CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, vende 150 millones en acciones

Introducción

Para aquellos que aún están encontrando su camino en el laberinto que es el universo financiero, aclaro que Jamie Dimon no es un famoso reguetonero ni la última sensación de Marvel. Dimon es un tipo diferente de protagonista: un caballero de corbata y traje que juega un papel crucial en las intrigas monetarias de este mundo en constante cambio. Dimon es el actual CEO de JPMorgan Chase & Co.

Efectivamente, es quien lidera el banco de inversión más grande de los Estados Unidos, ostentando quizás más influencia que el mismísimo Capitán América. Y al igual que cualquier superhéroe, tiene su lado oscuro, en este caso, un asunto pegajoso de $150 millones en acciones. Imaginadlo: Dimon lanzando su preciado tesoro al viento como confeti en un desfile.

Quizás te preguntes, ¿por qué alguien haría algo así? ¿Un anhelo por el riesgo? ¿Un error de clic, seleccionando «venta» en lugar de «compra«? ¿Está cautivado por el atractivo de las DeFi o las criptomonedas?

• La causa parece ser un plan de trading Rule 10b5-1, algo similar a un régimen de adelgazamiento, solo que en lugar de eliminar kilos, liquida acciones en un periodo predeterminado. Y si no consigues deshacerte de ellas antes de la fecha fijada… pues, se venden. Pero, considerando que las acciones de JPMorgan han aumentado aproximadamente un 30% desde que el plan se puso en marcha, este movimiento podría no ser tan desfavorecido como se piensa.

• Por tanto, amigos, no asumamos prematuramente el futuro de nuestro amigo Dimon ni su situación. Puede que este astuto actor haya dado un golpe maestro sin revelar aún sus cartas. Dejemos que el tiempo, ese juez inclemente de todas nuestras acciones (tanto las personales como las de la bolsa), dicte sentencia.

Así que manteneos en sintonía con nuestras actualizaciones, el mundo financiero, al igual que las mejores historias de suspense, siempre tiene trucos escondidos bajo la manga.

La venta de acciones de Dimon

Jamie Dimon, afamado CEO de JPMorgan Chase & Co, ha sorprendido a todos al realizar una maniobra completamente atípica en su ya dilatada y brillante trayectoria como ‘insider’ de la entidad. Con este término nos referimos a aquellos ejecutivos y miembros del consejo que gozan de un conocimiento profundo e interno de la empresa. Su arriesgada jugada ha consistido en deshacerse de un total de 821,800 acciones de la compañía, una cifra considerable que posee un valor cercano a los nada despreciables $150 millones. Sin duda, no estamos hablando de calderilla.

En cualquier caso, cabe preguntarse el motivo y los medios que le han llevado a hacer esto. No nos referimos únicamente a la cuestión de cómo alguien puede ser capaz de manejar tanto dinero y seguir manteniendo ese encanto personal. El ‘cómo’ en cuestión se refiere más bien al mecanismo utilizado para la venta de las acciones, una técnica denominada ‘plan de trading Rule 10b5-1’.

• SUBTÍTULO: ‘Plan de Trading Rule 10b5-1’

• Este método permite a los ‘insiders’ como Dimon coordinar la venta de acciones bajo condiciones previamente establecidas. En términos simples, es un plan comercial que posibilita a los altos ejecutivos efectuar notables movimientos financieros sin caer en la tentación del trading con información privilegiada. Estos planes deben fijarse de antemano, y una vez implementados, las ventas o compras de acciones se llevan a cabo automáticamente de acuerdo con las reglas acordadas. Este específico plan de trading, diseñado por Dimon, finaliza el 23 de agosto, aunque aún tiene la opción de vender hasta 178,000 acciones adicionales bajo este esquema.

• A raíz de esta situación, uno no puede evitar preguntarse si Dimon ha llevado a cabo esta venta histórica porque las acciones de JPMorgan habían llegado a máximos históricos recientes, o si simplemente se debió a que el plan de venta estaba basado en un tiempo predeterminado. Lo cierto es que las acciones de JPMorgan habían experimentado un crecimiento en torno al 30% desde que Dimon estableció su plan de trading, lo cual podría justificar esa ‘recogida de beneficios’, como se conoce entre nosotros.

• Es de remarcar que el récord de adquisición de acciones de Dimon ha sido bastante sólido en el pasado, por lo que esta venta tan repentina, junto con las paralelas ventas grupales, se erige, según Ben Silverman -vicepresidente de investigación en VerityData-, como un punto de datos prudente. Como diría cualquier inversor con experiencia, es algo que incita a pensar y, sin duda, a levantar las alarmas.

Implicaciones de la venta

El director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, no es particularmente reconocido por hacer movimientos impulsivos o mal ponderados en sus inversiones. Por ello, cuando un personaje de su talla decide vender una considerable cantidad de acciones, es natural que el mundo financiero se agite. No precisamente por un repentino antojo helado, sino porque esas ventas significativas pueden tener implicaciones importantes para el futuro de la empresa y de sus acciones.

