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Introducción: Tensión en el Estrecho de Ormuz
El trazo acuático conocido como el Estrecho de Ormuz, flanqueado por Irán, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, se podría equiparar con la importancia que tiene el «Gran Canal» en la industria petrolera global. Debido a que es el latido vital de la producción y transporte del petróleo a nivel mundial, cualquier interrupción en este estrecho equivaldría a un baikal sin tapas de jamón.
Dejando de lado los escenarios hipotéticos, vale más prestar atención a las tensiones geopolíticas reales. Las crecientes tensiones en el Estrecho de Ormuz son tan calientes como un cortado servido tras el almuerzo y no es por el calor del sol oriental. Bank of America alentó el fuego de las predicciones económicas catastróficas, advirtiendo que un conflicto entre Israel e Irán podría desatar el cierre del estrecho y propulsar los precios del petróleo por encima de los $250 por barril.
- En este delicado entramado, Irán no está jugando solo. Organizaciones militantes como Hamas y Hezbollah respaldan a Irán. Y nadie ignora por supuesto, que las operaciones militares de Israel en la Franja de Gaza pueden atraer a nuevos actores a este peligroso juego, exacerbando la tensión más allá de la región del Medio Oriente.
- Algunos analistas de la industria, como Andy Lipow, presidente de Lipow Oil Associates, ofrecen una visión más tranquila. Lipow sostiene que un cierre del estrecho es poco probable, argumentando que productores de petróleo como Arabia Saudita, Irán, Iraq y Kuwait, mantienen intereses comunes en torno al petróleo y todos ellos necesitan seguir explotándolos a través del Estrecho de Ormuz. Goldman Sachs comparte esta visión, considerando que un escenario de «escasez severa de suministro» es tan improbable como superar a tu suegra haciendo una paella.
- Las tensiones en el Estrecho de Ormuz siguen en aumento, con Ebrahim Raisi, presidente de Irán, señalando que Israel ha «traspasado líneas rojas» y las repúblicas árabes criticando enérgicamente a este por sus acciones en Gaza, el futuro nos prepara más caldo que arroz en nuestra paella.
No olvidemos que Irán jugó con la idea de bloquear el estrecho hace unos años en reply a las sanciones de Estados Unidos. Según la Marina de EEUU, Irán ha hostigado a 15 buques mercantes de bandera internacional en los últimos dos años. El Estrecho de Ormuz se mantiene como un punto caliente, y cualquier movimiento podría causar un aumento en los precios del petróleo. Como dirían en los bares y en Wall Street, «lo que será, será«. Todo ello adquiere mayor importancia cuando el Banco Mundial advierte que las tensiones podrían disparar los precios del petróleo hasta los $157 por barril. Ahora, si me disculpan, iré a disfrutar de mi café que, afortunadamente, aún mantiene un precio razonable.
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La influencia de Irán y la inestabilidad de la región
En el estrafalario ajedrez de la geopolítica mundial, donde poder, intereses y trifulcas danzan en un perpetuo tango, hay un país con rol preponderante, al que podríamos apodar «el influencer de Oriente Medio»: Irán. Esta nación, conocida por sus deslumbrantes bazares, patrones de mosaico y su incontrastable apoyo a las facciones militares Hamas y Hezbollah, alimenta las brasas del nerviosismo regional.
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Permíteme pues, deshacer la madeja de tal intrincado predicamento. Irán, diríase al jugar un niño entre preciados adoquines, ha decidido intervenir activamente en la trama regional. Su confeso apoyo a Hamas y Hezbollah, ambos actores con poca simpatía en Israel, escalan la tensión a cotas superiores a las de un Mondrian vertical.
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Como testigo de la desdicha, Israel es el foco de estas organizaciones militantes que, al estilo de un bravucón de patio, amenazan con neutralizar al adversario. Las perspectivas no son precisamente halagüeñas. Si Israel decide tomar cartas en el asunto, bien podríamos presenciar un siniestro vodevil: el bloqueo del Estrecho de Ormuz.
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Pero no, aún hay más. No todas las actrices de este melodrama en clave oriental están encaminadas hacia un desastroso desenlace. Existen matices en la sinfonía de la calamidad. Andy Lipow, eminente figura en el comité del petróleo, sugiere que la posibilidad de bloquear el Estrecho es francamente baja (y no nos viene mal un poco de optimismo, ¿verdad?).
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Este parecer, lejos está de ser solitario. Los analistas de Goldman Sachs, quienes se deleitan en el análisis de estos conflictos petroleros, plantean una tesis similar. ¿Acaso los gurús financieros tienen una visión preclara que nosotros, meros mortales, no alcanzamos a vislumbrar? Al parecer, ven más factible presenciar pegasos surcando los cielos que un bloqueo en el Estrecho de Ormuz.
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¿Y qué sucede con los vecinos árabes? Aquí la trama se encabrita. Critican a Israel por sus acciones en Gaza, pero eso es otro capítulo de Juego de Tronos. Volviendo al meollo, reconocen que las provocaciones israelíes podrían cobrar factura. Teniendo en cuenta las «líneas rojas» que Israel ha osado cruzar, según palabras del presidente iraní, Ebrahim Raisi, todos podrían verse abocados a reaccionar. Y así, se avecina el drama.
Este exquisito guiso de geopolítica nos deja, empero, con más incertidumbres que certezas: ¿Se disparará el precio del petróleo? ¿Nos veremos sumidos en una nueva crisis petrolera? Mientras suspiramos y damos gracias a que no todos avizoran tormentas en el horizonte, te recomiendo que no pierdas de vista ficoach para navegar con buen rumbo en esta montura financiera.
