1. Introducción

El gigante asiático, China, se asienta sobre un volcán a punto de estallar: su sector inmobiliario. A las puertas de la quiebra se alza Country Garden Holdings Co., uno de los grandes monstruos de la construcción del país. La magnitud de la crisis inmobiliaria China adquiere tintes sobrecogedores: en menos de un mes, la compañía debe esquivar un default en sus bonos, mientras carga sobre sus espaldas la friolera de 14 billones de yuanes (cerca de 194.000 millones de dólares) de pasivos acumulados al cierre del año anterior. Lejos de vislumbrar un amanecer, Country Garden parece haber minimizado la tormenta que castiga el mercado inmobiliario.

Las cifras más pesimistas anticipan que las pérdidas netas del titán pueden alcanzar los 55 billones de yuanes en la primera mitad de 2023. Aunque el panorama es desolador, no está solo en esta debacle. Country Garden Real Estate Group Co Ltd ha anunciado la paralización de la negociación de casi docena de bonos desde el próximo lunes. Presagiando un futuro tormentoso en los atribulados mercados financieros de China.

Las caras desencajadas en las salas de reuniones gubernamentales lo dicen todo. La constructora ve evaporarse su liquidez, amenazando así con descargar otro golpe a la convaleciente economía del leviatán oriental. Las autoridades chinas optaron por flexibilizar las tasas hipotecarias para estimular la demanda en el sector inmobiliario. Pero el esfuerzo parece inútil. Las transacciones inmobiliarias retrocedieron en julio a su punto más bajo en un año.

La alarma saltó el 7 de agosto para los poseedores de dos notas emitidas por Country Garden, esperando pagos vencidos. El resplandor de una desaceleración económica se ha vuelto más brillante, convirtiéndose en una bestia palpable que acecha la confianza de los compradores de viviendas.

• Y, mientras tanto, el mundo se pregunta si es posible circunscribir este brote a las fronteras chinas. El proverbio chino lo pone en contexto: «cuando soplan los vientos de cambio, unos construyen muros y otros levantan molinos de viento». Entonces, ¿qué movimiento hará China?

• Esta situación evidencia la presión en la economía China, similar a lo ocurrido con la deuda récord en tarjetas de crédito en EE.UU.

2. Pasivos y Retos de Country Garden

El endeudamiento apabullante de Country Garden Holdings Co., que se eleva a 14 billones de yuanes (alrededor de $194 mil millones) al fin del año pasado, evidencia una clara infravaloración del crisis inmobiliaria China. Este coloso constructor chino, surgido en 1992, está ahora, de forma inesperada, lidiando con su desafío más crítico desde su creación.

• Una proyección pérdida neta estimada en 55 billones de yuanes para la primera mitad de 2023 ha sido definitiva. Hace tan solo un año, la empresa anunciaba ganancias de 191 billones de yuanes. Claramente, la compañía ha experimentado un giro drástico, pasando del la prosperidad a la precariariedad financiera casi instantáneamente.

• La desaceleración mercado inmobiliario toca todos los aspectos de Country Garden, incluyendo a los tenedores de dos de sus emisiones de deuda que, ante el vencimiento de los pagos del cupón el 7 de agosto, quedaron sin recibir ni un centavo. Afecta, sin duda, la crisis económica que azota a China.

Recordemos que el sector inmobiliario representa en torno a un quinto del PIB chino. Paradojicamente, las medidas reguladores sector inmobiliario para reactivar la demanda, como flexibilización tasas hipotecarias para compradores primerizos, han sido insuficientes. Agosto llegó con una caída ventas viviendas a su nivel más bajo en un año, restando aún más confianza compradores viviendas.

• El predicamento de Country Garden es un espejo de una gestión financiera deficiente y falta de previsión de mercado. Un desafío histórico para la compañía, una paradoja agridulce que oscila entre un rápido crecimiento y una caída a plomo.

