La calidad de vida de la clase media corre el riesgo de disminuir en los próximos cinco años debido al aumento de la inflación. Esto podría limitar su capacidad para realizar viajes familiares, adquirir nuevos vehículos, matricular a sus hijos en escuelas privadas e incluso comprar viviendas. Este escenario ha sido pronosticado por expertos, quienes argumentan que la causa principal sería el incremento en el costo de la vivienda, las tarifas de matrícula, los gastos médicos y la inflación.
Los vehículos más recientes, equipados con sistemas de seguridad avanzados, tecnología de conducción autónoma y baterías eléctricas, podrían ser de difícil acceso para la clase media. La educación privada asoma una situación parecida debido al constante aumento en las tarifas de matriculación. Los expertos también expresan preocupación por el acceso a la vivienda.
Se recomienda prestar atención a los cambios en las leyes fiscales, en particular los impuestos a la propiedad. La creciente carga de los costos médicos es otra preocupación, ya que puede mermar significativamente los ahorros destinados a la jubilación. De hecho, los gastos relacionados con viajes y ocio durante la jubilación podrían verse afectados por la inflación.
Finalmente, las inversiones tradicionalmente consideradas seguras, como los bonos y las rentas fijas, podrían verse afectadas por la inflación, lo que podría obligar a la clase media a replantear su estrategia de inversión y ahorro. En este sentido, se insta a la clase media a planificar con anticipación y de manera inteligente para afrontar estos cambios.