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Incertidumbre y predicciones del mercado
En esta marejada geopolítica que tiñe al estrecho de Ormuz de tensión, las perspectivas sobre las repercusiones económicas -y en particular las de la producción de petróleo– emergen sin control, como dirigibles perdidos en la noche. ¿Estamos al borde de una tarifa de petróleo astronómica, comparable, quizás, al coste de un accesorio de lujo como un brazalete de Balenciaga? Atentos, pues, el Bank of America ha sacado su bola de cristal y, en un hipotético contraataque de Israel a Irán, el valor del petróleo podría catapultarse hasta superar los $250 por barril. ¿Alguien más siente un nudo en el estómago?
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SUBSECCIÓN: ‘El remolino de predicciones sobre las cotizaciones del petróleo’
Visualicemos, tan solo por un instante, que este escenario se haga realidad. El Banco Mundial, jugando al oráculo, predice que los conflictos podrían inflamar la situación empujando el valor del petróleo hasta los $157 por barril, en un panorama reminiscente del embargo petrolero árabe de 1973. Recordemos ese golpe que nos dejó la cartera acribillada, como un calcetín desgastado. En tal coyuntura, estaríamos ante una «gran disrupción» que ascendería la cotización del petróleo a estremecedores números, entre los $140 y $157 por barril. Así que te sugiero que comiences a apartar algunos euros bajo el colchón, como precaución.
No obstante, no todas las perspectivas son pesimistas. Existen observadores como el presidente de Lipow Oil Associates, Andy Lipow, que sostiene que la probabilidad de este tempestuoso escenario es bastante reducida. Según Lipow, productores de petróleo como la Arabia Saudita, Irán, Iraq y Kuwait siguen contando con una suculenta fuente de ingresos gracias al acceso al estrecho.
Resulta interesante que Goldman Sachs parece apoyar esta tesis. A finales del pasado octubre, un análisis realizado por el gurú del petróleo, Daan Struyven, descartaba que se pudiera dar una «reducción significativa del suministro«. ¿Podemos empezar a respirar con tranquilidad?
Créanme, el panorama dista mucho de ser placentero. El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha levantado la voz para alertar que Israel ha «cruzado las líneas rojas«. Sumada la condena de Israel por parte de numerosas naciones como los Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Bahréin, Catar, Marruecos, las posibles respuestas podrían ser graves, al violar seriamente el derecho internacional ya mencionado en nuestra publicación sobre la tensión económica en mercados asiáticos.
Viajemos un poco al pasado. ¿Alguno recuerda en 2019 cuando Irán amenazó con bloquear los envíos de petróleo a través del estrecho de Ormuz? Esto sucedió luego que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, dio la espalda al acuerdo nuclear de 2015 e impuso sanciones sobre Irán. Desde entonces, parece que Irán ha tomado como deporte el molestar a 15 buques mercantes de bandera internacional. Sí, los viejos hábitos, como decimos en España, mueren muy duro.
Así las cosas, aquí nos encontramos, intentando vislumbrar cuánto nos costará llenar el depósito del coche en la próxima ocasión. Puestos a desear, bendita fuese la bola de cristal en estos momentos, queridos lectores.
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Conclusión: ¿Aumentarán los precios del petróleo?
Desglosando lo comentado, los valores del crudo parecen estar en la cuerda floja por la tensión creciente en el Estrecho de Ormuz. El pronóstico de Bank of America nos pinta un panorama escalofriante con precios que podrían llegar a los $250 por barril. No obstante, algunos argumentan que el cierre del estrecho es bastante improbable. ¿Tiene sentido, verdad? Países productores de crudo como Arabia Saudita, Irán, Iraq y Kuwait, no se autodestruirían perdiendo los beneficios que provienen del acceso al estrecho.
Y es que incluso entre adversarios, la economía puede ser un potente vínculo. Entidades bancarias de prestigio como Goldman Sachs, se adhieren a esta línea de pensamiento, alertando que una «reducción drástica en el suministro» como resultado de una interrupción en el estrecho, parece un relato que no termina de cuadrar.
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Pasemos revista a Irán, quien ya amenazó con interrumpir los envíos de crudo en el 2019, tras padecer las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, parece haber niveles en las amenazas, ya que en apenas dos años, tan solo ha interferido con 15 barcos mercantes de bandera internacional. Un problema, sí, el apocalipsis del petróleo, no tanto.
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Pero tengamos en cuenta las líneas rojas de Ebrahim Raisi, el presidente iraní, ya que podrían «forzar a todos a actuar», afirma. La cuestión que nos restamos es, ¿quiénes conforman ese «todos»? La respuesta puede ser crucial para prever el efecto final en el precio del crudo.
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No sería la primera vez que las tensiones políticas desatan un efecto dominó en el mercado del crudo. El Banco Mundial nos recuerda el embargo petrolero árabe de 1973, que catapultó los precios del crudo, y avisa que, si la historia vuelve a suceder, podríamos ver precios de hasta $157 por barril.
Así que, ¿veremos dispararse los precios del crudo como pronostica Bank of America, o asistiremos a otro episodio del interminable tira y afloja en Oriente Medio? Como siempre, nos quedamos con la única constante: en un mundo de incertidumbre, mantenerse al día es la premisa principal.
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Tensión en el Estrecho de Ormuz: ¿Aumentarán los Precios del Petróleo?
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