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Introducción
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Apuesta al colapso de Wall Street
- Michael Burry
- Apuesta Wall Street
- Comisión de Seguridad de Bolsa
- Opciones de venta
- Fondo S&P 500
- Fondo Nasdaq 100
- Caida del mercado
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Inconsistencias en la opinión de Burry
- Burry ha protagonizado un juego de «sillas musicales» con su portafolio, moviendo posiciones en bancos regionales y reconfigurando su estrategia en acciones chinas, como las de JD.com y Alibaba, de las que se desprendió en el segundo trimestre.
- Pese a ello, Burry sigue siendo un actor relevante en el tablero financiero. En el sector de viajes y salud, ha mostrado especial interés adquiriendo acciones de Expedia Group, MGM Resorts, CVS y Cigna. Tiene también predilección por Warner Bros Discovery y The RealReal, una tienda online de segunda mano.
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Burry y su enfoque en acciones de otras industrias
- Abandonó el mercado chino: Liberándose de cadenas asiáticas
- Apostando en turismo y salud: Invirtiendo a contracorriente
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El historial de inversiones de Burry
- En su trayectoria, una jugada se destaca: su apuesta Wall Street en opciones de venta, una acción financiera que, en términos sencillos, supone adquirir el derecho para vender un activo a un precio preestablecido. En esencia, Burry ha posicionado su apuesta por la disminución del S&P 500 y el Nasdaq 100, situando más del 90% de su cartera en este reto económico.
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Pero la melodía de Burry en las inversiones tiene más de un tono. Tal como un músico sabe cuándo permitir que las notas melódicas se destaquen en un caída del mercado de Zachary Kirkhorn. Aunque inicialmente sus proyecciones fueron cortas, tuvo la humildad de rectificar su estrategia.
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En relación a las operaciones concretas de sus inversiones, Burry ha desmontado su posición de acciones en varios bancos regionales y ha dirigido su interés a China, dando un paso atrás con JD.com y Alibaba. No obstante, su postura no debe leerse como una señal de pesimismo: Burry es un inversor estratificado y no puede ser demeritado a una simple curva en un diagrama.
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Conclusión
- En este relato, Burry parece imitar a Job, cambiando de opinión como lo hace el viento. Y convirtiéndose en todo un fluctuación de opinión, aconseja vender en enero, y meses después, desdice sus propias palabras. Puede ser una maniobra astuta para desviar la mirada de sus seguidores, mientras el S&P 500 y el Nasdaq 100 siguen un ascenso imparable con ganancias del 16% y 38% respectivamente este año.
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La táctica inversora de Burry es intrigante. Baila al límite del riesgo, descargando de varias acciones de bancos regionales como First Republic Bank, y desprende justo cuando los vientos parecían calmarse, de sus propiedades en gigantes chinos como JD.com y Alibaba. Se dedica un recreo con la industria del turismo y la salud, invirtiendo en titanes como Expedia Group, MGM Resorts, CVS y Cigna. Ni se demora en añadir más acciones de Warner Bros Discovery y de simples actores del comercio online como The RealReal a su portafolio.
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No podemos omitir su impresionante desempeño. Aquellos que navegan en la estela de las inversiones de Scion han obtenido rendimientos anualizados del 56% en los últimos tres años, una cifra que eclipsa al modesto 12% que ofrece el S&P 500.
Visualiza poseer la audacia y estrategia suficientes para rebelarte contra el gigante de Wall Street, jugándotelo todo. El valiente que ha dirigido esta partida de alto riesgo, apostando ni más ni menos que $16 mil millones, es Michael Burry, el visionario que anticipó con precisión la debacle del mercado inmobiliario en 2008.
Si su nombre ecoa en tu mente, probablemente lo atribuyas a la gran pantalla. Sus hazañas como inversor contrariano se inmortalizaron en el bestseller y posterior película «La gran apuesta», protagonizada por Christian Bale, encarnando a nuestro estimado Burry.
