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Introducción
- Es evidente que el incremento en las tasas de interés se traduce en un duro golpe para las economías de los consumidores. Es especialmente desalentador cuando sabes que deberás desembolsar dinero extra para saldar tus deudas. Pero, en este tablero de ajedrez financiero, lo que para uno es un revés, para otro puede ser una ventaja. Los ahorradores, en este caso, encuentran en esta situación un viento a favor. Sin embargo, como en cualquier partida, el mundo financiero siempre tiene un as bajo la manga, y en esta ocasión se presenta en forma de impacto fiscal.
- Todo avezado buscador de fortunas sabe que un descubrimiento importante puede implicar un aumento en los tributos. En el terreno de las inversiones, esto se traduce en un rendimiento superior que podría incrementar la factura fiscal. Sin embargo, el notable crecimiento de los activos de los fondos de inversión monetaria, que ya tocan la cifra de $569 billones en el primer trimestre del año, parece ser una señal de que los inversores no se dejan intimidar.
- El abanico de inversiones de renta fija cuenta con activos que generan ganancias regulares y estables, siendo una fuente de ingresos de bajo riesgo. Siguiendo la lógica, los beneficios obtenidos se contabilizan como ingresos y están sujetos a tributación. En la partida fiscal de 2023, los inversores tendrán que enfrentar hasta siete tasas de impuesto federal sobre la renta, que varían entre el 10% y el 37%, ¡sí que son aguas duras por remar!
- Como cualquier partida bien jugada, siempre hay formas de sortear algunos escollos fiscales, si sabes cómo mover tus fichas. Bonos respaldados por el gobierno estadounidense, bonos municipales… La clave está en escoger correctamente las inversiones de renta fija. Pero, al navegar en estas aguas turbulentas de las finanzas, recordemos que no todos los bonos son del mismo calado.
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Tomar decisiones juiciosas es crucial. Equilibrar las ventajas y contratiempos de cada opción, desde Letras del Tesoro garantizadas por el gobierno hasta fondos de inversión monetaria sin garantía. Y no olvidemos los bonos municipales que, aunque pueden parecer una atractiva opción, requieren de un examen riguroso. En definitiva, cada inversor se verá cara a cara con su propio desafío fiscal y deberá trazar su propia ruta de inversión.
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El papel de la Reserva Federal
- El alcance de los tipos de interés
- Nos hallamos ante un rango de tipos de interés no solo más elevado de las últimas dos décadas, sino variable en función de nuestra posición en el mercado económico.
- En definitiva, lo que para algunos es una estocada fiscal puede convertirse en un agradable chaparrón de ingresos para otros.
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¿Una victoria pírrica?
- Renta fija. En su artículo: «Confianza en el mercado: Descenso de spreads de rendimiento de bonos augura menor riesgo de recesión y sólidas ganancias corporativas», explicamos a fondo que aunque existen rutas para minimizar la carga fiscal, la verdad es que los impuestos son un elemento clave a tener en cuenta en las inversiones de renta fija.
- Inversiones inteligentes. Recordemos que un temor excesivo a los impuestos, no debe cegarte: aún contando los impuestos, puedes obtener rendimientos. Sin embargo, no importa cuán alta esté tu cabeza en la nube de las ganancias, nunca pierdas de vista los posibles zarpazos fiscales que puedan rondarte.
- Planificación financiera. Por lo tanto, en la carrera de las inversiones, no solo se trata de correr, sino de saber dónde pisas. Y en esta ocasión, podrías estar a punto de pisar un charco impositivo. ¡Alístate y adelante!
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Las distintas caras de los activos de renta fija
- Un buen ejemplo lo tenemos en las Letras del Tesoro o T-Bills, uno de los intérpretes más reconocidos en este teatro financiero. Tal es su fama que se les considera la opción más segura, siendo respaldadas al 100% por el gobierno de los Estados Unidos. Aunque no son la opción que más beneficios proporciona, atraen por la seguridad que representan frente a otros activos más volátiles.
- Pero no desestimes a los fondos de inversión monetaria. Puede que no sean tan atractivos como las Letras del Tesoro, sin embargo, su relevancia es innegable. No poseen garantías ni están asegurados por la FDIC, pero eso no significa que debamos descartarlos a la ligera. No olvidemos que han alcanzado durante este trimestre la notable cifra de 569 billones de dólares. Eso sí, como en cualquier juego de azar, puede que acabes perdiendo lo que habías invertido.
- Los bonos municipales son otra opción a tener en cuenta. Se trata de títulos emitidos por los gobiernos locales y estatales, que a pesar de la dificultad que puede conllevar su venta, suelen estar libres de cualquier carga fiscal. Pero, como en cualquier otra inversión, es necesario examinarlos detenidamente antes de adquirirlos.
