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Introducción
- Resulta que hace poco sonaron las campanas de alarma en el campo económico puesto que los precios al consumidor en China han sufrido una merma del 0,3% comparado con el año previo. Un artículo relevante que puedes consultar es Crisis Inmobiliaria en China: Gigante Country Garden al Borde de la Bancarrota. Puede no ser un número impactante, pero para los economistas es un auténtico pájaro en la mina.
- La deflación, aunque pueda ser un jugoso chisme para tus colegas en la tasca, esconde tras de sí una serie de sombríos matices, a los que no ayuda su asociación con la Gran Depresión. Para entendernos, provoca que a las entidades y particulares les resulte más complicado abonar sus deudas, pudiendo llegar a generar quiebras empresariales y desempleo. La desocupación genera una baja demanda de productos y servicios, lo que ayuda a alimentar aún más la deflación.
- Por otra parte, provoca que la gente retrase sus adquisiciones, esperando que los costos bajen en un futuro, disminuyendo aún más la demanda y presionando los precios hacia abajo. Al primer vistazo se antoja beneficioso, no obstante, a largo plazo, es como estar a bordo de un navío al que le entra agua por doquier.
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Definición de Deflación
- Vamos a centrarnos en el ejemplo de China, donde recientemente sufrimos una disminución del 0,3% en los precios al consumidor en comparación con el año anterior. Esta cifra, proporcionada por el Buró Nacional de Estadísticas de China, ha encendido las luces de alarma en la economía del Gigante Asiático. ¿A qué se debe esta preocupación?
- El quid de la cuestión radica en que la deflación puede desencadenar un ciclo económico negativo, tal y como sucedió durante la Gran Depresión en Estados Unidos. En ese episodio, la deflación complicó extremadamente el reembolso de deudas para empresas y particulares, provocando quiebras y desempleo. Este último redujo la demanda de productos y servicios, retroalimentando la deflación.
- Piénselo de esta manera: ¿por qué comprar ahora si puede esperar y conseguir el mismo producto a menor precio en un tiempo? Esta mentalidad reduce aún más la demanda y empuja los precios a la baja. La deflación crea un cambio en el comportamiento económico difícil de revertir. La gente retrasa sus compras con la esperanza de que los precios continúen disminuyendo.
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¿Y cómo se combate esta situación desoladora? Normalmente, la estrategia es estimular la economía con inyecciones de dinero por parte del gobierno y los bancos centrales para alentar el consumo. Sin embargo, en situaciones como la de China, con deudas altas, esta medida puede resultar problemática.
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Entonces, ¿sigue pareciendo tentadora esa nueva oferta que ve en su tienda favorita? Tal vez, valorándolo, usted prefiera la estabilidad de un equilibrio económico con precios un tanto más altos. Al final, la deflación no es lo dorado que a prima facie pudiera parecer. Hablando de la economía de China, puede echar un vistazo a nuestro reciente artículo sobre la Crisis Inmobiliaria en China: Gigante Country Garden al Borde de la Bancarrota.
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La Deflación en China
- ¿Por qué está China en deflación?
Se debe a una combinación de factores internos y condiciones globales. Primero, recordemos la Gran Depresión: la deflación imposibilitó la cancelación de pago de deudas, generando quiebras y desempleo. Esta situación agredió la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez impulsó la deflación. En segundo lugar, la espera de continuidad en la caída de precios orilló a la gente a posponer compras, agudizando el problema, creando un efecto dominó.
- ¿Qué implicaciones tiene la deflación en China?
Los efectos de la deflación se manifiestan en varios planos. A corto plazo, los consumidores disfrutan precios bajos. Sin embargo, las empresas luchan para saldar sus deudas, lo que puede desembocar en quiebras y desempleo. En una escala mayor, toda la economía se ve comprometida, ya que la anticipación a una continuación del descenso en precios coarta el consumo, hundiendo aún más los precios.
- ¿Cómo podría afrontar el gobierno chino la deflación?
China posiblemente recurrirá al Gobierno para introducir más dinero a la economía para estimular el Gasto público. Sin embargo, enfrentan el desafío de equilibrar este estímulo con la necesidad de cortar el ciclo de la deflación, lo que se dificulta por su elevada deuda pública. No hay soluciones mágicas y solo el curso del tiempo determinará cómo evoluciona este panorama. En este contexto, los problemas de deuda récord toman particular relevancia.
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Desafíos y Remedios a la Deflación
- El Intrincado Laberinto de la Deflación en China
- Decodificando Antídotos a la Deflación
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Conclusión
- Y ese potencial es, en efecto, considerable. En tiempos de la Gran Depresión, la deflación exacerbó tanto a empresas como particulares en el Pago de deudas, generando una ola de Quiebras y Desempleo. La falta de trabajo minimizó la Demanda de bienes y servicios, alimentando a su vez el Ciclo económico negativo de la deflación. Los que conservaban su capital postergaban sus compras, previendo una bajada futura de los precios, lo cual solo servía para aumentar la presión deflacionista. Un ciclo desastroso.
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Frente a la deflación, la respuesta Económica natural consiste en que los Gobiernos y los bancos centrales inyecten liquidez en el sistema económico. Un ejemplo es la Reserva Federal durante la Gran Recesión a inicios de los 2000, y muy probablemente China implementará una medida similar, a pesar de su elevada deuda.
