Productividad en Teletrabajo vs Presencial: Análisis y Tendencias

1. Introducción

El progreso tecnológico del siglo actual ha permitido la concreción de un modelo laboral que antaño parecía extraído de una novela de ciencia ficción: el teletrabajo. Emergente por imperativo sanitario durante la pandemia de COVID-19, su implantación generalizada ha tomado cuerpo y, para algunos, parece que ha llegado para instalarse definitivamente. Pero esas mieles del teletrabajo integran también su propio veneno. Según un detallado informe del National Bureau of Economic Research, la eficiencia del empleado remoto es un preocupante 18% inferior a la de los trabajadores presenciales. ¿Será que echan de menos las charlas alrededor de la cafetera?

Curiosamente, desde que el empleado incursiona en el trabajo remoto, su productividad mengua. Y un tercio de esa disminución se atribuye a algo insospechado: los trabajadores de oficina aprenden más rápido. Claro, nada como el contacto directo para combustibilizar el proceso de aprendizaje.

• Trabaja desde cualquier lugar: Si analizamos el lema del teletrabajo, parece que las empresas lo interpretan con cierto sesgo. Varias compañías no sólo ponen en duda las ventajas del teletrabajo, sino que promueven un regreso a lo presencial o al menos a un modelo mixto.

• «El deterioro desencadenado por la modalidad remota en aspectos claves como atención al cliente y desempeño global» – Michael Bloomberg y JPMorgan a la cabeza cuestionan el teletrabajo.

Este escrutinio nos enseña que, como todo potencial nuevo, el teletrabajo implica una gran responsabilidad. ¿Estamos verdaderamente listos para abrazarlo o hemos desatado involuntariamente los demonios de la productividad laboral?
 
El impacto de esta nueva normalidad de trabajo se vio reflejado en otras áreas, como es el caso de la energía. De hecho, esta transformación ha impulsado la búsqueda de nuevos métodos, como los superconductores a temperatura ambiente, para mantener nuestras necesidades energéticas.

2. Detalles del Estudio

Un reciente estudio del National Bureau of Economic Research, una organización de investigación sin ánimo de lucro de EE.UU., ha arrojado luz sobre las supuestas bondades de trabajar desde casa. La investigación, centrada en operarios de entrada de datos en la ciudad india de Chennai, revela que aquellos obligados a ejercer su labor a distancia vieron reducir su productividad en un 18% en comparación con sus iguales de oficina. Aparentemente, trabajar en albornoz desde casa no es tan ideal como se nos vendía.
Para controlar el trabajo de estos empleados, cada 15 minutos se tomaba una instantánea con la cámara incorporada en su laptop, evitando así que terceros asumieran su cometido desde la clandestinidad del capitalismo salvaje. La productividad se medía en «velocidad neta»: número de entradas correctas por minuto. Los resultados mostraron que aquéllos cuya oficina estaba en su propio hogar tenían una «velocidad neta» un 18% inferior a sus compañeros de oficina.

• Los descubrimientos no tardaron en aflorar. Dos tercios de la caída de productividad se manifestaron desde el primer día. El resto, aseguran los investigadores, se debe a que los trabajadores de oficina aprenden más rápido que sus homólogos a distancia. ¿Quizás porque se nutren de los cotilleos de pasillo?
• Estas conclusiones son relevantes, más aún cuando el teletrabajo se ha instaurado como práctica habitual a raíz de la pandemia de la COVID-19. Según datos de una encuesta de Pew Research, un 35% de los trabajadores estadounidenses con la posibilidad de realizar su trabajo a distancia, lo hacen a tiempo completo desde casa.
• Sin embargo, hay quien ya se rebela ante esta nueva modalidad laboral; Michael Bloomberg y JPMorgan exponen el impacto negativo del teletrabajo en la atención al cliente y la productividad. Pero no todo el mundo anhela una oficina con aire acondicionado funcionando a pleno rendimiento en pleno agosto. Hay quien prefiere la comodidad de sus hogares y la posibilidad de trabajar en pijama. La lucha está servida. Prepárense.

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3. Impacto de la COVID-19 en el Teletrabajo

‘La pandemia de la COVID-19 nos abrió las puertas de repente a una nueva realidad: los atuendos de yoga, las reuniones virtuales que intentaban emular las playas caribeñas y las constantes interrupciones de los niños en casa. El trabajo remoto, anteriormente una alternativa inusual para pocos, se volvió la norma. ¿El efecto? Al migrar hacia nuestros hogares, dejamos atrás oficinas desiertas y cafeterías sin clientes.

• El trabajo desde casa se presentó como la solución ideal en medio de confinamientos y medidas de distanciamiento social. Sin embargo, esta modalidad de trabajo ha mostrado que nuestros hogares no son el paraíso de la productividad que imaginábamos. Un estudio del National Bureau of Economic Research indica que en una muestra asignada al azar a trabajar desde casa, la productividad cayó un 18%. Pero esto parece razonable al considerar las múltiples tareas adicionales que debimos asumir, desde la educación de los niños hasta las labores domésticas.
• A medida que el confinamiento avanzaba, la oficina empezaba a ser un escenario añorado. Sin embargo, aún con restricciones más relajadas, mucha gente sigue trabajando desde casa. Gran parte de ello se debe a la población de altos ingresos que, según Pew Research, el 35% de ellos incluso lo hace a tiempo completo.
• Resulta que hay algunas empresas en contra de esta tendencia creciente del teletrabajo, personificados por figuras como Michael Bloomberg y JPMorgan, aduciendo un impacto negativo en la atención al cliente y la productividad. La pregunta es, ¿es justa esta presión hacia la vuelta a la «normalidad pre-COVID«? ¿El teletrabajo es realmente un mal para nuestra eficiencia y relación con los clientes?

