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Introducción
- ¿Qué motivo a este cambio? Amigos, nada en este mundo sucede por azar. Con EE. UU. preparando su circo pre-electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2024 y con muchas elecciones gestándose en otros puntos del mundo, la IA ha decidido dar un paseo luciendo su capacidad para crear textos y contenidos tan persuasivos que hagan dudar a muchos si esas criaturas marinas respaldan realmente a tal o cuál candidato.
- No es el primer episodio de este tipo. Todos recordamos -no sin cierta ironía- aquel anuncio del gobernador de Florida en el que presenciamos a Donald Trump y al Dr. Anthony Fauci en un afectivo abrazo. No, no era vida real, sino IA. De igual manera, el Comité Nacional Republicano se subió al vagón y nos dejó ver un EE.UU muy distópico, todo gracias a los avances de la inteligencia artificial.
- Así que, querido lector, podrás seguir saboreando (o padeciendo) la campaña electoral, con la confianza de que Google vela por ti para indicar si el contenido que te presentan es un ingenioso producto de la inteligencia artificial. No obstante, si la foto de tu político favorito muestra un resplandor adicional en los ojos o colores notoriamente intensos, eso se considera «irrelevante» y no será revelado. A menos, claro, que esos destellos oculten mensajes subliminales…
- Finalizando con una nota de optimismo, Google, en colaboración con otros líderes tecnológicos, se comprometió en julio a aceptar algunas iniciativas voluntarias propuestas por la administración Biden para garantizar que estés informado cuando veas contenido generado por IA. Parece que la ética y la transparencia continúan teniendo un sitio en la era digital.
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Nueva política de Google sobre anuncios políticos
- En un giro insospechado que dejará atónitos a más de uno, Google ha proclamado que a partir de noviembre, sin dilación, los anuncios políticos que recurran a contenidos sintéticos, producidos mediante sistemas de IA, deberán exhibir un aviso muy claro y notorio. O sea, quien avisa no es traidor.
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¿Qué razón hay detrás de esta exigencia? Se cree que la resolución viene influenciada por el cercano comienzo de la campaña de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2024 y la posible avalancha de desinformación que la tecnología IA podría desatar.
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Hay que recordar por citar un caso, aquel intrigante anuncio de junio en el que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aparecía con una imagen artificialmente generada del ex presidente Donald Trump en un afectuoso abrazo con el Dr. Anthony Fauci. Tampoco deberíamos olvidar la vista previa distópica que ofreció el Comité Nacional Republicano mediante imágenes de IA.
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Problemas potenciales de la IA en publicidad política
- Uno de los peligros que flota en el aire es la posibilidad de desinformación durante los procesos electorales. Si nos paramos a pensar, si la IA tiene la capacidad de generar imágenes y contenidos audiovisuales impactantes, ¿qué nos impide imaginar que pueda ser utilizada para propagar falsedades destinadas a manejar la opinión pública? Este es un escenario que causa vértigo y, desafortunadamente, ya hemos sido testigos de situaciones como estas, tal es el caso del gobernador de Florida, Ron DeSantis, cuyo anuncio político utilizaba imágenes generadas por IA con el ex presidente Donald Trump y el Dr. Anthony Fauci en una posición comprometida.
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Nos encontramos en un juego de doble riesgo. Por un lado, la IA puede ser un aliado poderoso en la promoción, adaptado a nuestros tiempos y capaz de interactuar con el público de manera innovadora, pero, por el otro, también conlleva el riesgo de contribuir a la desinformación electoral y de que la publicidad política, en lugar de ser una fuente de información veraz, se convierta en un caldo de cultivo para la confusión.
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Aquí entra en juego Google, que, desde noviembre, exigirá que se informe sobre el uso de IA en los anuncios. Sin embargo, nos asalta la duda, ¿es suficiente esta medida? ¿Qué sucede si se dan cambios sutiles en los anuncios, como la reescalada de las imágenes o ajustes de color, que a simple vista parecen inocuos, pero que pueden llegar a manipular la percepción del público? ¿Sería correcto informar también de este tipo de intervenciones?
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Mientras tanto, nos toca esperar y confiar en que la Comisión Federal de Elecciones y otros entes reguladores, junto a las propias empresas de Inteligencias Artificiales, sean capaces de diseñar y ejecutar estrategias eficaces para combatir la desinformación durante los eventos electorales. Porque, no olvidemos, la democracia se fundamenta en el voto informado de la sociedad y aquí es donde no podemos fallar. La Inteligencia Artificial en el ámbito de la publicidad política acaba de abrirse camino. Y en esta nueva etapa hay reglas que deben respetarse, ahora nuestro objetivo es garantizar que así sea.
