡Padres del planeta, requerimos de vuestro apoyo!».
-
Antigone Davis, la jefa global de seguridad de Meta, se sumó a la conversación. Propuso que los padres necesitan ejercer un mayor control sobre las descargas que sus hijos menores de 16 años realizan. Es decir, «si el niño choca con la bicicleta, mejor será poner el casco para la próxima. ¿Y si ese casco lo colocan papá y mamá?»
Todo esto suena coherente, pero puede que te preguntes, ¿está Meta sencillamente evadiendo su responsabilidad y la está desplazando hacia los progenitores? ¿O simplemente se está poniendo de manifiesto la necesidad de adoptar medidas colectivas para garantizar una navegación segura en este océano de datos y tecnología?
Los que gobiernan el universo digital nos dejaron bajo una nube de dudas. Aunque parte de su argumentación parece convincente, por otro lado, da la sensación de un «no es toda nuestra culpa». No cabe duda de que seguirá siendo un tema espinoso y polémico durante mucho tiempo.
Al final del día, todos hemos desdibujado en alguna ocasión los límites establecidos… Una clara metáfora de la falta de fronteras evidentes en este amplio universo digital.
Puede que esto haya sido una llamada de atención, o tal vez, solo el reflejo distante de un relámpago, anticipando la tempestad que se avecina. Sea como sea, queda claro que toda acción conlleva una reacción. Mientras tanto, el gigante Meta continúa siendo juzgado en la corte de la opinión pública.
-
-
Objeciones a las Propuestas de Meta
Adentrándonos en la crux del asunto que presenta Meta, se percibe un relente a café recocido. Este gigante de las redes sociales intenta un lavado de cara a su reputación manchada, al ser inculpada por violar leyes de privacidad de menores en EE.UU. Su solución planteada es dar a los padres mayor autoridad en las descargas de aplicaciones de los críos. Pero nosotros, desde nuestro modesto rincón digital, cuestionamos si esto es la senda correcta a seguir.
La directora global de seguridad de Meta, Antigone Davis, propuso que debería requerirse permiso parental en las descargas de chavales menores de 16 años. Aquí surge una pregunta, ¿estamos depositando en los padres una responsabilidad excesiva sobre un mundo tan vasto y volátil como la tecnología y las redes sociales? Un mundo del que muchos huyen debido a su complejidad y falta de conocimientos.
A priori, este remedio parece sensato, pero si ahondamos en la materia emergen interrogantes.
- ¿Qué ocurre con los padres que quizá carecen de habilidades digitales para evaluar si las apps son adecuadas para sus retoños?
- O los que, por falta de tiempo o entendimiento, podrían permitir descargas sin analizar los posibles impactos.
Además, esta iniciativa no solventa todos los problemas. No podemos omitir que hemos llegado a este punto porque Meta ha recogido indebidamente datos de infantes, sin que los padres tengan mucho que ver. No mencionamos los intentos de gancho para hacer a usuarios pasar tiempos poco saludables en las redes, problemas de autoimagen causados por las plataformas, o la exposición a contenido dañino.
Deberíamos dejar de aplicar soluciones temporales y observar con el rabillo del ojo; el cuidado de menores en internet es una responsabilidad conjunta de padres, empresas y gobiernos. Pasar la batuta exclusivamente a los padres, es como pedirle a un infante que aprenda a nadar arrojándolo al mar.
En definitiva, parece que Meta busca esquivar miradas y suavizar críticas. Sin embargo, nos preguntamos: ¿No deberíamos ahondar más y afrontar un cambio radical en políticas de protección de datos y uso responsable, para salvaguardar a nuestros menores en este absorbente mundo digital?
-
Conclusión
En definitiva, Meta continúa deslumbrándonos. Su ambición por dominar el mundo virtual no conoce límites y si es necesario pasarse por la piedra la legalidad, no dudan en hacerlo. Al menos, eso se deduce de la demanda. Según los demandantes, Meta ha estado cortejando descaradamente la demografía juvenil, recopilando sus datos y, a través de sutiles manipulaciones, manteniéndolos pegados a largas sesiones en sus aplicaciones.
Y no es suficiente que se «lamenten» o que muestren «decepción» por las demandas. Estas promesas resultan vacías si no se refuerzan con acciones. ¿Y qué plantean? Apostar por una legislación que haga recaer más responsabilidad en los padres sobre las descargas de aplicaciones de sus hijos. Como si mantener a los niños alejados de las redes sociales en este mundo hiperconectado fuera sencillo.
Queda patente la urgente necesidad de leyes que protejan de manera efectiva a los menores en línea y que no son solo responsabilidad del gobierno, sino también de las grandes corporaciones tecnológicas. Los gigantes tecnológicos deben entender que los usuarios no somos mercancía y que explotar a los menores es inaceptable. Y deben comprender que ignorar las reglas con alegría tiene consecuencias.
-
El caso de Meta es un firme reflejo de la necesidad de replantear seriamente la manera en la que las corporaciones tecnológicas interactúan con nosotros, los usuarios, y particularmente con los menores de edad. Porque no, señores de Meta, hay límites, especialmente cuando se trata de menores.
-
Esperemos que esta nueva demanda marque un paso hacia una mayor protección y responsabilidad. Es el momento de recomponer la confianza perdida y rediseñar nuestras relaciones digitales. Basta ya de manipular datos como si fueran simples cromos. Mientras tanto, permanecemos vigilantes, informándote sobre estos asuntos con la firme intención de proteger tu bienestar financiero.
-
Porque tener una visión clara del mundo puede ayudarte a tomar decisiones económicas más sabias en tu vida cotidiana. Y si eso significa iluminar las sombras en las que operan gigantes como Meta, aquí estaremos, linterna en mano.
-
Meta acusada de violar leyes de privacidad infantil en EE.UU
La información que te facilita Ficoach.pro debes usarla bajo tu propia responsabilidad. No somos asesores financieros ni damos consejo de inversión, únicamente transmitimos información valiosa para ti que debes usar bajo tu propia responsabilidad.
Artículos relacionados
0
0
votos
Article Rating
Suscribirme
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios