Roche adquiere Carmot Therapeutics: Nueva competencia en medicamentos para obesidad

Esta maniobra posiciona a Roche en la línea de fuego de las actuales empresas referentes en el sector, Novo Nordisk y Eli Lilly. El factor detonante es claro y evidente: Carmot Therapeutics posee un as en la manga bastante atractivo, una inyección de aplicación semanal denominada CT-388, que incluso llega a desafiar a los dos titanes con un formato similar al Mounjaro de Lilly.

Pero en este desafío farmacéutico, la victoria no se consigue únicamente con quien posea la mejor mano en ese instante preciso. Roche percibe un mercado potencial para los medicamentos de pérdida de peso que puede llegar hasta la asombrosa cifra de 100.000 millones de dólares. Y es en este punto donde se despliega la estrategia. Roche no se limita a pensar en llevar al mercado una alternativa de bajo costo a los líderes actuales, sino que su ambición va aún más allá: aspira a que su CT-388 pueda llegar a ser considerado el verdadero monarca en el reino de los medicamentos para la obesidad.

Como es natural, todos los grandes movimientos empresariales llevan aparejadas ciertas consideraciones. Por lo tanto, una vez que se complete la adquisición de Carmot en el transcurso del primer trimestre de 2024, Roche podría desembolsar hasta 400 millones de dólares adicionales si logra alcanzar ciertos hitos.

De esta manera, Roche se sumerge de lleno en el terreno de los GLP-1, retomando una línea de trabajo que había dejado en desuso en 2018. Y lo hace con una apuesta decidida y ambiciosa: hacer que el tratamiento de la obesidad, ya sea asociada a la diabetes o no, se convierta en su estandarte para los años venideros. ¡Declarado queda el inicio de este juego!

Con una inversión de 27 mil millones de dólares, Roche incorpora a Carmot Therapeutics a sus filas, una firmante que lleva tiempo desarrollando un potencial candidato a medicamento – un poco al estilo de Rocky Balboa en el ámbito de la medicina para la obesidad – el CT-388. Tras una fase de ensayos muy alentadora, como en el famoso film, el compuesto de Carmot está preparado para su gran combate, es decir, las pruebas en personas.

Desde Roche miran al horizonte con expectación, un horizonte tan alto como el techo de suiza. Su confianza se puede percibir ya en el país de al lado, pues se ve un futuro prometedor para el mercado de medicamentos para la pérdida de peso, que podría experimentar un crecimiento hasta los 100 mil millones de dólares. Pero, ojo, no están aquí solo para otorgar una alternativa de bajo costo frente a los líderes actuales. Al contrario, tienen grandes esperanzas en su nueva adquisición, el CT-388, pues tiene el potencial de convertirse en la joya de la corona de la medicina para la obesidad.

El contrato con Carmot, que probablemente se cerrará en el primer trimestre de 2024, añadirá otros posibles 400 millones de dólares si se consiguen ciertos logros, lo que simplemente «endulza incluso más el compromiso de Roche».

Pero aún hay más. Carmot, una empresa privada fundada en 2008 por Stig Hansen, también tiene otros fármacos hormonales en su arsenal destinados al tratamiento de la obesidad tanto en personas diabéticas como no diabéticas. Sumado a esto, la compra de Carmot por parte de Roche significa su regreso al campo GLP-1, tras haberlo dejado en 2018. Con este retorno, Roche no solo apuesta alto, sino que vuelve pisando fuerte en el complicado y competido mundo de los tratamientos para la obesidad.

¿Y qué hace a este medicamento tan exceptional? Resulta que no sólo podría rivalizar con «los actuales titanes del mercado» sino que Roche está apostando fuerte, con la esperanza de que CT-388 se convierta en el indiscutible líder en su categoría, ya sea en solitario como el intrépido Capitán América o en compañía de otros compuestos, al estilo de los Vengadores.

Eso sí, alcanzar el triunfo en la lucha contra la obesidad no será un paseo en barca. El precio del medicamento tendrá que estar a la altura para no verse relegado a «la banca de los reservas». Aunque, si confiamos en el instinto certero de Roche, parece haber sitio para muchos en el mercado de pérdida de peso, estimado por algunos en una cifra nada despreciable: 100 mil millones de dólares.

Por si parecía poco, la adquisición de Carmot Therapeutics va a suponerle a Roche un desembolso nada despreciable, con 400 millones de dólares adicionales en el aire si se consiguen ciertos logros. ¿Merecerá la pena el esfuerzo?

La jugada está en el tablero: los dados están a punto de rodar. ¿Sacará Roche una carta ganadora o habrá apostado todo a un falso mesías? Sólo el tiempo, y los bolsillos de los accionistas, emitirán su veredicto. Mientras tanto, disfrutaremos del espectáculo que promete ser esta novela farmacéutica, donde Carmot Therapeutics podría ser el personaje que desafíe todas las convenciones.

Y no, Roche no busca lo fácil ni se conforma con competir en precio, lejos de ello. Este gigante farmacéutico asentado en Suiza tiene ambiciones muy claras y su actitud proactiva en el mercado es una señal de ello. La apuesta por su fármaco CT-388 busca situar a la empresa en la cúspide de los tratamientos contra el sobrepeso, un peldaño muy por encima del logrado por el Mounjaro de Lilly. Roche mantiene un sólido compromiso con la salud, el cual quedó demostrado al retomar su plaza en el ámbito GLP-1 tras haberlo dejado en 2018. Esta reincursión, ahora con el desarrollo del CT-388, demuestra que su intención es liderar y no seguir la estela de sus competidores.

El acuerdo entre Roche y Carmot, estimado para su cierre en el primer trimestre del 2024, viene cargado de un ‘extra’ considerable, siempre y cuando se cumplan una serie de metas a lo largo del camino. Se habla de un incentivo de hasta 400 millones de dólares adicionales a los 27 mil millones de dólares ya acordados en la operación de compra.

Por otro lado, cabe destacar la nueva aventura que se embarca el CEO de Carmot, Stig Hansen. Desde 2008, ha liderado esta start-up farmacéutica, trabajando en una serie de medicamentos hormonales enfocados en el tratamiento de la obesidad para pacientes con y sin diabetes.

Entre panoramas prometedores y el creciente problema global de la obesidad, el mercado financiero orientado a la pérdida de peso parece tener futuro para largo. Manténganse alerta, compañeros, que esto recién inicia.