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Compromisos de las grandes empresas de IA
- Estas empresas, a la vanguardia en la evolución y aplicación de la tecnología IA, han decidido tomar la iniciativa en términos de seguridad y transparencia, proclamando compromisos para progresar en estos ámbitos. ¿El propósito? Implementar recursos técnicos específicos que permitan garantizar a los usuarios que son conscientes de cuándo el contenido que están consumiendo ha sido elaborado por IA.
- Estas medidas surgen en un momento de turbulencia en el sector, con la generación de contenidos sintéticos en el punto de mira debido a su posible utilización en la propagación de anuncios políticos y campañas de desinformación. Es innegable el interés de estas empresas en tomar acciones para evitar controversias importantes a corto plazo.
- No obstante, este compromiso no es un acuerdo inequívoco ni una garantía de total transparencia. La evolución en esta materia es tan veloz como variable y las actualizaciones requerirán una supervisión y renovación constante para prevenir que esta iniciativa se convierta en una simple declaración de principios.
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Excepciones a la política de Google
- La Inteligencia Artificial abarca desde la producción de imágenes totalmente artificiales a retoques mínimos que pasan inadvertidos al ojo menos entrenado.
- En situaciones como estas, como la alteración del tamaño de las imágenes o las correcciones de color en anuncios, Google ha optado por la sensatez, liberándonos de notificaciones innecesarias.
- No precisamos de una alerta que nos señale un cambio de poca importancia en la publicidad.
- Como se diría de manera coloquial, apliquemos un poco de sentido común.
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Conclusión
- Las modificaciones mínimas, tales como reajustes de tamaño o correcciones de color, aún mantienen su espacio libre en el tablero del marketing político.
- Sin embargo, la compañía traza una línea clara contra la creación de contenido que pudiera generar confusión entre la audiencia.
- Por ello, reconocemos el papel primordial que asume Google, protegiendo la autenticidad de la información en su plataforma, sin perder de vista que son los usuarios quienes, finalmente, toman decisiones con base en lo que perciben.
En la vertiginosa competencia de la tecnología, aparece Google, el gigante globalmente reconocido y afamado (aunque también temido, dependiendo del punto de vista), que ha decidido inyectar un atisbo de lucidez en el desordenado mundo de los anuncios políticos. ¿Cómo?, os estaréis preguntando. Simplemente, implementando una directriz que obliga a revelar cuándo los anuncios políticos se sirven de contenidos sintéticos creados por la inteligencia artificial.
De este modo, ya no será tan raro que, a partir de noviembre, veas a tu político de cabecera compartiendo coloquio con un alienígena, no gracias a políticas de contacto intergalácticas, sino a los avances en inteligencia artificial. Lo englobamos todo: elementos gráficos, audios, vídeos… en todas las plataformas de Google, incluyendo su predilecta progenie: YouTube.
La «Gran G«, ese gigante de las búsquedas que nos mantiene fascinados frente a las pantallas, parece estar dispuesta a organizar el caótico y pujante universo de la inteligencia artificial.
Pero las medidas no se quedan en meros avisos de «¡cuidado, esto es IA!». Google ha detallado que esta línea de actuación no afectará a las modificaciones consideradas «insignificantes para las afirmaciones realizadas en el anuncio», como el ajuste del tamaño de las imágenes o las correcciones de color. Así que, probablemente, seguiremos viendo esos anuncios con vibrantes colores que tanto nos divierten.
Además, conviene destacar que Google no está solo en este empeño por la transparencia y seguridad en cuanto a la IA. Allá por el mes de julio, hizo un pacto junto a una serie de empresas de IA para desarrollar mecanismos técnicos que permitieran a los usuarios saber cuándo un contenido ha sido producido por IA.
Eso nos deja frente a un nuevo panorama en el que la IA ganará un papel más y más prominente, con retos y regulaciones venideras. Google ha movido la primera pieza, y solo el tiempo dirá cómo estas políticas configurarán el futuro de la publicidad. Así, podemos ir muy atentos al futuro de la inversión en IA, particularmente en lo que respecta a la regulación y sus repercusiones para compañías como Google.
Estamos inmersos en una era de revoluciones tecnológicas donde las Inteligencias Artificiales (IA) cada vez son más potentes y aparentan ser las compañeras perfectas para nuestras tácticas publicitarias, aunque no todo reluce en este nuevo camino que la IA nos marca. No podemos caer en el autocomplacencia y hacer caso omiso a los posibles inconvenientes que pueden surgir de dicha relación, principalmente en el escenario de la publicidad política.
Hubo un acontecimiento significativo en el mundo de la inteligencia artificial (IA) en julio, aunque pasó desapercibido para muchos. Un elenco de reconocidas compañías de IA, entre ellas Google, se comprometió a adoptar una serie de propuestas voluntarias realizadas por la administración del presidente de EE.UU, Joe Biden.
