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Introducción
- La era dorada del Reserva Federal parece atisbar su ocaso. Greg Shearer, cabeza de la investigación de commodities globales, augura que durante el segundo trimestre de 2024, La Reserva deberá cesar la dinámica de incremento de las tasas de interés. Sin importar el impacto en los rendimientos reales de EE.UU, el oro se transfigura en el nuevo galán del mercado financiero.
- La perspectiva de JPMorgan es que el valor del oro rondará los $2,012 dólares la onza para la segunda parte de este año. Pero si la economía norteamericana se desploma, el precio del oro podría escalar, promediando alrededor de $2,175 la onza para finales de 2024. En resumen, el oro vuela a mayor altura cuanto más profundo es el abismo de la economía de EE.UU.
- El panorama se torna más complejo si consideramos las medidas de política monetaria que la Reserva Federal deberá adoptar a corto plazo. A pesar de un incremento casi seguro de las tasas de interés en 25 puntos básicos, el oro aún resiste las adversidades. Pese al escenario restrictivo que la Reserva Federal pueda propiciar al querer embridar la inflación, los especialistas de JPMorgan mantienen su fe en la fortaleza del oro.
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Shearer sostiene que el mercado del oro no está sobreexplotado. Tanto la demanda institucional como la de los pequeños inversores está en ascenso. Los bancos centrales lo adquieren compulsivamente y los países diversifican sus inversiones como escudo frente a la volatilidad del dólar estadounidense y los riesgos geopolíticos crecientes.
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Expectativa de recesión y posición de la Reserva Federal
- Avanzamos hacia la temática de ‘Perspectivas sobre el ciclo de tasas de interés’. Inmerso en este escenario se halla Greg Shearer, el director de investigación de commodities globales, quien audazmente predice que la Reserva Federal podría comenzar a flexibilizar el severo régimen de tasas de interés en algún momento del segundo trimestre de 2024.
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En una panorámica diferente, nos centramos en la ‘Incidente en los precios del oro’. Este previsto declive en los rendimientos reales de EE.UU., podría provocar un alza significativa en el precio del oro, según JPMorgan.
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La incertidumbre reina en el mercado, pues todos aguardan la próxima decisión de política monetaria de la Reserva Federal. La predicción común plantea un aumento de 25 puntos. Sin embargo, el desarrollo de los sucesos para el resto del año permanece incierto.
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Mirando el futuro, Shearer advierte que si la recesión se agrava, la Reserva Federal deberá tomar medidas drásticas y recortar las tasas de interés, lo que potencialmente incrementaría aún más el precio del oro. De forma paralela, JPMorgan destaca el creciente «interés institucional» por el oro, puesto que los bancos centrales siguen adquiriéndolo, y más naciones buscan diversificar activos para contrarrestar los riesgos geopolíticos que sobrevuelan el dólar estadounidense.
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Perspectivas para el precio del oro y la plata
- Ahora exploremos el impacto de las políticas monetarias restrictivas en el oro. Se percibe una susceptibilidad a corto plazo ante una posible postura restrictiva de la Reserva Federal. Aquí entra en juego el viejo dicho: «se teme más a lo desconocido que a lo conocido«. Los mercados se anticipan a un alza de 25 puntos básicos, pero las proyecciones hacia final de año ambiguas. Además como vimos en nuestra publicación una nueva demanda colectiva agrava los problemas legales de OpenAI.
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Algunos expertos alertan que el oro a corto plazo será potencialmente vulnerable a la postura restrictiva de la Reserva Federal en su afán por controlar las expectativas inflacionarias.
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En este enredo de política monetaria, es importante recordar que a pesar del incremento en la inversión especulativa en oro, no hemos llegado a la saturación. Cualquier inversionista indeciso puede ver aquí su oportunidad. Además, la creciente demanda institucional es favorable al oro, avecinándose más compras por parte de los bancos centrales y diversificación de sus reservas fuera del errático mar del dólar estadounidense para protegerse contra riesgos geopolíticos.
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Posicionamiento y demanda de oro
- Profundizando en detalles, los analistas de JPMorgan prevén un precio promedio del oro en torno a $2,012 la onza para la segunda mitad de este año. Pero Shearer amplía este pronóstico esperando un precio medio de $2,175 la onza para el último trimestre de 2024. Si la economía estadounidense tropieza y entra en recesión, los precios podrían incrementarse aún más.
- Parece que la recesión actúa en favor del oro, a mayor declive económico, mayor será su brillo. Shearer explica que una recesión más severa forzaría a la Reserva Federal a ser más drástica en la bajada de las tasas de interés, lo que daría una mayor ventaja al oro. Así, si se cumplen los pronósticos de recesión próxima, podemos esperar una alta demanda de oro, demanda que no vendrá sólo de los amantes de la joyería.
- Además de aumentar la demanda especulativa, el mercado dorado está lejos de estar saturado. Con una fuerte demanda al por menor y el creciente interés de las instituciones financieras, el oro sigue siendo atractivo. Los bancos centrales continúan comprando oro constante y las naciones buscan diversificar sus portafolios para protegerse de los riesgos geopolíticos.
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Conclusión
- El metal dorado ha sido siempre el aliado callado en las inversiones, eje de nuestra protección en momentos de turbulencia económica. Según Shearer, en caso de una recesión severa, la Fed deberá agudizar los recortes de tasas, lo que jugaría a favor del oro y la plata.