Sin embargo, en el escenario real parece que Burry continua desafiando la marea. Conforme a los documentos de la Comisión de Seguridad de Bolsa, Burry ha arriesgado $866 millones en opciones de venta contra un fondo que sigue al S&P 500, y $739 millones del mismo modo contra un fondo del Nasdaq 100. Ha escalado a utilizar el 90% de su cartera para apostar contra estos titanes económicos. Su aparente inmunidad al temor es digna de un superhéroe económico.
Aún así, añadiendo emoción al tablero, Burry parece caminar en arenas movedizas. Desconcertó a inicio de año a sus 14 millones de seguidores al enviar un criptizado mensaje: «vender». No obstante, para finales de marzo, reconsideró y reconoció que quizás fue un tanto precipitado. O tal vez, simplemente goza poniendo en vilo a los demás.
Burry, a pesar de sus profecías catastróficas, parece tener una clara visión sobre sus siguientes movimientos. Escoge como blanco la industria del turismo y salud, adquiriendo acciones de Expedia Group, MGM Resorts, y las gigantes de salud CVS y Cigna. Adicionalmente, ha comprado acciones de Warner Bros Discovery y The RealReal, empresa de reventa en línea.
Es innegable que el currículum inversionista de Burry es formidable. Los traders que han seguido las inversiones de Scion en los últimos 3 años han obtenido retornos anualizados del 56%, frente al 12% del S&P 500. Sin embargo, recordemos que los desempeños pasados no garantizan futuros beneficios. Aun así, su trayectoria nos lleva a interrogarnos: ¿está el mercado realmente pendiendo de un hilo, o es simplemente la perspectiva aguda de Burry en obra? El tiempo, como siempre, posee la última palabra.
Esta estrategia de venta de acciones a gran escala es similar a la que aplicó Zachary Kirkhorn, ex CFO de Tesla causando un revuelo en los mercados.
Michael Burry, el astuto timonel del buque de las finanzas que ostenta todas las credenciales en inversiones temerarias, acaba de lanzar un guante al vasto tablero financiero de Wall Street, jugando nada menos que con 16 mil millones de dólares. Focalizando su catalejo inversor, Burry se ha decantado por dos fondos que siguen la pista del S&P 500 y el Nasdaq 100.
La jugada de Burry y su firma, Scion Asset Management, ha consistido en la adquisición de opciones de venta de un importe de $866 millones contrarias al fondo que sigue el S&P 500. Además, ha invertido otros $739 millones en las mismas condiciones, pero esta vez en contra del Nasdaq 100. Una maniobra arriesgada teniendo en cuenta que ambos indicadores han tenido un crecimiento sostenido este año, de 16% y 38% respectivamente. Sin embargo, este modesto cronista no está aquí para cuestionar.
Burry, con su escepticismo persistente hacia el futuro de Wall Street, nunca deja de sorprender con su brújula inversora que no falla. Recordemos que anticipó correctamente el colapso del mercado inmobiliario de 2008, mostrando su pericia en este complejo juego.
Aunque obedeciendo a una estrategia de apuesta en contra, Burry también ha soltado lastre en acciones de bancos regionales, volcando su mirada a China, donde el crecimiento parece inagotable.
Parcela de su inversión en la industria del turismo y la salud, adquiriendo participaciones en titanes como Expedia Group, MGM Resorts, CVS y Cigna.
El futuro dictará si su desafío a Wall Street resulta ser la estocada final al sistema financiero o la llama que termina quemándole. Pero, sea cual sea el resultado, la trayectoria de este audaz inversor quedará para el recuerdo, por sus aciertos y también por sus derrotas. Resta ver cómo se desenvuelve este capítulo y si Burry confirma una vez más su ojo clínico para las inversiones.
Mencionado el caso de Zachary Kirkhorn, ex CFO de Tesla, también es conocido por su vaivén en el mercado financiero.