3. Impacto a la Economía de China

El sector inmobiliario chino, clave para su economía, navega por mares de agitación financiera. Es notable la señal de alerta lanzada por Country Garden Holdings, uno de sus más importantes constructores, anunciando su serio peligro de insolvencia. Los pasivos surcaban hasta finales del último año, cifras alarmantes: 14 billones de yuanes, unos 194 mil millones de dólares. Hoy, la compañía enfrenta un desafío amenazador que pone en peligro su supervivencia y podría golpear severamente la ya fragilizada economía de la nación.

• Recordemos que el inmobiliario supone una quinta parte del Producto Interno Bruto de China. Sin embargo, los intentos por frenar este desplome no han conseguido más que estrepitosos fracasos. Esfuerzos regulatorios para estimular la demanda, como la relajación de las tasas hipotecarias, han chocado contra un mercado en plena caída libre.

• La debacle de un gigante como Country Garden plantea una amenaza real a la economía china, segunda más grande del mundo, cuya salud tiene un efecto de arrastre indiscutible en la economía global. Podríamos estar ante un notable obstáculo para el crecimiento del país.

• No podemos pasar por alto las devastadoras consecuencias de crisis inmobiliarias previas. Estos incumplimientos podrían generar una pérdida de confianza en los compradores de propiedades, agravando aún más el problema.

• Lo que está en juego va más allá de la supervivencia de Country Garden: compromete a miles de compradores de viviendas y la salud de una economía ya golpeada por las consecuencias de la pandemia. Un nuevo fracaso de un constructor de este calibre aumentaría la presión sobre una economía en desaceleración, lejos aún de haber encontrado su fondo.

• De esta forma, lo acontecido con Country Garden es más que un drama corporativo; es una llamada de atención para China y, por extensión, para el mundo entero. En el ajedrez de la economía global, un solo desplazamiento incorrecto puede arruinar el juego. En este caso, ese peón es gigante y lleva estampado el nombre de Country Garden.

4. Medidas de los Reguladores e Ineficacia

Análisis de la crisis inmobiliaria en China

El último año ha presenciado cómo las autoridades chinas se han esforzado por revitalizar su sector inmobiliario, vital para su economía pues representa una quinta parte del Producto Interior Bruto. Country Garden Holdings, al igual que muchos otros, intenta sobrevivir ante bajas ventas y altas deudas.

• Sobresale entre sus iniciativas, la reducción de las tasas hipotecarias para adquirir la primera vivienda, intentando contener la crisis inmobiliaria China.
• No obstante, estos pasos, para sorpresa, no han generado la revitalización aguardada. Al contrario, el sector inmobiliario parece inmerso en una desaceleración mercado inmobiliario. Las ventas de viviendas reportan una caída histórica, rociando caída ventas viviendas.

Esta hilera de sucesos se origina paradoxalmente de una medida gubernamental previa que instó a los promotores inmobiliarios a disminuir su apalancamiento, un claro ejemplo de bancarrota inmobiliaria y riesgo impago bonos.

• Además, el intento de revitalizar el mercado inmobiliario llega cuando los indicadores señalan un debilitamiento de la demanda económica, y las esperanzas de una pronta recuperación tras la retirada de restricciones pandémicas parece un espejismo. Datos recientes evidencian que both los precios al consumidor y al productor decrecieron en julio frente al año pasado.
• En este escenario, es alarmante la situación de Country Garden Holdings Co. A pesar de los esfuerzos regulatorios, la compañía pende de un hilo financiero, resultando en el epitome más contundente del fracaso regulatorio. Esto podría, asimismo, minar aún más la confianza compradores viviendas y agravar la crisis económica china.

En conclusión, a pesar de los esfuerzos por parte de los reguladores, su eficacia deja mucho que desear. Las señales no engañan: el sector inmobiliario chino requiere intervenciones más efectivas. De lo contrario, la luz al final del túnel seguirá ausente para titanes como Country Garden.


5. Caída de la Confianza de los Compradores y Detalles de Incumplimientos

Constantes faltas por parte de relevantes empresas constructoras, incluyendo a Country Garden Holdings Co., han instaurado un clima de duda y recelo entre los potenciales propietarios. Ahora, con un plazo de casi 30 días por delante para evitar la bancarrota – cuestión que parece poco factible dado el actual desaceleración del mercado inmobiliario -, se puede decir que la empresa enfrenta uno de sus mayores contratiempos hasta la fecha.