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Conclusión
- Haz uso de la prudencia y lleva a cabo esa investigación minuciosa.
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No te dejes embaucar por la seguridad de los títulos de deuda y ten en cuenta también los fondos de inversión monetaria.
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Como cada semilla, no todas las inversiones de renta fija son equivalentes y existe un mundo más allá de los ‘T-bills’.
La lucha contra la inflación es una tarea de nunca acabar, y los inversores perspicaces lo saben muy bien. Resulta que el ascenso en las tasas de interés de la superpotencia, Estados Unidos ha agitado el ambiente financiero, orientando la mira hacia inversiones de renta fija como los bonos y fondos de inversión monetaria. Como todo buen navegante sabe, en tiempos de borrascas, es preferible buscar refugio. En el mar agitado de la economía y la volatilidad en el mercado de valores, parece que los ahorradores están fortaleciendo sus fortunas.
En estas circunstancias cambiantes de economía, inflación y tipos de interés, la Reserva Federal de los Estados Unidos se erige como la firme guía. ¿Su función? Mantener el equilibrio entre el ascenso económico y la inquietud prevaleciente en los mercados financieros, y qué revuelo ha ocasionado.
«Todo sube«, es el nuevo mantra de los bancos y ahorristas. Pero, que no nos engañen, este «ascenso» no es tan beneficioso como aparenta. Con la Fed incrementando su tasa de referencia a corto plazo hasta un astronómico 525%-550%, la más alta en 22 años, algunos se encuentran jubilosos, mientras otros empiezan a preocuparse.
Por un lado, tenemos a los afortunados ahorradores. En momentos de economía incierta y fluctuación en la bolsa, esta subida es vista como una bendición. Los activos de los fondos de inversión monetaria son un claro ejemplo de ello, llegando a los $569 billones en el primer trimestre del año.
En el otro extremo, nos encontramos con los consumidores, siempre los más perjudicados. Para ellos, este incremento supone una carga que deberán soportar cada vez que necesiten un préstamo. Cuanto mayor sea el interés, mayor será la deuda. No obstante, como decía mi abuela, las apariencias engañan.
El secreto para no perder la cabeza en este panorama es sencillo: no todos los activos fijos son iguales, y es fundamental investigar a fondo antes de zambullirse de lleno en las inversiones. Sí, los tipos están en auge, pero esto no significa que vayas a embolsarte esa ganancia directamente. Recuerda a Rob Keller y su famoso «\sin embargo«.
Cierto es que los activos de renta fija son tentadores. Son el plato principal de cualquier inversor, quienes ven en ellos un beneficio seguro y casi sin riesgo. Pero aquí va un consejo: cada inversor debe considerar las peculiaridades de su situación fiscal antes de tomar una decisión de inversión. Aunque pagues impuestos, posiblemente logres beneficios, pero como siempre, el diablo está en los detalles.
Las inversiones de renta fija comprenden un abanico de posibilidades muy variado. Desde las letras del Tesoro, 100% garantizadas por el Gobierno, hasta los fondos de inversión monetaria, que no disfrutan de la garantía del FDIC y podrían suponer la pérdida total de tu inversión. Y sin olvidar los bonos municipales, que, aun siendo una opción atractiva, requieren de un análisis de inversiones meticuloso y prudencia en su venta.
Ahora te toca a ti decidir. ¿Invertir con los ojos abiertos al alza de los tipos de interés y a las ventajas fiscales, o enterrar la cabeza bajo tierra y esperar a que escampe? La respuesta no es fácil, pero en la búsqueda de darte una solución, tal vez te interese leer este artículo sobre Preparando tu Retiro Ante la Inflación: El Poder de Invertir y Ahorrar que tiene algunos tips de inversión a largo plazo y podrían ser tu salvación en tiempos de volatilidad en el mercado de valores.
Es cierto que las inversiones de renta fija actualmente no paran de subir. Sus promesas de rendimientos estables, su escaso riesgo y esa seguridad que proporciona el respaldo gubernamental seducen. Pero, antes de lanzarte a la piscina y apostar todo a un estelar bono, convendría que consideres su cara B. Te presento a nuestros compinches, los impuestos.
Especialistas como «Rob Keller» alertan que las inversiones de renta fija no siempre son un campo de rosas. ¿El motivo? Imagina que estás en un casino, tu apuesta en la ruleta es la vencedora y, justo antes de alzar tu copa, el crupier se embolsa una suculenta parte de tu botín. Algo similar puede acontecer con tus inversiones de renta fija: las ganancias que obtengas se consideran ingresos, y por tanto, están gravadas con la tasa de impuesto sobre la renta. En 2023, estas tasas fluctuarán entre el 10% y el 37%, bastante más que las tasas de dividendos y plusvalías de las acciones.