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En esta línea, Google no es el único actor interesado en normativizar este controvertido uso de la IA. La Comisión Federal de Elecciones de los Estados Unidos también está buscando formas de regular la aplicación de IA en publicidad política. Pese a que aún es temprano para predecir el desarrollo de esta regulación, lo que sí está claro es que el sector tecnológico comparte la preocupación general sobre el poder manipulador de una IA mal empleada. De acuerdo a nuestro análisis en el artículo ‘Inteligencia Artificial: Oportunidades y Desafíos en el Mercado de Valores‘, es fundamental un seguimiento constante de esta problemática.
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Más allá de las cuestiones políticas y gubernamentales, los gigantes de la IA tienen una obligación moral con sus usuarios. Se trata de un compromiso evidente para garantizar que la diferenciación entre lo real y lo generado por IA no se borre sin consentimiento. De esta manera podrá comprobarse si estas promesas de las empresas no son más que una táctica estudiada dentro del juego de la confianza del usuario y la opinión pública. Después de todo, como bien se suele decir: ‘del dicho al hecho, hay un trecho considerable’.
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Puedes encontrar más información en artículos relacionados en nuestro blog como ‘Impacto de la Inteligencia Artificial Generativa en el Futuro Laboral‘, ‘China establece nuevas regulaciones sobre Inteligencia Artificial: Impactos y repercusiones‘ y ‘Inteligencia Artificial y el Futuro del Empleo: Una Perspectiva Histórica sobre el Desempleo Tecnológico‘.
Google, trabaja en aplicar controles más estrictos a las prácticas publicitarias relacionadas con la inteligencia artificial. También comprenden que no todas las modificaciones requieren un anuncio fulgurante. ¿Por qué necesitamos una señalación evidente que indique «Este contenido ha sido alterado mediante IA» si el único cambio ha sido la tonalidad de un rojo desvanecido a uno más vibrante? Precisamente, este tipo de excepciones son las que Google ha decidido encarar con su nueva actualización de política Google.
Sin embargo, no todo es jocoso en el cosmos de Google. La inteligencia artificial avanzada puede generar confusión incluso al más experto y es en esas aguas revueltas donde Google pretende arrojar luz.
Por lo tanto, en su actualización política, la compañía requiere que se anuncien los anuncios que utilizan contenido sintético en anuncios que podría desorientar al usuario. Es decir, si la IA representa al presidente abrazando a un alienígena, pues sí, desearía que una notificación me indicara que esa imagen ha sido manipulada digitalmente.
Tranquilos, Google no se encuentra solo en esta cruzada. Varias de las principales empresas de IA, incluyendo Google, se han comprometido de manera verbal a ser campeones de la seguridad en la Inteligencia Artificial, prometiendo, por tanto, desarrollar mecanismos técnicos que informen a los usuarios cuando el contenido haya sido generado por IA. Así, podemos esperar que se marque de alguna manera cualquier contenido relacionado con la IA. Mientras tanto, la Comisión Federal de Elecciones sigue debatiendo cómo aplicar límites a la inteligencia artificial en la publicidad política.
Es incierto cómo terminará todo este asunto, pero indudablemente, el camino será fascinante.
Google no se queda atrás, actúa como un ágil Sherlock Holmes digital y se anticipa a los protagonistas de la Inteligencia Artificial. En su reciente normativa, se inclina hacia el concepto de «Responsabilidad Civil en IA». Aunque todavía estamos delineando los límites entre real y artificial, Google se erige como un faro en este laberinto de la información política.
Este podría ser un primer avance hacia una regulación más uniforme en la producción de contenidos mediáticos mediante IA. Es indiscutible que nos hallamos en tiempos apasionantes, donde parece que la ciencia ficción nos alcanza. Ahora solo queda ver cómo evolucionan estos movimientos en la arena práctica y si otras multinacionales optan por seguir la senda marcada por Google. ¿Quién había dicho que política y tecnología no podían formar un dúo fascinante?
En camino a las elecciones presidenciales 2024, tanto la política como la «tecnología deberían avanzar hacia prácticas más responsables. Así que, querido lector, mantengámonos alerta a las novedades, afilemos el sentido crítico y recordemos que incluso ante la tecnología más sofisticada, seguimos siendo nosotros quienes elegimos entre «aceptar» o «rechazar». Este avance resalta la importancia de la Inteligencia Artificial en el mundo actual, como también tratamos en nuestro blog anteriormente.
Contenido sintético en anuncios, administración Biden, Comisión Federal de Elecciones, regulación de IA en anuncios políticos, y uso de IA en política son algunos de los temas que seguiremos viendo evolucionar y que indudablemente tendrán un impacto en la desinformación electoral y en cómo se llevan a cabo las futuras elecciones presidenciales 2024 en los Estados Unidos distópico.
Fuente de la noticia: https://www.cnn.com/2023/09/08/tech/google-political-ad-policy-ai-content/index.html