Así, mientras navegamos por este nuevo mundo laboral en el que la línea entre la vida personal y el trabajo se difumina cada vez más, la respuesta puede residir en encontrar ese equilibrio perfecto entre la comodidad del hogar y la socialización de la oficina. Hasta entonces, seguimos adaptándonos a nuestro sofá, a la mesa del comedor y, para los más afortunados, a nuestras oficinas domésticas.
Hemos visto que en los Estados Unidos ya se está tratando de regular a los gigantes tecnológicos, que son en gran medida responsables de esta tendencia hacia el trabajo remoto. ¿Veremos una regulación similar en otras partes del mundo?

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4. Resistencia Empresarial al Teletrabajo

Productividad en teletrabajo: En la era actual, el teletrabajo se ha consolidado como una propuesta laboral cuya permanencia parece asegurada. Sin embargo, se aprecia una resistencia creciente por parte de ciertas personalidades empresariales que defienden fervientemente el retorno al trabajo presencial. Los argumentos a favor de esta postura se sustentan en una supuesta merma en la calidad del servicio al cliente y el rendimiento global.
Un estudio sobre productividad del National Bureau of Economic Research, entidad sin ánimo de lucro de Estados Unidos, señala una caída del 18% en la productividad de los trabajadores remotos respecto a aquellos que laboran en oficina. Hay que matizar que esta reducción se identificó al iniciar el esquema de telegramo y se atribuyó, en cierta medida, a la velocidad de aprendizaje más rápida de los trabajadores presenciales en un tiempo determinado.

• Veamos más allá. Durante la crisis sanitaria, el trabajo desde casa se consolidó como la nueva normalidad, manteniéndose incluso tras el levantamiento de las restricciones, especialmente entre los trabajadores de alta remuneración. Pero, ¿A quién beneficia realmente la vuelta al escritorio de oficina? Es posible encontrar un análisis más profundo en nuestro artículo «FedNow: El nuevo sistema de pagos instantáneos que amenaza a PayPal«.

• No es casualidad que firmas como JPMorgan y figuras como Michael Bloomberg, que argumentan que el teletrabajo impacta negativamente el servicio al cliente, sean los máximos exponentes de la defensa del trabajo presencial.

• Ahora bien, ¿es el teletrabajo tan perjudicial como parece? ¿O la insistencia en retornar a la «normalidad» es una resistencia al cambio motivada por la amenaza al orden establecido? Quizás, deberíamos reformular nuestros indicadores de productividad y centrarnos en cómo potenciar los beneficios del trabajo remoto, en vez de limitarnos a lo conocido.

• Porque si el teletrabajo nos enseña algo, es que el desafío no radica en el lugar de trabajo, sino en el cómo y, aún más importante, en el por qué. De cómo adaptarnos inteligentemente a los efectos del trabajo desde casa y como este se ha impuesto incluso durante la COVID-19, discutiremos en próximos artículos.

5. Conclusiones

Productividad en teletrabajo: Ahondando en el tema, el teletrabajo, arraigado fuertemente durante la pandemia, se mantiene como una tendencia incluso con la relajación de las medidas restrictivas. Curiosamente, esta modalidad es más prominente entre aquellos con altos ingresos. Según un estudio de Pew Research, el 35% de quienes pueden desempeñar su empleo de manera remota, continúan haciéndolo a tiempo completo.
No obstante, un informe del National Bureau of Economic Research lanza luces y sombras sobre este sistema trabajo desde casa. Se encontró que los trabajadores asignados aleatoriamente a laborar desde casa vieron una disminución del 18% en su productividad en contraste con sus colegas de la oficina. Este descenso se apreció desde el primer día y se atribuyó mayormente a que los empleados presenciales adquieren conocimientos a un ritmo más acelerado que los remotos. Sin duda, es un dato a considerar, especialmente en un escenario cada vez más competitivo.

• Resistencia al trabajo desde casa: Paralelamente, algunos líderes empresariales, como Michael Bloomberg y JPMorgan, se han posicionado en contra del teletrabajo, al desafiar la noción de que es la mejor opción. Postulan que el trabajo en remoto afecta la atención al cliente y el rendimiento global, por lo que defienden la reinstauración del trabajo presencial, parcial o totalmente.
• Futuro del trabajo: Proyectándonos al futuro, nos espera una fase de recalibración respecto a cómo y dónde laboramos. Aunque el teletrabajo ha ganado la preferencia de ciertos sectores, existen evidentes desafíos que requieren soluciones para optimizar su eficacia. Posiblemente, se observará un ascenso en la adopción de esquemas híbridos, que aglutinen lo mejor del trabajo remoto y presencial.
• Conclusión: En suma, estamos en un punto donde debemos cuestionar si la flexibilidad del teletrabajo contrarresta la merma de productividad que implica. Desde el punto de vista de las empresas, la tendencia es retomar la presencialidad. Sin embargo, es incuestionable que la manera de trabajar ha evolucionado y que las reflexiones y ajustes de estrategias para adaptarse a esta nueva dinámica laboral continuarán.

Fuente de la noticia: https://www.businessinsider.com/wfh-workers-less-efficient-than-people-in-office-new-research-2023-8