Visualiza que un día acudes de compras y te das cuenta de que los costos en general son un tanto más reducidos que la ocasión anterior. Lo ves en el siguiente comercio al que vas, y en el siguiente, y en el otro; es un evento que se repite durante días, semanas e incluso años. Se aplica a todos los productos, a todos los servicios. Esto es deflación, una palabra que al primer impacto otorga la impresión de ser una rebaja persistente, una suerte de ganga que pocos serían capaces de rehusar.
A primera vista, parece una fiesta económica, pero antes de descorchar el champagne, es preciso decir que este término en realidad, inspira pesadillas a los economistas, incluso más que su contraparte más popular, la inflación.
El remedio tradicionalmente adoptado frente a la deflación es inyectar dinero en la economía para estimular el gasto, pero el caso de China se le antoja complicado dada la cantidad de deuda que acumula. ¿Funcionará este enfoque? Eso es lo que a todos los analistas económicos gustaría saber. Pero por el momento, el asunto de la deflación en China es como una novela de misterio cuyo desenlace todavía está en blanco.
La deflación puede parecer, a primera vista, una propuesta atractiva. Un escenario en el que los precios caen ligeramente día a día, se repite en todas las tiendas y se extiende por años, tanto en productos como en servicios. Algo que, teóricamente, podría parecer una delicia. Pero la realidad es diferente, la caída constante de los precios se convierte en una pesadilla económica y provoca desvelo a aquellos que nos dedicamos a estudiar la economía, incluso más que su contracara, la inflación.
Deflación en China es un tema que ha comenzado a generar conversaciones. La economía china está enfrentando un enigma distinto: la deflación. Contrariamente a la inflación, el descenso de un 0,3% en los precios al consumo respecto al último año está generando preocupación. En resumen, la deflación es el escenario en el que los precios de los productos que compramos habitualmente empiezan a bajar y continúan así durante largo tiempo. Aunque parezca benéfico al aumentar el poder adquisitivo de nuestro dinero, puede desatar consecuencias negativas en el ciclo económico negativo.
Los Laberintos y Antídotos de la Deflación
La deflación en China es un tema complejo, fácilmente comparado a un laberinto. Con la simpleza de tus compras cotidianas, notas que todo es un poco más asequible que la última vez que visitaste la tienda. Esta tendencia, que podrías celebrar en un inicio, es en realidad el rostro engañoso de la deflación, expandiéndose por días, semanas, años y en todos los aspectos de productos y servicios.
Si bien puede parecer que cada euro tiene un mayor valor, la realidad encubre una situación menos alentadora. La deflación obstaculiza el reembolso de deudas, precipita insolvencias y aumenta el desempleo. La demanda de productos y servicios decae, intensificando el círculo vicioso de la deflación. De forma anticipada a un descenso más pronunciado de precios, los ahorristas postergan su consumo, agudizando la crisis. Esta amalgama de desafíos posiciona a China ante un escenario económico sumamente adverso.
Pese a que la deflación es un reto desalentador para los economistas, se han ideado planes que pueden moderar y redirigir este fenómeno. La táctica más habitual es que el gobierno y las entidades bancarias dinamicen la economía con inversiones que impulsen el consumo, remedio que la Reserva Federal de Estados Unidos implementó durante la Gran Recesión.
Se vislumbra que China replicará esta estrategia, aunque debe enfrentar un escollo significativo: su exorbitante deuda pública. Este punto, lejos de ser trivial, puede entorpecer dramáticamente el éxito de estas intervenciones. Aun así, son estas las armas de los economistas en la batalla contra la deflación. El interrogante reside en si estas soluciones serán efectivas en el contexto singular de China.
No cabe duda de que la deflación representa un desafío económico de envergadura para China, pero la historia nos ha enseñado que no hay tal cosa como un problema económico insuperable. Habrá que observar atentamente los próximos movimientos del gigante asiático y el curso de sus decisiones. Permanece al tanto en Ficoach para estar actualizado.
No dejes que tus sensaciones te engañan. Si percibes que los precios al consumidor al ir de compras han rebajado un poco comparado con la última vez, no te fíes. A primera vista, parece un detalle agradable, pero detrás de ese bajón de precios puede estar acechando algo peligroso y complicado de mitigar: la Deflación.
Es cierto que la deflación, en su superficie, puede resultar atractiva: cada euro en tu cartera adquiere un poco más de Poder adquisitivo. Durante la Gran Depresión, los estadounidenses experimentaron un período notable de deflación. Ese atractivo, sin embargo, oculta un problema mucho más serio. Como apunta Sean Snaith, director del Instituto de Previsiones Económicas de la Universidad de Florida Central, la deflación tiene un «potencial destructivo«.
Así que no, no es ninguna broma la noticia sobre la caída de precios del 0.3% en China en comparación con el año pertinente. No es una ganga. Es un desafío Económico que debe preocuparnos e impeler a la reflexión sobre cómo enfrentar con la máxima firmeza la amenaza de la deflación.
Puesto que, al final del día, hay poco que resulte más arriesgado que un rival cuyo peligro se minimiza. Y la satisfacción que puedes sentir al ver cómo tu sueldo parece estirarse más, esa podría ser el germen de una desgracia económica. Por tanto, retén este consejo y no te dejes enredar por el engañoso atractivo de la deflación.
Fuente de la noticia: https://www.investopedia.com/prices-in-china-are-falling-here-s-why-that-s-a-problem-7642628