El año en curso ha destacado por la irregularidad en las proyecciones financieras del perspicaz Michael Burry, famoso por prever el desplome del sector inmobiliario en 2008. Su postura oscila, inexplicablemente, entre optimismo y desasosiego ante los mercados financieros, generando cierta inquietud.
Inició el año con un audaz mensaje en Twitter: «Vender«, dirigido a sus 14 millones de seguidores. Sin embargo, para finales de marzo, sorpresivamente rectificaba su postura, contrario a lo previamente declarado. ¿Un intrigante revés o una rectificación genuina?
Por supuesto, la figura de Burry ha sido enaltecida por Hollywood, pero ello no lo hace infalible frente a las fluctuaciones del mercado. Basta observar el ascenso del S&P 500 y del Nasdaq 100, con ganancias del 16% y 38% respectivamente en este año.
Burry cuenta con un historial admirable; sus inversiones han superado los rendimientos del S&P 500 con un rendimiento anualizado del 56%. No obstante, «hasta al mejor cazador se le va la liebre«, así que sólo el futuro revelará si sus contradicciones marcarán una desviación en su auspiciosa senda inversora. Esta situación recuerda a la de Zachary Kirkhorn, ex CFO de Tesla, que también generó revuelo en los inversores recientemente.
Michael Burry ha demostrado una diversidad de estrategias de inversión, sin un vínculo claro y directo con Wall Street. Su propuesta se despega de la norma, mira más allá de la debacle inminente.
Como si presagiara una catástrofe financiera, Burry ha dado un vuelco completo a su inversión en acciones chinas este año. Ha liberado sin remordimientos las riendas de JD.com y Alibaba en el segundo trimestre. Se desprendió con precisión y decisión de partes sustanciales de su cartera. ¿Es esto parte de una estrategia prefijada o una respuesta al caprichoso vaivén del mercado? Un movida que deja zumbando el rumor en los corredores financieros.
Pese a su visión pesimista de la economía, Burry no duda en diversificar su cartera. Ha dirigido sus recursos audazmente hacia el sector de turismo con Expedia Group y MGM Resorts, y no se detiene ahí. El ámbito de la salud no escapa a su atención, habiendo adquirido acciones de gigantes como CVS y Cigna.
Michael Burry, con una incesante previsión de decadencia en Wall Street, se destaca por su inversión en una diversidad de sectores. Un equilibrio magistral que genera respeto y es objeto de análisis entre sus seguidores.
El nombre de Michael Burry, protagonista en la agenda financiera tras el 2008, evoca las maniobras estratégicas de un gran inversor y nos lleva a recordar su previsión del colapso del mercado inmobiliario de esos años. Su historia en el mundo de las inversiones es impresionante, con movimientos insólitos y valientes que no solo han alcanzado sino superado la prestación del omnipresente S&P 500.
Burry, navegante avezado en los mares de la confusión financiera, ha demostrado destreza para interpretar las fluctuaciones de la bolsa, adapándose e innovando ante los cambios de tono en su melodía. Su habilidad para reconocer las oportunidades ha inflado su cartera hasta la astronómica cifra de 16 mil millones de dólares, una auténtica sinfonía financiera. Con su batuta y datos en mano, sigue construyendo su legado en la historia financiera actual, un episodio a la vez.
Ahora, queda por dilucidar si este vidente del siglo moderno dará en el clavo con su catastrófica premonición otra vez. Pero podemos asegurar algo: si sucede, Burry estará allí, enarbolando su «ya te lo dije«. Y nosotros, como siempre, relataremos la historia. Así que, querido lector, nos volveremos a encontrar en esta montaña rusa del mercado financiero. El espectáculo no se detiene, y Burry, está dispuesto a jugarse el todo por el todo.
Para más noticias sobre la fluctuación de las inversiones en el mundo financiero, no olvides de leer nuestro artículo sobre cómo Zachary Kirkhorn, ex CFO de Tesla, vende acciones y genera revuelo en los inversores.
Fuente de la noticia: https://www.cnn.com/2023/08/15/investing/michael-burry-stock-market-crash/index.html