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En estos tiempos el aroma de la incertidumbre es palpable, con subida de tasas casi garantizada pero dudas para el resto del año. Si la Fed adopta una postura restrictiva para controlar la inflación, el oro mostrará una sensibilidad aguda a corto plazo.
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A pesar de las dudas y el entusiasmo de los especuladores, una verdad persiste: el mercado del oro tiene espacio de crecimiento. Desde JPMorgan confirman que los bancos centrales muestran interés en el oro y las naciones buscan diversificar más allá del dólar, protegiéndose de factores geopolíticos.
Nunca como en el presente hemos requerido de un colchón financiero. Así lo insinúa JPMorgan Chase, cuyos expertos alertan de un factible escenario de recesión a la vuelta de la esquina. Los metales preciados, oro y plata, fieles refugios de inversión en épocas de turbulencia, mantienen su rango de seguridad.
En conclusión, cada vez parece más patente que el oro y la plata se perfilan como el bastión seguro para aquel que desee preservar su patrimonio. Dejemos que las sombras de la recesión y las políticas de la Reserva Federal conviertan nuestras mentes en marejadas de dudas. Mientras todo eso ocurre, el oro y la plata nos esperan como sólido ancla financiera. He ahí la moraleja: La seguridad se viste de oro… y de plata.
La reciente declaración de JPMorgan Chase ha desatado ciertas conjeturas, apuntando a un probable final del ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal. Lejos de la mera suposición, el impacto efectivo en el mercado económico cada vez cobra más relevancia.
Pese a esto, Shearer aporta un toque de serenidad ante el incremento reciente de especulación en oro, insistiendo que el mercado aún no está sobresaturado. Así que la pregunta final sigue siendo, ¿te sumarás a la fiebre del oro?
Como comentamos en nuestro artículo acerca de los problemas legales de OpenAI [Una Nueva Demanda Colectiva Agrava los Problemas Legales de OpenAI], el panorama económico actual inundado de riesgos geopolíticos afecta potencialmente las decisiones de inversión.
Iniciemos un análisis perspicaz de las expectativas de costos de estos codiciados metales. De acuerdo a las proyecciones de mitad de año de JPMorgan Chase, se prevé que los precios del oro se estabilicen en un promedio de $2,012 por onza durante la segunda mitad del año. Sin embargo, Greg Shearer, Director Ejecutivo de Investigación de Materias Primas Globales en JPMorgan, se atreve a prever un incremento en el precio medio a $2,175 por onza hacia el último trimestre de 2024. Y si el panorama económico en EE.UU. vira hacia una recesión, estos precios podrían elevarse aún más. La explicación es sencilla: a mayor severidad de la recesión, la Reserva Federal tendrá una respuesta más enérgica bajando las tasas, beneficiando así al oro.
En conclusión, el panorama para invertir en oro y plata está lleno de asombros, retos y oportunidades. Así pues, un escenario idóneo para aquellos iluminado por la intuición y que buscan darle su merecido lugar al brillo del metal en el escenario financiero.
En el actual clima económico de nerviosismo, permitidme introducir un punto de vista sereno, el de JPMorgan Chase. Este gigante financiero muestra un optimismo notable respecto a la demanda de oro, vaticinando que el apreciado metal presentará un rendimiento atractivo a medida que avancemos en tiempo.
Según Greg Shearer, líder de la investigación de commodities globales en JPMorgan, el organismo de la Reserva Federal debería comenzar a reducir las tasas de interés hacia el segundo trimestre de 2024. Este hecho dará lugar a una disminución en los rendimientos reales en Estados Unidos, que, según Shearer, será un factor decisivo para el oro. De modo que ya parece vislumbrarse un aluvión dorado en el horizonte.
Por ello, si buscas una cobertura económica o simplemente una diversificación en tu cartera, el oro parece tener un futuro prometedor. Hay un interés creciente en invertir en oro y mover las inversiones más allá de las divisas viables. Así que, parafraseando a los seguidores de James Bond, podría ser el momento de «ir al oro».
Puede ser de tu interés leer más sobre las tendencias y riesgos del oro en nuestro artículo «El oro se encuentra en «tierra de nadie», precios en riesgo de volatilidad«.
Indudablemente, habitamos una época apasionante en términos financieros. Los días transitan como un juego de tablero, donde el oro y la plata son las jugadas y cada elección, por mínima que sea, puede redefinir nuestro camino inversor. Ante presagios de recesión económica, ¿mantendríamos la fe en inversiones seguras? La cuestión parece clara, pero en finanzas, pocas cosas son blancas o negras.
Desde fuentes sólidas nos llegan señales de vigilancia. Según Greg Shearer, de JPMorgan, la Reserva Federal prevé reducir las tasas de interés en el segundo trimestre de 2024, y esto podría impactar significativamente en el oro estadounidense. Si esta proyección se confirma, las acciones convencionales podrían convertirse en una trampa, con el oro como posible refugio. Pero, ¿es eso realmente así?
En conclusión, como inversores jugamos en un tablero en el que cada movimiento importa. El oro y la plata, como figurillas principales, cobran relevancia ante una eventual recesión. ¿Nos lanzamos al mercado del oro sin más? No necesariamente. Pero sí nos invita a reflexionar acerca de establecer estrategias de inversión sólidas y diversificadas. En última instancia, más que una cuestión de fortuna, se trata de supervivencia financiera.
Fuente de la noticia: https://www.kitco.com/news/2023-07-26/JPMorgan-Chase-sees-gold-prices-at-record-highs-in-12-to-18-months.html