Podrías creer que es el Apocalipsis, pero aguanta. Existen métodos para mitigar el golpe fiscal, basta con tener un poco de ingenio y estrategia. Por ejemplo, si inviertes en un valor respaldado por el gobierno estadounidense, como un T-bill, nota o bono, podrías eximirte del impuesto estatal. Los bonos municipales también se muestran como una alternativa destacada, al estar libres, en general, de impuestos federales.
En el vasto universo de las inversiones de renta fija, encontramos una variada gama de posibilidades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas son iguales. Al enfrentarnos a los activos de renta fija, es vital separar el grano de la paja. No todos los papeles tienen el mismo peso en este escenario tan diverso, querido amigo; por tanto, es crucial realizar un análisis de inversiones minucioso de cada opción antes de poner en juego nuestro capital.
En este campo es importante no quedarse sólo con las apariencias. Por ejemplo, puede parecer un golpe de suerte conseguir un interés mayor, pero recuerda que este suele estar asociado a una carga fiscal. ¿Estás preparado para asumir ese golpe en abril o incluso antes, si tienes pagos trimestrales estimados?
Incluso después de una carga fiscal, probablemente sigas obteniendo beneficios. Como bien señala Keller: «Aun pagando impuestos, seguimos ganando dinero». Eso sí, antes de lanzarte a lo desconocido, ten presente tu situación fiscal y ten en cuenta todas las peculiaridades.
Los activos de renta fija pueden ser tan diversos como los platos de un buffet, cada opción ofrece una diferente propuesta de valor. Para el inversor experimentado, la elección adecuada permite combatir la inflación y al mismo tiempo obtener beneficios sólidos. Asegúrate de analizar cada opción y escoge la que mejor se ajuste a tus necesidades.
Recuerda, esto no es una carrera rápida, sino una maratón. Dedica tiempo a investigar correctamente cada opción. Ya que en la lucha contra la inflación, la estrategia es fundamental. Y cuando estamos hablando de tus finanzas, siempre querrás tener todas las cartas sobre la mesa.
Indudablemente, te hallas ante una encrucijada económica, ¿no es así? Por una parte, observas el surgimiento de las inversiones de renta variable y su garantía de un retorno estable, ofreciendo la ilusión de un ensueño libre de inflación. En contraposición, te enfrentas a una posible cuantía fiscal mayor por las ganancias que puedas obtener de dichos activos.
Podríamos resumir la situación actual con un viejo proverbio español: «no hay duros a cuatro pesetas». De nuevo, la economía nos ha puesto a prueba con sus trampas y giros. Sin embargo, no caigamos en la tragedia. Como diría nuestro compañero Rob Keller, incluso después de un golpe fiscal, seguramente aún tendrás algo en la cartera. Quizás sea una gratificación, un salario, unos ingresos adicionales o, sencillamente, una forma de asegurarte un respaldo económico.
La expansión de las inversiones de renta fija es un escenario prometedor, especialmente en períodos de incertidumbre económica y fluctuaciones. No obstante, antes de precipitarte en cada bono y título de deuda que encuentres, recuerda la relevancia de explorar todas las alternativas a tu alcance.
Probablemente, analizar otros entornos como los bonos municipales pueda aportarte beneficios para tu estrategia de inversión. Incluso si, comprendo, no poseen ese resplandor seductor que puede ostentar un bono del gobierno de Estados Unidos, pueden tener un papel determinante y te pueden ayudar a evitar que los impuestos se lleven una parte considerable.
Por último, y perdonad si cambio al tono serio por un momento, es esencial recordar que tu posición fiscal personal es determinante a la hora de tomar cualquier resolución sobre inversión. No es solo cuestión de cuánto puedes ganar, sino cuánto podrías perder. En resumen, las inversiones de renta fija son un recurso útil en épocas de inflación. Sin embargo, al igual que cualquier otra herramienta, debes conocer correctamente su uso y el momento adecuado para emplearla. Y eso, mi buen amigo, es algo que solo una investigación meticulosa y un análisis preciso de tu situación fiscal pueden proporcionarte.
Así que ponte ese casco de inversor, enciende la linterna y sumérgete en el intrincado universo de las inversiones de renta fija ¡Buena suerte en tu aventura!
Fuente de la noticia: https://www.usatoday.com/story/money/personalfinance/2023/09/10/high-interest-rates-fixed-income-investments-effect/70790845007/