Desde luego, la realidad sobrepasa las previsiones. Con una deuda que asciende a 14 billones de yuanes (equivalentes a $194 mil millones) hasta finales del pasado ejercicio, Country Garden se enfrenta a su primer semestre del 2023 marcado por una probable pérdida neta de hasta 55 mil millones de yuanes. No cabe duda de que estas cifras nos hacen evocar escenas de la película «Lo Imposible».

• El efecto sobre la economía china podría ser considerable ya que el sector inmobiliario constituye aproximadamente una quinta parte de su producto interior bruto. A ello se añade la creciente inquietud sobre el efecto dominó en el avance de la segunda economía con más envergadura del mundo.
• Y aquí llega el golpe duro. Dos de las emisiones de Country Garden han incumplido con los pagos correspondientes a los cupones que vencían el pasado 7 de agosto. Estos impagos podrían afectar directamente a los futuros propietarios, quienes son, al final de cuentas, quien deben manejar las consecuencias de este sector en retroceso.
• De este modo, mientras se desvanece el drama financiero, el consumidor observa cómo sus esperanzas en una mejora económica post-pandemia se esfuman. La demanda muestra signos de fragilidad, mientras que tanto los precios para el consumidor, como para los productores disminuyeron en julio con respecto al año anterior.

Es probable que estemos apenas al comienzo de una larga historia financiera marcada por la inseguridad y especulación. Es la hora para que los políticos y reguladores actúen. Pero hasta entonces, una cosa es cierta: la confianza de los compradores ha sufrido un duro revés, y será esa confianza la que determine el rumbo del mercado inmobiliario en el futuro próximo.

Cabe recordar que situaciones similares pueden tener impacto a nivel global, como lo hemos visto con la guerra de precios del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia. Esto demuestra la interconexión de nuestros mercados y la importancia de estar siempre preparados para cualquier variación.

6. Conclusión y posibles Escenarios

El desplome vertiginoso del titán inmobiliario Country Garden Holdings Co., a las puertas de una potencial suspensión de pagos en sus bonos, evidencia una dura realidad: el notable y sostenido descenso del sector inmobiliario en China. No es una tragedia aislada, sino más bien el último capítulo de una crónica de un descenso anticipado que ahora parece llegar a su clímax.

• Este escenario desolador trae consigo posibles futuros tan perturbadores como impredecibles. En primera instancia, el destino de Country Garden. Aun en condiciones adversas, la firma se sostiene de una ligera esperanza: la ayuda gubernamental china, su tabla de salvación. No obstante, los esfuerzos de reanimación del sector inmobiliario han sido fallidos hasta ahora, asomando a Country Garden en la precariedad.
• En segundo lugar, la eventual caída de este titán repercutiría en la economía china y, por extensión, en la mundial, cubriendo el panorama con un manto de incertidumbre. Si los continuos impagos de las empresas inmobiliarias ya han erosionado la confianza de los compradores y relentizado la economía, una caída de Country Garden podría tener un efecto dominó devastador, similar al impacto económico que tuvo la variación de los precios del petróleo y la gasolina causada por Arabia Saudita y Rusia.
• Finalmente, las probabilidades se extienden más allá de lo puramente financiero y llegan a lo social. Un sector inmobiliario enfermo y una economía más lenta podrían alentar el resentimiento y la insatisfacción social, desencadenando un cóctel explosivo de consecuencias políticas y sociales impredecibles.

En definitiva, si Country Garden se dirige a la ruina, podría arrastrar a China a un vórtice descendente de consecuencias catastróficas con un futuro incierto. Por fortuna, en economía, igual que en la vida, no hay nada asegurado y siempre puede haber espacio para los milagros. Mientras tanto, mantendremos una mirada crítica sobre esta complicada partida de ajedrez económico que no solo juega con el destino de un gigante inmobiliario, sino con el de un país entero.

Fuente de la noticia: https://finance.yahoo.com/news/country-garden-poses-risk-china-190000323.html