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Introducción
- Discordia Kremlin y BCR: En los compases siguientes, el BCR acusa al déficit comercial del país de provocar la inflación y la debilidad de su moneda. Sin embargo, con la injerencia del Kremlin en la política monetaria del banco central, los analistas ven una clara señal de un trágico desenlace para la economía rusa.
- Problemas económicos en Rusia: El desenlace o diría la movida final, se ofrece como un golpe de efecto: instaurar controles de capital y exigir a los exportadores cambiar sus ganancias en dólares por rublos. Un movimiento osado que podría ser la tan necesitada jugada maestra para estabilizar y reactivar la economía rusa. Ahora, solo nos queda esperar y observar los próximos movimientos en este tablero financiero ruso. Para más información sobre este tema puedes consultar nuestro artículo «Rusia planea exigir a exportadores conversión obligatoria de ingresos en divisas».
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Reacción del Banco Central de Rusia
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Sobre el alza de las tasas de interés
En una convocatoria de urgencia el martes, el Banco Central de Rusia aplicó un incremento impresionante de 350 puntos base a las tasas de interés, situándolas en un 12% para combatir la depreciación acelerada del rublo, que alcanzó su nivel más bajo en 17 meses, cerca de las 102 unidades por dólar. Vale la pena señalar, que la toma de esta decisión sucedió después de que el asesor económico de Putin, Maxim Oreshkin, culpara en un escrito la aceleración de la inflación y la depreciación del rublo a una «política monetaria flexible«, insistiendo en que el Banco Central poseía las herramientas necesarias para estabilizar el panorrama.
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Sobre el alto a la compra de divisas extranjeras
El Banco Central, buscando calmar las aguas, decidió suspender la compra de divisas extranjeras, un intento que no logró frenar el desplome del rublo. Es sabido que Rusia suele comercializar divisas del exterior con el fin compensar bajadas en los ingresos de las exportaciones de gas y petróleo y adquirirlas cuando hay superávit. Pese a detener las compras de divisas foráneas en el mercado local hasta 2024, esta medida no consiguió el objetivo de detener la caída del rublo.
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Discordia entre el Kremlin y el BCR
- A pesar de que el BCR argumenta que el alza en las tasas es simplemente una táctica para «limitar los riesgos de estabilidad de precios«, lo cierto es que no ha conseguido aliviar la presión inflacionaria en Rusia. Justo hace una semana, el banco intentó atenuar las compras de divisas extranjeras para minimizar la volatilidad con un resultado desastroso, el rublo no paró de caer.
- En su defensa, el BCR justifica la inflación y la debilidad de su moneda en el déficit comercial del país. Sin embargo, la visión de expertos indica que la injerencia gubernamental directa en la política monetaria del banco central parece un indicativo claro de los problemas de la economía rusa. Si deseas entender un poco más la situación en el contexto global, te recomendamos leer nuestro artículo Decremento Global de Riqueza en 2022: Causas y Proyecciones Futuras
- Además, se ha observado cómo obligan a sus exportadores a cambiar sus ingresos en dólares por rublos, volviendo a implantar controles de capital. Parece que estamos en una suerte de espectáculo circense con el rublo como protagonista y sus políticos ejerciendo de malabaristas. Señoras y señores, el escenario está listo.
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Implicaciones para la economía rusa
- Consideremos ahora un escenario hipotético: la introducción de controles de capital. ¿Se trata de una simple especulación o una posible realidad? Sí, obligar a los exportadores a cambiar sus ingresos en dólares por rublos es un recurso extremo. Sin embargo, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, y para romper el ciclo incesante de devaluación del rublo, podría ser necesario un enfoque radical que agite el status quo.
- En esta coyuntura económica, la tensión entre el Kremlin y el Banco Central ruso se intensifica. La interrogante de fondo es ¿quién tiene el as de espadas? ¿Son las pólizas monetarias flexibles las reales villanas o se debe culpar al déficit comercial? En medio de este dilema, el futuro económico se presenta incierto y nebuloso.
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Conclusión
- Los expertos proponen desafíos tales como la implementación de controles de capital y la conversión forzada de las ganancias de los exportadores de dólares a rublos. La solución parece ser aumentar la presión sobre los ya oprimidos. Sin embargo, la vida nunca prometió ser justa.
- Recordemos que, aun en la peor de las tempestades, hay quien consigue encontrar buenos vientos para ajustar sus velas y continuar la travesía. Rusia tiene ante sí el desafío de demostrar su resiliencia. Pero hasta ahora, las perspectivas son sombrías y podríamos estar presenciando los primeros acordes de una sinfonía económica dirigida más por decisiones políticas que técnicas.