• El paso de Dimon de deshacerse de acciones no es regular, y su desembolso de 150 millones de dólares alimenta las especulaciones. Si bien la venta se realizó bajo un plan de trading Rule 10b5-1, que permite la venta programada de acciones, no se puede pasar por alto que las acciones de JPMorgan habían disfrutado de una racha ascendente, alcanzando cotas históricas.

• ¿Casualidad? Tal vez. Pero también puede que no. Este ánimo al alza en los precios puede haber sido el impulso que Dimon precisaba para activar el plan de venta. ¿La razón? Aunque se trate de uno de los hombres más adinerados del mundo y se pueda suponer que desea una nueva embarcación o una isla privada, el propósito es algo más pedestre: meramente diversificación financiera y planificación fiscal.

A pesar de este mantón de normalidad que se intenta posar sobre estas operaciones, el hecho de que una venta sea tan resonante puede llevar un mensaje implícito. ¿Es un aviso de un posible derrumbe en las acciones de JPMorgan? ¿Conoce Dimon algún dato que nosotros ignoramos? El futuro será el único que nos lo revelará.

• Dimon no es el único que ha estado moviendo fichas en el ajedrez financiero. La directora de Información, Lori Beer, vendió acciones por valor de 716,000 de dólares, y Stacey Friedman, la asesora general, efectuó una jugosa venta de 11 millones en acciones. Incluso Troy Rohrbaugh, co-CEO, decidió unirse al baile y vendió acciones por valor de 137 millones. ¿Simple casualidad o deberíamos prepararnos para una lluvia de ventas de celebración? El futuro lo dirá.

• La última vez que se documentó a Dimon comprando acciones fue en febrero de 2016. Así que, normalmente es más de adquirir que de vender. Es aquí donde la incertidumbre hace su aparición y nos lleva a preguntarnos si esto representa un cambio de tácticas. ¿Estará buscando sacar provecho de un posible desplome en las acciones para después adquirirlas a precio reducido de forma masiva? De ser así, los accionistas podrían querer seguir su ejemplo o incluso adelantarse. Solo el futuro nos lo contará.

Conclusión

¿Quieres un soplo de aire fresco y nuevo? No busques más: ten a mano a Jamie Dimon, cabeza visible de JPMorgan Chase & Co, quien, sin previo aviso, ha dejado de tener en su poder unos no tan modestos 150 millones de dólares en acciones de su compañía. Es admirable ver cómo un alto directivo cambia el guión, se adelanta al futuro y ejerce una especie de alquimia moderna que convierte acciones en oro líquido, justo antes de que el otoño asome su faz.

Dimon, quien normalmente se coloca en el lado de los compradores, en esta ocasión ha quitado de sus manos 821,800 acciones del coloso financiero a un precio medio más que tentador, cercano a los $182.73. Toda esta operación ha sido llevada a cabo bajo la «norma del trading 10b5-1«, un vehículo más cauteloso que una tortuga en manos de un infante, que permite a los insiders como Dimon y su camarilla de altos ejecutivos, vender acciones en circunstancias específicas.

• Las acciones de JPMorgan, que recientemente han alcanzado cotas de vértigo, justifican aún más esta venta. Sin embargo, bien podría ser este el desarrollo de una estrategia prevista de antemano por Dimon, un detalle que solo puede ser entendido empleando el corazón y no los meros números.
• Después de todo, las acciones de JPMorgan han experimentado un elevado crecimiento del 30% desde que Dimon adoptó su plan de trading.

En los pasillos de JP Morgan, otros jugadores han decidido sumarse a este singular «operativo salida». Es el caso de la Directora de información, Lori Beer, que se ha desprendido de acciones por valor de $716,000, o Stacey Friedman, asesora general, que ha soltado lastre por un valor de $11 millones en acciones. Y por supuesto, no podemos olvidar a Troy Rohrbaugh, co-CEO del banco comercial e inversionista de JPMorgan, que ha vendido una nada desdeñable suma de $137 millones en acciones.

Puede sonar alarmante, sí, pero hay que tener en cuenta que Jamie Dimon es un veterano en estas lides. Su larga trayectoria de adquisiciones de acciones y la rentabilización de las mismas invita más al interrogante que a la certeza de una conducta preocupante.

• Todas estas cuestiones abren un paréntesis sobre las posibles consecuencias de este movimiento estratégico, que parece seguir el rastro del efectivo como un perro de caza huella a su presa.
• Sea lo que sea que suceda a continuación, será crucial mantener la mirada atenta sobre los próximos pasos de Dimon y su equipo. Ello nos permitirá adivinar, con un golpe de suerte, si estamos presenciando el adiós de una parte de la tripulación o simplemente la implementación de un giro en la dirección que se viene siguiendo.

Lo único que podemos hacer es esperar y observar con cautela el paisaje cambiante del mundo financiero. Estamos en un momento en que los mercados financieros globales están en un punto de inflexión debido a las decisiones de las instituciones financieras clave.