Rusia se sumerge actualmente en un laberinto financiero, con la inflación en Rusia como antagonista principal y el rublo como el sacrificio. La situación monetaria del país se presenta como un drama teatral, llegando a su culminación con una reunión de urgencia del Banco Central de Rusia (BCR), donde deciden aumentar las tasas de interés en Rusia al 12% en busca de frenar la depreciación del rublo.
El rublo, inicialmente sólido frente al dólar, se ve comprometido y se precipita al mínimo en 17 meses. El asesor económico del presidente ruso, inmerso en sus propios dilemas, critica la política monetaria del BCR por ser excesivamente «flexible».
Frente a las críticas, el BCR decide actuar, alegando que el incremento de las tasas es necesario para «limitar los riesgos de la estabilidad de precios en Rusia«, viendo que la inflación gana terreno. En un intento de contención, el banco detiene las compras de divisas extranjeras para reducir la volatilidad, mas, el rublo parece indiferente a estas medidas y mantiene su descenso.
Frente al clima económico tenso, el Banco Central de Rusia se ve en la necesidad de aplicar medidas extremas para detener la caída libre del rublo. La estrategia principal ha sido un aumento inesperado en las tasas de interés, un tema que abordaremos a continuación.
En conclusión, esta intervención gubernamental en la política monetaria del banco central es un indicativo de los retos que enfrenta la economía del país. Los expertos sugieren que el único escape de este ciclo de caída sería reintroducir los controles de capitales y obligar a los exportadores a cambiar sus ganancias en dólares por rublos. Esta guerra económica está lejos de haber terminado.
La situación se torna cada vez más crítica en Rusia con un rublo en caída libre y el Kremlin censurando severamente al Banco Central Ruso (BCR) en un encuentro de urgencia. La última estrategia del equipo económico de Putin ha sido incrementar las tasas de interés a un llamativo 12% con el objetivo de frenar el desplome de su divisa. Sin embargo, ha producido el efecto contrario y ya estamos ante su nivel más bajo en 17 meses. Curiosa táctica para aquellos «que desde la presidencia han considerado su política monetaria como excesivamente flexible».
El panorama para la economía rusa se torna oscuro y retador debido a la inflación en Rusia en aumento y la depreciación del rublo. En este rompecabezas financiero, el déficit de la balanza comercial en Rusia se erige como un componente clave.
Aunque es un tópico engorroso, la correlación entre inflación y déficit comercial es crucial, pero a menudo se pasa por alto. Con una reducción del superávit de cuenta corriente superior al 85% en comparación con el año anterior, de enero a julio, el panorama económico ruso va a tientas.
Desde el Banco Central de Rusia, el decremento drástico en comercio es identificado como uno de los principales detonantes de la debilidad de la moneda y la escalada inflacionaria.
Pero incluso esto posee su encanto, al menos para aquellos con la habilidad de entender el lenguaje subyacente y la audacia de jugarse su apuesta en este tablero de ajedrez económico. Como es de esperar, estas decisiones monetarias tienen un impacto directo en la tasas de interés en Rusia.
Inmerso en aguas turbulentas, el Kremlin se niega a abandonar su postura audaz en el tablero económico. La inflación en Rusia y la grave depreciación del rublo son heridas abiertas y profundas en el cuerpo financiero del país. Como medida de emergencia, el BCR ha optado por una terapia de choque, inflando las tasas de interés en Rusia hasta un sorprendente 12% en un intento titánico por contener el sangrado financiero. Sin embargo, a pesar de este freno monetario, el poder ejecutivo ruso se limita a criticar la «flexibilidad» del BCR, ignorando el reflejo en el espejo que evoca la realidad de su economía.
Las circunstancias son extremas, eso es irrefutable. La oleada de sanciones occidentales, la pérdida de ingresos del sector hidrocarburos y el incremento del precio de las importaciones son retos titánicos a los que se enfrenta el oso ruso. Los pronósticos son desalentadores, Rusia parece sumergirse en una espiral de problemas económicos mientras insiste en que mantiene el control en casa.
Como siempre, el tiempo será el juez definitivo. Solo nos resta observar cómo se desenvuelve la partida en este tablero financiero. Comparativamente, un movimiento similar fue hecho por el Banco de Inglaterra en un pasado reciente, donde la subida de las tasas de interés tuvo su repercusión en la inflación y el desempleo.
Fuente de la noticia: https://www.cnbc.com/2023/08/17/russias-inflation-spike-sets-kremlin-and-central-bank-on-collision-course.html